El caso Suris sorprendió a todos. Al mismo tiempo, a nadie. A todos, porque suena increíble que luego de ser acusado, entre muchas otras cosas, de liderar una banda narcotraficante de importantes características, haya sido absuelto junto a diez de los acusados. A nadie, exactamente por lo mismo en un país donde la justicia suele quedar postergada. Diversas fuentes judiciales y extraoficiales aseguran que en el expediente y en las 300 horas de escuchas ignoradas durante el juicio, están involucrados dos ministros kirchneristas, Aníbal Fernández y Cristian Breitenstein, varios políticos que ocupan otros cargos y empresarios cercanos al gobierno. En el medio de un proceso que deja muchas dudas, fueron desplazados con un único fin los jueces bahienses que investigaban la causa: asegurar la libertad de Juan Ignacio Suris y con ella, la impunidad de varios eslabones del actual gobierno.

¿Desestabilización del Poder Judicial?

¿Suris tenía directa vinculación con Lázaro Báez y con los Kirchner? Esto es lo que habría estado investigando el, por entonces juez, Santiago Ulpiano Martínez, titular del Juzgado Federal N°1 de nuestra ciudad. El mismo Suris dejó entrever esta posible relación en una de sus declaraciones, que no pasó a mayores ya que casualmente -o no-, por esas horas el Congreso aprobó la ley de Subrogancias por la que se pueden cubrir cargos en el poder judicial por jueces elegidos entre los abogados, ignorando el previo proceso de selección. Fue así, que al día siguiente, el 18 de junio de 2015, Ulpiano Martínez fue desplazado y por ende, la investigación llevada por él, saboteada.

Ahora bien, la misma ley impuesta horas antes, fue violada entonces: uno de sus puntos establece que el designado para cubrir subrogancias fuera nativo del distrito donde ejercería, cosa que no se respeta ya que se nombró casi instantáneamente a Alejo Ramos Padilla, quien pasaría a desempeñarse como juez federal de Bahía Blanca, siendo oriundo -y radicado- en la localidad de Dolores. 

La destitución de Ulpiano Martínez se logró por la mayoría simple del Consejo de la Magistratura, cuando luego de un empate la presidenta del cuerpo Gabriela Vázquez emitió doble voto, misma situación que se repitió más tarde al designar a Ramos Padilla. Abogados y jueces consideraron esto como un golpe durísimo a la independencia del Poder Judicial y a la inamovilidad de los magistrados.

¿Quién es Ramos Padilla?

Integrante de la agrupación oficialista Justicia Legítima, es hijo del ex juez federal de Morón. Tiene 38 años y es cercano a la procuradora Alejandra GilsCarbó, pero a su vez, cuenta con el respaldo de las organizaciones argentinas de derechos humanos ya que representó legalmente a Abuelas de Plaza de Mayo durante varios años.

¿Y las medidas? Bien, gracias

El involucramiento de la política partidaria dentro del sistema judicial existe desde siempre, pero el caso del bahiense Juan Ignacio Suris logró exponerlo socialmente. Los manejos y las presiones del kirchnerismo quedaron expuestas en una radiografía de cuerpo completo, cuando incluso con el desplazamiento del juez Ulpiano Martínez quedaron sin efecto las medias por él ordenadas, que incluían una serie de allanamientos a empresas sospechadas de realizarle facturas irregulares a Lázaro Báez en la causa que también involucra a Suris, por presunta evasión fiscal y asociación ilícita, cargos reconocidos durante su declaración.

Fuera Montezanti, ¿Por Suris?

Ramos Padilla había prometido juzgar con dureza los delitos ocurridos durante la última dictadura. En ese punto, decidió -también casi de inmediato-, denunciar al presidente de la Cámara Federal de Bahía Blanca, Néstor Montezanti, por la supuesta comisión de crímenes de lesa humanidad. Esto no tendría nada de sospechoso si no fuera porque oportunamente, Montezanti ya había respondido por las acusaciones y obtuvo fallos confirmados en todas las instancias. Más tarde, fue destituido sin que siquiera se consideraran las pruebas a su favor que él mismo presentó.

¿Por qué lo nombramos en una nota situada en el caso Suris y la falta de transparencia judicial? Simple. Montezantimencionó ante los medios que un "narco" lo "hijopuea", tildándolo de incorruptible. Para él, "el camino del infierno está plagado, hoy, de demasiadas casualidades".

¿Sólo la palabra de un "narco" valía la destitución de un juez? No. Hay otros motivos, según lo que detallan quienes conocen en profundidad el mundillo judicial. Con el Jury de enjuiciamiento a Montezanti, queda sin cúpula la Cámara Federal de Apelaciones bahiense, la cual tiene facultades nada más y nada menos que para supervisar las tareas realizadas por Ramos Padilla. Al sacar al magistrado, dejaron a un solo integrante, lo que motivó a que -nuevamente- el Consejo designe nuevos camaristas.

Absolución, drogas, escuchas y poder

Christian Sanz, uno de los periodistas más interiorizado en la causa Suris, conversó en exclusiva con Bahía Multimedios y debeló una relación entre el bahiense y algunos políticos de orden nacional. “Para introducir los personajes, tenemos a Aníbal “la morsa” Fernández, que sale a defenderse de la acusación de Jorge Lanata, sobre la efedrina, pero olvida que hay toda una historia que lo relaciona con la droga”, indicó el investigador, quien señaló que “luego tenemos a Suris, quien sigue preso por el fraude con facturas, un delito menor del que se lo acusaba en un principio. Es novio de Mónica Farro y está muy vinculado a Leonardo Fariña. Al respecto, hay escuchas telefónicas que vinculan a todos los personajes. Los vínculos que detallo, se sustentan con documentación judicial”.

