Jose Maria Gonzalez, de que habla Ud. me lo aclara por favor ? Si su referencia es a los libros de texto escolares, creo que es poco serio de su parte, mas sabiendo que era un gobierno autoritario, y se nos obligaba a leer "la razon de mi vida", el libro que le escribieron a Eva Peron. Si habla de Deuda, que deuda pago ? Si cuando tomo el gobierno Argentina era acreedora de Inglaterra por 2.000 millones de U$S, y se mando el espantoso negocio de cancelarsela por los ferrocarriles, ahi se inicio la debacle del peronismo y del pais. Sinceramente poco serio lo suyo esta vez, disculpe no !!

Lanzado Perón desde 1943 en su fantástica guerra armamentista que hizo que nuestros presupuestos militares fueran siete y ocho veces superiores, anualmente, a los de Brasil, superando los gastos bélicos peronistas a los de todas las naciones latinas juntas del hemisferio, encontrábase desde 1953 en la sombría ratonera de haber agotado todas las reservas financieras de la Nación; con un incontenible déficit fiscal y sin poder continuar de manera alguna, sus importaciones de hierro, manganeso, carbón, estaño, petróleo y minerales estratégicos. Perón necesitó del auxilio urgente de su odiado Wall Street, donde tuvo que arrastrar sus rodillas para no ahogarse en su envejecida ferretería de guerra. ¿Para qué traer el recuerdo de los slogan peronistas en los libros de lectura primaria sobre el honor a las deudas? También había otros que decían que "el que gasta sin producir es un miserable parásito que pesa sobre el esfuerzo de los que producen" cuando ya no había más dinero para asistencialismo populista y Evita había muerto.. A pesar de los años, cambian las caras y las personas, pero siguen siendo los mismos, los que desde la derecha, el centro o la izquierda, todavía utilizan políticamente el nombre de Perón para vivir sin trabajar en cómodo conchabo, robar impunemente y hacer fortunas, sin importarles del pueblo algo distinto que no sea fabricar más pobres e incultos para obtener los votos necesarios para ganar elecciones y permanecer --o turnarse-- en el poder indefinidamente.

La crisis arreciaba y se obscurecía en 1876. Los fondos argentinos se cotizaban en Londres abajo del 40%. Si no se pagaba el cupón de septiembre se venía el derrumbe. Avellaneda llamó al gobernador Casares: “La Provincia debe salvar una vez más a la Nación. Necesitamos 120.000 libras”. A tambor batiente la legislatura sancionó por un voto de mayoría, la ley de auxilio. Faltaban horas para el vencimiento. El ministro Varela llevó el cablegrama a la oficina. Llegó a tiempo: al día siguiente los especuladores cortaron el hilo. El presidente recalcó “la necesidad de agrandar la entidad nacional que no debe vivir de favores”. La crisis era universal, pero con causas también locales: las guerras de Paraguay y de López Jordán, la revolución del 74. Los gastos de instalación dejaron consecuencias. La crisis culminó en 1876; se tocó fondo. La renta bajó de 16 millones y medio en 1874 a 13 millones y medio. Durante 4 años las podas de los presupuestos no alcanzaban a igualar la reducción creciente de los ingresos. Decía Don Bernardo de Irigoyen que “los acreedores argentinos se agolpaban en tumulto pidiendo la suspensión de los pagos al exterior” Avellaneda se negó a decretar la moratoria internacional, no obstante el ambiente casi unánime que tenía esa medida extrema. Según Roca “el proyecto de moratoria que llegó a presentarse en la Cámara tenía mayoría en la prensa, en el congreso y en el mismo ministerio, pero, Avellaneda resistió e impuso su voluntad”. Dijo: “La república no tiene sino un honor y un crédito como sólo tiene un nombre y una bandera”. Avellaneda acudió a los remedios heroicos, decretó la abstinencia nacional y venció, redimió al país, lo sacó sano y salvo hasta la orilla. Toda crisis es una expiación y puede ser una redención. La economía fue brutal; pero se cumplieron todos los compromisos, sin interrumpir los servicios esenciales. Los banqueros de Londres quedaron impresionados de este honor catoniano, potente y corajudo. En el mismo 1876 el presupuesto ordinario y por leyes especiales había subido a 31 millones; fue reducido en 10 millones, la tercera parte. Las economías de Avellaneda consistieron en reducir sueldos y empleados sin suprimir servicios. De 17.000 empleados del estado quedaron 11.000, se cortó el tercio. En 1878, sobre el total de gastos autorizados de 27 millones, sólo se gastaron 20; economizándose 7 millones, es decir, la cuarta parte. En 1879 la crisis había pasado y el país ya no consumía cereales del exterior. Los títulos que habían descendido a la tercera parte de su valor nominal, se cotizaron a la par. La tormenta se alejaba. Avellaneda pudo decir: “Todo está salvado cuando hay un pueblo que trabaja”

Milon de Crotona, muy acertado y oportuno tu comentario. Los peronistas han sido una plaga, que aun hoy mantienen al pais postrado. Es bueno recordar que fuimos un gran pais, hasta que populismo se adueño de el. Saludos. PD: Lo triste y peligroso hoy, es ver como los candidatos a suceder a la abogada exitosa, se auto proclaman peronistas, como si fuera un titulo honorifico. De terror !!!

“El general Perón fue el primer presidente argentino que pagó todo lo que debía”. Columnista González. Perón no pagó todas las deudas y las que pagó también fueron para la gilada, para hacer ver que él hacía lo que quería y pagó con los ahorros que le habían dejado los gobiernos anteriores. Y pagó empréstitos de bajo costo de intereses para hacerse ver. Lo mismo hizo Néshhhtor con el pago al FMI. Le pagó el 100% de una deuda con bajos intereses para hacerse ver y luego tomó deuda (y negocios) con Venezuela pagando el 17% anual en dólares. Gran negocio para el peronismo kk, pero pésimo para nosotros. Se ólvidó de decir que Perón nacionalizó la CHADE, cuyo contrato vencía a los 3 años y se la pagó como si en contrato fuera por 50 años más. Uno de los grandes negociados de ese período y la plata fue a parar a los bolsillos peronistas. Salió de la plata de los argentinos que trabajaban. Y tampoco se olvide que Perón arrasó con los ahorros de todos "sus queridos trabajadores" al vaciar las cuentas de todas las cajas de jubilaciones (¿se acuerda que cada rama del trabajo tenía su propia caja y pagaba regias jubilaciones en tiempo y forma?)y les dejó documentos que jamás fueron honrados por ese gobierno. En fin, la vieja historia de Perón y los peronistas que los siguieron. Mintamos para la gilada, para los grasitas, para los negros mientras nos la llevamos a casa y creamos pobres, les damos un plancito para que vayan acostumbrándose a ser mendigos miserables y además los podemos apretar para que nos voten o sea, un negocio redondo. Seguir haciendo pobres y creando plancitos para que se mueran de hambre a medias y apretarlos para que los voten. Siguen igual después de 70 años. "si les decía lo que iba a hacer no me votaba nadie" Esa verdad brutal la dijo Menem, pero podría haberlo dicho cualquiera de los peronistas que se encumbraron en la Nación, en las Provincias o en los Municipios. Todos son tan parecidos que hasta parecen compañeros.