Imaginemos que existe una fábrica que imprime figuritas azuladas pero necesita imperiosamente para que todo siga funcionando tener figuritas verdes y como estas últimas son escasas, o mejor dicho en el mercado internacional hay muchas pero esta empresa tiene antecedentes comerciales y personales no fiables ,aunque la gerencia lo niegue, cuesta cada vez más conseguirlas y el precio real aproximado de las figuritas verdes se fija por el cociente de la cantidad de figuritas azules existentes sobre la cantidad de figuritas verdes de reserva que tiene esta empresa. Si agregamos que esta fábrica tiene mucho más personal que el que necesita, que algunos de sus gerentes hacen negocios personales, que invierten en obras sin medir los gastos porque sus directivos son megalómanos, que algunos integrantes de la cúpula no miden el costo de sus campañas porque quieren retener los cargos que ocupan en instituciones empresariales, sindicales, etc. y para ello despilfarran las figuritas azuladas, no les queda otra cosa para hacer que imprimir muchas figuritas azuladas…¡ ¡Porque todo lo que están haciendo es con figuritas azuladas…!

Pero en algún momento les va a llegar la realidad… porque sólo dentro de esa fábrica y su entorno sirven las figuritas azuladas… y las están imprimiendo a un ritmo que no va a alcanzar ninguna “Calcográfica” para abastecerlos. El directivo máximo de la empresa se queja de los “ríos de tinta” que gastan sus “detractores” en criticarlo sin darse cuenta que lo que está hundiendo a la empresa son los ríos de tinta que usan para imprimir las figuritas azuladas.

El 26 de mayo de 2015, el jerarca mayor de la empresa daba un discurso recordando que el día anterior se habían cumplido doce años desde que un familiar suyo, ya fallecido, se había hecho cargo de la dirección de la misma. En aquel entonces, 25 de mayo de 2003, tenían 11.048 millones de figuritas verdes y 41.074 millones de figuritas azuladas, o sea que había en existencia 3,72 figuritas azuladas por cada una de las verdes. Habiendo pasado ya una docena de años el stock era de 33.818 millones de figuritas verdes y 468.313 millones de figuritas azuladas o sea necesitaban 13,76 figuritas azuladas para comprar una verde. A los 45 días, el 10 de julio de 2015, las reservas de figuritas verdes era de 33.834 millones y las figuritas azuladas que poseían eran 517.781 millones o sea que ya usaban 15,30 figuritas azuladas para comprar una verde. Pero lo peor del caso era que en los últimos 45 días habían impreso 52.468 millones de figuritas azuladas y sólo habían ingresado 16 millones de figuritas verdes… se imaginan, las impresoras iban a estallar… fabricaron 3.279 figuritas azuladas por cada una de las verdes que habían ingresado en los últimos 45 días… en 3.888.000 segundos sin detenerse habían impreso 13.495 figuritas azuladas por segundo…

Párrafos iniciales del discurso de Cristina Kirchner en conmemoración del 205° aniversario de la Revolución de Mayo:

Muy buenas tardes a todos y a todas. ¿Me escuchan bien? ¿Están seguros que me escuchan bien? Yo también los escucho siempre.

Hace exactamente doce años, un 25 de Mayo como hoy, en una hermosa mañana de sol, un hombre que había sido ungido como presidente de la Nación apenas con el 22 por ciento de los votos, pronunció un discurso ante la Asamblea Legislativa y el pueblo de la Nación, que algunos creyeron que era solo eso, un discurso -es más, desde alguna editorial se pronosticó, y fallaron como siempre, que ese gobierno iba a durar apenas un año-, fue un discurso fundacional.

Tal vez su concepto más recordado, su idea más difundida, haya sido cuando dijo que no pensaba dejar sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada para gobernar el país.

Esa frase tal vez sea la más recordada, pero después vino otro concepto que también hoy, a doce años de aquel día, adquiere una dimensión simbólica sin precedentes. Enrollen las banderas por favor así todos pueden ver y los puedo ver a todos, por favor, es un rato chicos, enrollen las banderas, así nos miramos todos la cara. Tal vez una frase pasó un poco más desapercibida. Estaba relacionada con lo que había pasado y lo que él pensaba que tenía que ser su país. Él dijo que cambio era el nombre del futuro, pero dijo además que el cambio no era solamente un cambio económico, cultural o social.

También se pronunció sobre la dirigencia política de su país y dijo que desde ahora en más también iba a haber un cambio por la dirigencia, ya esa dirigencia política no iba a ser juzgada más por sus diagnósticos o por sus discursos. Veníamos de la experiencia dolorosa de discursos maravillosos y gobiernos desastrosos.

Dijo entonces que los dirigentes íbamos a ser juzgados por nuestras conductas, por nuestras acciones, por nuestra eficiencia pero, fundamentalmente, por los resultados de la política que aplicáramos en el país.”

En el último párrafo del fragmento del discurso, nuestra señora presidente menciona que, según su esposo, iban a ser juzgados “por nuestras conductas, por nuestras acciones, por nuestra eficiencia pero, fundamentalmente, por los resultados de la política que aplicáramos en el país.”

Desde el día del discurso pasó muy poco tiempo. Haré a continuación un análisis de la evolución de las reservas y de la base monetaria en los 45 días que transcurrieron desde el 26 de mayo hasta el 10 de julio de 2015. Esta última fecha no es arbitraria, es la última que poseo al escribir este artículo. (BCRA en su informe semanal)

Según el informe oficial del Banco Central de la República Argentina el 26 de mayo de 2015 había 33.818 millones de dólares de en el Stock de Reservas Internacionales y 465.313 millones de pesos de Base Monetaria Amplia (Billetes y monedas en poder del público y entidades + cheques cancelatorios + cuenta corriente en el BCRA).

Los mismos ítems el 10 de julio de 2015 (a los 45 días) eran de 33.834 millones de dólares y de 517.781 millones de pesos.

Para dimensionar lo que ocurrió en estos 45 días que vamos a analizar entraremos en una minuciosidad temporal que dejará entrever el drama económico-social actual y futuro de nuestro país.

Verde y azulado este cuento no ha terminado.