Otro kirchnerista que, según Sanz, está relacionado con Suris es el ex intendente de Bahía Blanca y actual ministro de Producción, Cristian Breitenstein: “En algunasescuchas judiciales, no vinculadascon Bahía Blanca, sino con Comodoro Py y que involucran delitos federales, sehabla de operatorias en el puerto de Bahía Blanca no solamente deltema drogas si no de inmigrantes chinos a los cuales aparentemente lescobraban para dejarlos ingresar por esa vía”, apuntó el periodista de investigación.

Christian Sanz aseguró, durante la entrevista mantenida en exclusividad con este medio, que “ciertos referentes de la política, sobre todo del propio Cristian Breitenstein, trabajaron para que Suris sea liberado, ya que había mucho temor de lo que pudiera decir si decidía hablar”, sobre “el tema de las facturas truchas y los vínculos para quienes lavó dinero”. Aclaró, el trabajador de los medios, que “complicaría a muchos –una posible declaración-, es compleja la situación”.

Más adelante, dejó entrever que pronto se sabrán más detalles de esta causa, porque, según se preguntó, “cuánto se puede tapar un expediente judicial donde están las conversaciones desgravadas, conversaciones que implican con elnarcotráfico a  funcionarios  importantes de Bahía Blanca y el gobierno nacional”.

Consultado sobre si la difusión de las escuchas por medios periodísticos locales tuvo relación con que posteriormente hayan sido desestimadas en la causa que enfrentaba Suris por narcotráfico, el investigador sostuvo estar seguro que así fue, aunque judicialmente no hay –por obvios motivos- pruebas de ello. Tampoco, más adelante, descartó que hayan exhibido esas pruebas con el único fin de que, luego, no puedan ser utilizadas o al menos, para “embarrar” el proceso.

“Hay algo más complejo, la Presidenta de la Nación, enterada de todo, está molesta, porque este no es un negocio en el que el gobierno nacional tenga que ver, Aníbal tiene su propio negocio. En un eventual gobierno de Scioli, aparece la figura de Cristian Breitenstein como potencial funcionario involucrado. Obviamente, si el ex intendente bahiense es una figura importante en la Gobernación de Scioli, más lo será si llegara a Presidente. Por ende, Cristina le bajó el pulgar a la posible designación de Cristian Breitenstein”, resumió Sanz.

¿Y ahora?

Sobre los alcances de la causa, el periodista supuso que llegarán hasta Aníbal Fernández, y resaltó: “Cristian Breitenstein está hasta las manos, de eso no hay dudas. Hubo presiones judiciales para que esto se tapara de alguna manera, ydespués, la gente de Cristian conoce la situación y no hace nadatampoco, porque que se mueve mucho dinero”.

En este punto, señaló que “el juez Martínez tiene escuchas donde Breitenstein está muy vinculado”, por lo que para el comunicador y director de Tribuna de Periodistas, “si un juez en base a la documentación que éltiene, está seguro que hay un cartel que muevedroga, que tiene que ver con el contrabando, y hasta conel contrabando de personas, si un juez  está determinado a demostrareso, debe tener elementos suficientes para decirlo”, aseguró.

Podría haber más

Cristian Sanz, además, confirmó que el jefe político de Breitenstein, quien fue candidato a intendente por el Frente Renovador hasta hace poco, también aparece en las escuchas y por ende, estaría involucrado. “Son escuchas muy comprometidas, no son maestras jardineras las que hablan, son tipos muy complicados, parte de la mafia, y mencionan los detalles de todos los negocios”, agregó.

“Hubo una presión muy grande de la política para que no semencionara el tema –de inmigrantes, venta de papeles y corrupción portuaria-, entonces lamentablemente, aparecen los datos pero no se han profundizado. Cuando se inicia un expediente judicial, hay una denuncia concreta y después el juez y el fiscal eventualmenteson los que determinan para dónde va la investigación. En este caso nohubo un impulso de la justicia para avanzar por ese lado, había pistas para todos lados, Suris y el narcotráfico, de contrabando de personas y de las facturas truchas. Sin embargo, la justicia en lo que más se enfocó es en las facturas truchas que es el delito menos grave”, recordó.

También, el periodista recordó que cuando detuvieron a Suris, encontraron una balanza de precisión y elementos para cortar cocaína, pero "Juan", como se lo llama en su grupo, negó las acusaciones ya que no se le encontró droga. "Hoy por hoy, él mismo y su abogado buscarán darle nubilidad al expediente, ya se logró que parte del expediente quedara descartado", admitió.

A fin de cuentas, el caso Suris pasó casi a ser, mediáticamente, un título del mundillo del espectáculo cuando su novia salió a amenazar ante todas las cámaras de canales nacionales, con que iba a dar nombres de empresarios si él iba preso por la causa de drogas. El mismo "Juan" ha dicho más de una vez que con su ostentoso estilo de vida sólo buscaba exposición porque le gusta figurar. Sin embargo, lejos de los diarios amarillistas, la causa es lo suficientemente negra como para generar la preocupación de una alta esfera política. De no ser así, no se hubieran separado de su cargo a dos jueces. De no estar en ellas, los políticos antes mencionados, las escuchas quizás hubieran sido tomadas como pruebas. Si Suris no fuera Suris y los involucrados no fueran funcionales al gobierno, tal vez el veredicto hubiera sido otro. Suris y diez de los implicados, pese a que algunos reconocieron los cargos, fueron absueltos de los cargos de narcotráfico. Ahora falta ver qué pasará con los de facturas truchas y asociación ilícita. Pero ese será otro cuento. Un cuento argento.