Se vivió como un parto, pero las primeras PASO porteñas no podían arrojar un mejor resultado para Mauricio Macri, quien logró reafirmar su liderazgo con el triunfo de Horacio Rodríguez Larreta y sumarle bases sólidas a su proyecto presidencial.
Por un lado el triunfo de su delfín convalidó la arriesgada decisión de optar por uno de ellos; por otro, la sumatoria de ambos candidatos puso al PRO a un paso de continuar en el poder en la Ciudad de Buenos Aires, aunque sin evitar el balotaje.
Una vez conocidos los resultados, ambos candidatos cumplieron al pie de la letra con la orden de mostrar unidad pese a que internamente se sacaron chispas y prácticamente no pueden verse. Se terminó el suplicio para muchos en el partido amarillo, incluido para el jefe.
¿Cuál será ahora el rol de Michetti a quien Macri había ofrecido ser su compañera de fórmula? ¿Todos los votos de la senadora irán a Larreta? Las experiencias dicen que la mayor parte de los votantes no cambia de frente luego de las primarias, aunque en esta oportunidad alguna porción del electorado habría escogido a la dama macrista para dañar al líder del PRO.
El segundo lugar que obtuvo ECO también le dejaba sonrisas al PRO: los líderes nacionales Elisa Carrió y Ernesto Sanz, son sus aliados en la carrera por el sillón de Rivadavia.
En ese contexto el espaldarazo en la Ciudad se sumó a un más que aceptable inicio del calendario electoral para Macri: Miguel del Sel fue el candidato más votado en las primarias de Santa Fe y su aliado radical Alfredo Cornejo se posicionó en las internas como para destronar al PJ en Mendoza.
En cambio, en Neuquén, otro socio de la UCR Horacio "Pechi" Quiroga tuvo este domingo un desempeño peor al esperado y quedó tercero detrás del Movimiento Popular Neuquino y el Frente para la Victoria, aunque a diferencia de la CABA, el peso de esa provincia en el electorado nacional es bajo.
Si se nacionalizan los resultados de las provincias que fueron a las urnas hasta ahora y se toma en cuenta el panorama que pintan las encuestas el escenario tiende a polarizarse entre el Frente para la Victoria y el armado Pro-radical.
El FPV quedaba relegado al tercer lugar en la Ciudad, un distrito que históricamente fue esquivo para el peronismo. Antes de conocer los resultados oficiales, el oficialismo nacional priorizó dar una imagen de unidad con todos su candidatos presidenciales, a gobernador bonaerense y a jefe de Gobierno, en compañía del representante, Mariano Recalde.
Pero la elección estuvo por debajo de sus expectativas, pese a que Daniel Scioli tiene en la Ciudad números más auspiciosos que los del presidente de Aerolíneas Argentinas.
De los tres principales candidatos presidenciales el más perjudicado fue Massa: su opción por Guillermo Nielsen no logró el piso para llegar a las generales y el premio consuelo que podía
haber sido un triunfo de Michetti, al que apostó solapadamente para debilitar a Macri, tampoco se dio.
Paso a paso
Por otra parte, el sistema de Primarias se consolida como una herramienta institucional y democrática que fortalece a los partidos. Fue saludable ver a los tres frentes más importantes dirimir candidaturas en las PASO, en las que las influencias de los aparatos se reducen y las posibilidades de fraude también.
Ya había sido buena la experiencia de UNEN en las legislativas nacionales de 2013 cuando compitieron cuatro listas en la Ciudad y le provocaron un dolor de cabeza a la nómina única del PRO.
El único inconveniente es que al desdoblarse todo el calendario porteño del nacional, los vecinos de la Ciudad tienen muchas probabilidades de ir seis veces a las urnas en un año: demasiado, por más democrático que parezca (NA).