La disparada del déficit fiscal, que subió casi 790% en el primer cuatrimestre, obliga al equipo económico a redoblar la inventiva para financiarlo en un año electoral, y retomar el camino de tomar deuda.
Este capítulo del final de ciclo podría definirse como el regreso al endeudamiento, una política que durante una década el gobierno buscó mantener alejada, pero que las necesidades de la hora y el año electoral obligan a recorrer de nuevo.
En las últimas cuatro licitaciones de BONAC, el gobierno ya tomó deuda por unos $20.000 millones.
En parte, la decisión está vinculada con que en el Banco Central consideran poco deseable que el nivel de reservas -33.250 millones de dólares- baje mucho más.
Al menos es lo que parece pensar el presidente del BCRA, Alejandro Vanoli, quien viene haciendo esfuerzos denodados para cumplir uno de sus objetivos de máxima: reducir la brecha entre el dólar oficial y el paralelo.
Por ahora esa brecha la pudo achicar al 40% —llegó a estar en el 60%— pero el objetivo era reducirla aún más a esta altura del año.
Vanoli considera que la estrategia de desendeudamiento fue muy positiva, entre otras cosas porque las obligaciones con acreedores privados en el exterior tiene un nivel "muy bajo".
Pero también considera que si bien fue positivo usar reservas para efectuar cancelaciones de deuda clave, cuando tocan determinado nivel llegó la hora de buscar otras fuentes de financiamiento.
Es que casi la mitad de las reservas están representadas por depósitos en dólares y por el intercambio de monedas con China, lo cual las dejan con un perfil de debilidad menos sólido del que sería conveniente.
Desde que los dólares de la soja permitieron al país llegar a la anhelada meta de los superávits gemelos, tanto comercial como fiscal, el gobierno buscó desendeudarse.
Así pasó durante la administración de Néstor Kirchner, que rompió el molde al cancelar de un plumazo la totalidad de las obligaciones con el Fondo Monetario Internacional.
Algo similar ocurrió con los canjes de deuda de 2005 y 2010, que posibilitaron una quita que orilló el 80% y fue aceptada por el 93% de los bonistas.
Buena parte de esos "logros" fueron el fruto de dos sectores clave: el campo, a través de las retenciones a las exportaciones sojeras, y la industria, en especial la automotriz, que no sólo motorizó el mercado interno, sino que le permitió al país tener fuerte superávit de balanza comercial.
El saldo positivo en el comercio exterior permitió llenar de reservas las arcas del Banco Central y darle una solidez casi inédita al sistema monetario argentino.
A su vez, también posibilitó implementar una política de contención social para más de 10 millones de personas que continúan sumidas en la pobreza.
Pero el país no fue capaz de dar el paso decisivo para alcanzar un estatus de desarrollo, justamente una de las promesas que hacen los precandidatos presidenciales, en especial el oficialista Daniel Scioli.
Este año se estima que los subsidios rondarán los 200.000 millones de pesos mientras que el gasto público rondará el billón y medio.
Es un desafío para el bolsillo del Tesoro de cualquier país, por más que el gobierno argentino se haya arrogado la potestad de manejar en forma ilimitada la ´maquinita´ de emitir moneda (NA).
Y la emisión monetaria se piensan que sale gratis muchachos?... Es endeudamiento, y del peor... Pregúntenle al Banco Central cuánto tiene de deuda con el Ejecutivo... Mi dios, que bajo nivel.
el desendeudamiento formo parte del relato, hasta le pidieron plata al pami y a la loteria nacional ademas de los papelitos que debe haber en el fondo de sustentabilidad del anses y el bcra. EL DESENDEUDAMIENTO FUE UNA MENTIRA MAS DEL KIRCHENERISMO
Sujestiva la foto.......
Hace más de 3 años que la Deuda Publica crece, colocar LEBACs en el BCRA y tomar reservas tambien es endeudarse, el Kirchnerismo administra una economía quebrada con reservas liquidas debajo de 6.000 un BCRA con Patrimonio Negativo y un déficit fiscal que apunta a 8 puntos del PBI.