Con casi 4 meses siendo gobernada por la administración Macri, la Argentina está más o menos como se previó que habría de estar.

Inflación disparada (35% interanual, en ascenso), recesión profundizada, desempleo en más que vigoroso ascenso, lógico aumento en el índice de pobreza (34% - 1.500.000 nuevos pobres en 4 meses), sensible baja en el consumo general, incluyendo auténticos patterns de toda estadística como carne y combustibles, y toda suerte de indicadores de similar tenor.

Hasta el momento, la lluvia de dólares que Mauricio Macri prometió para el 11 de diciembre, lleva 4 meses sin precipitar.

Las cerealeras que, supuestamente, le prometieron gran liquidez inmediata, no le cumplieron en tiempo y forma; trajo 5000 millones de dólares que los bancos para los que trabaja de Prat Gay le prestaron al 7%, pero ofreciendo como seguro bonos por el doble; vinieron Hollande y Obama pero no trajeron a un inversor que quiera instalar un parripollo, y ya blanquea de manera oficial que su único plan consiste en tomar deuda. No hay plan B, dijeron claramente los funcionarios: sólo hay plan D = DEUDA.

Ninguna política social exhibida, ni siquiera enunciada, absolutamente ninguna política de contención o anticíclica para las medidas extremas que han tomado: Arregláte como puedas. Ok: lo esperable de un Macri, al cabo.

Hasta aquí, el parte de situación.

Pero la gran duda que sobreviene es “¿Cómo continúa esto?”.

Es evidente que los capitales que el gobierno planea ingresar vía endeudamiento llegarán a tasa más alta de la esperada, con dos o tres objetivos confesables, y otros naturalmente tácitos.

Los confesables: Cubrir déficit (aunque esté mal), hacer mucha obra pública, infraestructura, etc. Los inconfesables: fugar rumbo a paraísos fiscales, trasladarla desde el estado a los particulares del entorno de poder, viejos conocidos de esa pareja que conforman la Argentina y su deuda externa.  No es de otro modo como se forjó la fortuna de los Macri, al cabo.

Digamos que está claro que nos va a endeudar terriblemente a todos, para enriquecer a algunos. Y uno lo asume, es lo que hay. Se le dispensa hasta el curro, vea.

Pero, ¿qué onda con la gente?

El sueño de Macri es exhibirse como un gran desarrollador y modernizador con la obra pública. No fue otra cosa que eso lo que hizo en la Capital durante 8 años, gastando de manera inusitada para hacer algunas obras de interés (pasos bajo nivel, metrobuses), y otras absolutamente secundarias (múltiples boulevards, reasfaltado constante de lo recién asfaltado para que siempre veamos cuadrillas por aquí y por allá, bicisendas, etc, etc), todo lo que garpa bien en las urnas, pero que provoca un derrame monstruoso de dinero desde el estado hacia las empresas adjudicatarias.

La Ciudad quedó endeudada como nunca antes, la gente se dio cuenta que el metrobus le viene bien pero no lo maneja San Cayetano, y la plata de la deuda pasó a estar adecuadamente encanutada por Caputo, vale decir, por Macri.

Otra vez, Ok. Es la ley, lo votaron, ganó, manda él,  se acabó la discusión.

Pero, ¿dónde están los proyectos de crecimiento genuino?

Los proyectos, aunque sea; mire qué poca cosa le pido: “un” proyecto.

¿Cómo y cuándo se producirá esa imprescindible apertura masiva de fuentes de trabajo?

¿Cómo sintonizan bajar el déficit fiscal eliminando subsidios, pero al mismo tiempo dejar de percibir todas las retenciones?

¿Cómo piensa hacer para que alguien venga a invertir a la Argentina sin pagar salarios del sudeste asiático?

Quiero decir. Se supone que hacer atravesar a todo un país por situaciones terribles como las que los argentinos están soportando hoy día, mínimamente debería conllevar un beneficio posterior. El hombre hace el sacrificio, pongamos que "les colabora" aguantando lo que le provocan, pero con posterioridad recibe una contraprestación beneficiosa.

Mejoran sus condiciones laborales, mejora su seguridad, mejora la educación que reciben sus hijos, mejora su situación económica, mejora la atención sanitaria que el estado le provee...en resumidas cuentas: Vive mejor.

Pero, ¿cuáles son las expectativas que despierta y ofrece el actual gobierno? ¿Sacrificio a cambio de qué?

