Un Gobierno en el centro de la escena, lanzando golpes bajos y con resultado incierto, vuelve a dominar el último tramo del mandato de Cristina Kirchner, quien además buscaría potenciar un candidato propio en la interna oficialista para su sucesión.
El dominio de la agenda enmarca el embate contra el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, y el decano del tribunal, el ministro Carlos Fayt, más allá de la preocupación oficial por las causas abiertas contra funcionarios en los juzgados federales.
La pelea constituyó en estos años un elemento para mantener la iniciativa y un ordenador partidario y lo vuelve a ser ahora combinado con el intento presidencial de digitar su sucesión.
Empezó Néstor Kirchner con la depuración de la Corte menemista en 2003 y termina su esposa paradójicamente oxidando esa medalla con un disputa contra ese mismo tribunal, cuya mejor composición se lució antes de la muerte de Enrique Petracchi y Carmen Argibay, y la renuncia de Raúl Eugenio Zaffaroni.
Conclusión: no hay síndrome del pato rengo, el enemigo de los presidentes que no tienen reelección. El poder sigue en sus manos y con intenciones de extenderse después del 10 de diciembre.
La pelea en Tribunales
La guerra contra los tribunales fue declarada por la Ley de Medios y comenzó a ramificarse hasta centrarse en la Corte Suprema y en su presidente Lorenzetti.
En las últimas semanas esa pelea se volvió encarnizada, después de que el tribunal lanzara dos estocadas políticas: declaró la nulidad de la lista de conjueces aprobada por el Gobierno, adelantándose a una probable jugada oficial de poblar la Corte con juristas cercanos; y la propia reelección anticipada de Lorenzetti, cuyo mandato concluye a fin de año.
La cuestionable urgencia del presidente del tribunal para seguir en el cargo hasta 2019 incluyó un plus: Fayt firmó la acordada de la reelección en su casa y no en tribunales. Lorenzetti amagó con renunciar a su reelección pero luego dio marcha atrás y los dardos del kirchnerismo comenzaron a dirigirse hacia Fayt.
Amagaron con iniciar un proceso en la Comisión de Juicio Político en la Cámara de Diputados -no cuentan con los votos para su aprobación- y pidieron una investigación para saber si el juez está en sus cabales.
El decano de la Corte es reconocido por su trayectoria, pero tanto la desbocada embestida contra él como su continuidad en el cargo a los 97 años parecen un desprecio al sentido común. La mirada está puesta en la próxima reunión de la Corte, el martes.
La pulseada parece difícil de destrabarse. El candidato propuesto por el Gobierno para completar la Corte, Roberto Carlés, ya fue rechazado por la oposición, que además anticipó que no avalará a ningún otro postulante de esta administración.
La cerrazón opositora también tiene sus objeciones reglamentarias, pero la Presidenta debe hacerse cargo de haber propuesto a Daniel Reposo y luego a Alejandra Gils Carbó para el cargo de procurador general y a Carlés para la Corte, todos ellos con posiciones muy cercanas al kirchnerismo.
Mientras tanto, un sector del empresariado, precisamente el más enfrentado al Gobierno, emitió un pronunciamiento en defensa de la Corte y la polémica promete más capítulos, pero la oposición ahora parece remolona para disputar cartel.
Por su lado, el ministro de Economía, Axel Kicillof, anunció un retoque del impuesto a las ganancias para trabajadores alcanzados por esa podadora salarial. El anuncio conllevó un ataque a los gremios, la mayoría de los cuales el Gobierno cobijó y mantuvo como aliados durante gran parte de esta etapa del país.
El anuncio buscó además contener los reclamos por mejoras salariales superiores al 30 por ciento, cuya consecuencia era un dominó de medidas de fuerza a partir de la semana próxima.
El PJ en su laberinto
Cinco precandidatos presidenciales y una docena para gobernador bonaerense parecen demasiado porque, además, serán imposibles de combinar en las primarias si se permite que los postulantes a intendentes puedan asociar sus nombres al de todos los de los otros tramos de las boletas.
Durante un acto por cadena nacional desde Chaco, Cristina Kirchner pidió una autodepuración de las candidaturas en el oficialismo y el PJ entró en uno de sus clásicos hervideros preelectorales, aunque por ahora nadie bajó sus pretensiones.
La mayoría, como es de manual, va a negociar su futuro hasta que el dedo presidencial defina o pretenda definir la interna. En la provincia de Buenos Aires, el último gran paracaídista fue el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien parece correr con la venia presidencial, aunque también hay otros postulantes de comprobada fidelidad K como Julián Domínguez y Diego Bossio.
"Dos precandidatos a presidente y dos a gobernador" es el designio de Cristina, según fuentes partidarias aunque habrá que ver si es factible de llevar a cabo. Los voceros sugirieron que buscará potenciar a Florencio Randazzo contra Scioli.
El gobernador bonaerense es el vehículo más visible para la continuidad del "modelo", pero su encumbramiento también significaría su muerte porque encarna un estilo político completamente opuesto al suyo.
Scioli ya cuenta con el apoyo mayoritario del PJ pero intuye la jugada. Por su lado comenzó a jugar fichas en la sucesión en Buenos Aires a favor de un vetado Fernando Espinoza -sugestivamente ascendido por Marcelo Tinelli en la comisión directiva de San Lorenzo-. Además, por ahora mantiene su cobertura sobre el denostado Martín Insaurralde.
El cabildo cierra en un mes y medio con el plazo de candidaturas para las PASO (NA).
Nadie comprendió, ni los periodistas ni los Argentinos que estamos en manos de Terroristas y ese error nos cuenta bantante caro porque trataron a este gobierno como democrático y todos se equivocaron de punta a punta.
Yo no creo que sea desesperación...creo que el gobierno sigue teniendo la iniciativa...cosa que la oposición nunca tuvo y sólo se limita a denunciar por los canales y medios opositores...se cae el mito de la ultra debilidad del último año de mandato en Argentina...
Estoy con Juan39, no es desesperación, simplemente son tan improvisados que no habían tenido ninguna razón para tocar esos "limites difusos". La oposición dejo hacer dejo hacer y dejo hacer, se ausentaban del recinto, faltaban a las sesiones, votaron leyes horrendas junto a los K y regalaron presidencias de comisiones a los K para serrucharle el piso al Pro sin pensar en las consecuencias, aprobaron presupuestos irreales y superpoderes a cambio de migajas en temas personales durante años, aceptaron cualquier cosa que sonara "progre" sin analizarla bien. Sabemos lo que son los K, van a llegar hasta donde les pongan limites, la catástrofe fue que nadie les puso limites. El resultado era de esperar, es mas, probablemente lo estamos sacando barata, espero que le deje claro a los votantes que no solo es el gobierno el que tiene que irse, la oposición progre tiene mucho a que responder, su forma de hacer las cosas es inadecuada y permitió a este grupo de improvisados hacer una pseudo-dictadura avasallando los otros dos poderes frente a sus narices mientras aplaudían los años de democracia
Los que atacaron a Lorenzetti despues de que la Corte declarara constitucional la Ley de Medios fue Magnetto y Carrió. por que la Sentencia no lo favoreció.Critina dijo que el candidato se define en las pasos no que lo señala ella con el dedo.Estoy de acuerdo con la opinión de Juan39