Pocos jueces deben estar hoy más cuestionados que Horacio Piombo y Benjamín Sal Llargués, sobre todo después de haberse conocido el fallo que redujo la pena a un violador de un niño de 6 años. En ese contexto, ambos habrían tomado la decisión de presentar su renuncia.
El caso en cuestión es el del dirigente del club Florida de Vicente López, Mario Tolosa, condenado en primera instancia a seis años de prisión por la violación de un chico de seis años, pena que los camaristas de Casación redujeron a la mitad al quitar el calificativo de "gravemente ultrajante" al abuso, por considerar que el menor ya había sido violado por otro adulto, y que presentaba una "orientación sexual homosexual definida".
La Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT), junto a otras organizaciones, expusieron el caso en los medios. Y el título “jueces bajan la pena a un violador por considerar que la víctima es gay” estalló sin remedio.
La expansión se activó a partir que se conocieron otros fallos similares de los camaristas. Y la repercusión llegó al ámbito académico, donde la Federación Universitaria de La Plata (FULP), decidió pedir el juicio académico contra Piombo. Se pedía que el Juez fuera apartado de la titularidad de las cátedras de Derecho Internacional Público y Derecho Internacional Privado. En medio del escándalo, Piombo decidió renunciar a estas tareas académicas.
Ahora, en ese contexto, los dos magistrados habrían decidido avanzar con su renuncia. Según indicaron al portal Letra P fuentes judiciales, Piombo y Sal Llargués, habrían informado su decisión al titular de la Suprema Corte de Justicia de la provincia, Juan Carlos Hitters.
Los argumentos que expusieron se basan en el hecho de considerar que quedaron solos, abandonados por los poderes del Estado, y sin la tutela siquiera del ámbito académico.
Entienden que el jury en curso, y los que están por iniciarse, le van a resultar desfavorables, y prefieren retirarse por propia voluntad, para así conservar los beneficios del ámbito judicial.
Cuentan que “no hubo autocrítica, ni arrepentimiento”, sino la necesidad de evitar un escándalo mayor.
Se espera entonces, que en los próximos días se dé a conocer la noticia, que desactivará las causas iniciadas en su contra.