No porque se espere ver réditos a 4 meses, desde luego, pero si tomamos las promesas de campaña, vamos a convenir que "Pobreza Cero", y "Unir a los Argentinos", son generalidades  bastante livianas desde lo político, como para no haber elaborado, a estas alturas, algún que otro mensaje esperanzador. 

Quiero significar: No podemos seguir con eso  y nada más que con eso, porque, incluso, el palo y medio de nuevos pobres, y la profundización feroz de la grieta, ya las desmienten de entrada.

Si convenimos que ajustar por ajustar no más, es insensato, la conclusión es que todas las medidas tomadas en estos 4 meses tan sólo buscaron (y lograron, claro), beneficiar a los sectores de mayor poder económico. Vale decir, Hood Robin. Esto es taxativo, y no requiere de mayores análisis. Pero, ¿y los demás?

Aquí, a 1/3 del primer año de gobierno, uno advierte que lo único que puede poner algo felices a los votantes de este oficialismo es regodearse en odios y venganzas contra los que estuvieron antes. Y es muy poquita cosa, me cache en Die....es demasiado poco.

Y mire que hablo sólo de los que lo votaron, ¿eh?

Ni siquiera me incluyo, porque no tuve ni tengo mínima expectativa positiva respecto suyo, pero uno hubiera jurado que esa gente, cuando fue a votar, tenía fundadas esperanzas de que la cosa fuera diferente.

La verdad es que no creo que si Bonadío procesa a Cristina Kirchner, el trabajador recupere poder adquisitivo, por ejemplo.

Aún si se consiguiera la perogrullada de recuperar toda la que se llevó Néstor, tan sólo serviría para pagar algunos intereses de la deuda, y no mucho más que eso.

Tengo serias dudas de que con el solo hecho de llamar  a indagatoria al marido de la hija de Calabró, bajen los índices de desnutrición infantil del noroeste.

O que si Lanata le llama narco a Aníbal Fernández, entonces dejará de cortarse la luz en Villa Crespo, o dejará de inundarse Luján.

¿Acaso Obama bailando un tango hace que Margarita Barrientos deba dejar de cocinar para tantos pibes? No, jefe, ni ahí.

Digo...mínimamente, ya que les sacó retenciones a todos los poderosos, incluidas las mineras internacionales, ¡por lo menos muestre algo de delicadeza con el resto, hombre!

Reintégreles el IVA de la canasta de alimentos, súbales los techos de facturación de los monotributos, deje de cobrarles ganancias a los empleados....ALGO.

Es la gente que hace 4 meses lo votó 2 veces, campeón. Me interpreta? Esa misma gente le está financiando la aventura presidencial, y usted no se la saca ni un poquito...

El turco Jorge Asís es frecuentemente citado en nuestras notas, simplemente porque muchos de sus enfoques nos parecen interesantes.

Noches atrás, en la TV, planteó una atractiva disyuntiva que confesó, lo aqueja. Y la volcamos de alguna forma en esta nota, porque nos pasa casi exactamente lo mismo.

¿Será Macri un genio político, un admirable tiempista, un prestidigitador majestuoso que, a la salida del desastre que le está provocando a los argentinos, sacará de la galera  millones de conejos azules y blancos como jamás alguien sacó?..... ¿O será un improvisado paracaidista al que el destino depositó en Balcarce 50, con el viento a favor de la bronca a CFK, tan sólo para hacer todo el trabajo sucio, y que luego Dios provea?

Porque, ¿sabe lo que pasa?  Eso de mantener a la gilada dividida, para reinar, da resultado durante un tiempo. Después hay que cotizar gobernando para toda la gente.

Y porque cuando las papas queman de verdad, la gilada se termina avivando, se deja de pelear entre sí, y hasta al más guapo del pueblo se le empieza a dibujar un destino de Sikorsky...

Tenga cuidado, Macri. Mire que Clarín ya le empieza a marcar la cancha con algún que otro titular inconveniente, mire que las admisiones de "lo voté y me defraudó" ya se están tornando cotidianas, mire que en las redes ya se le empieza a soliviantar la tropa de la derecha nazi porque no les suelta a los presos, tenga presente que hasta Carrió ya anda desesperada buscando la manera de sacar los piecitos de la olla en que metió a sus fieles llevándolos detrás suyo, mire que hasta Espert en lugar de limitarse a celebrar que Uncle Singer se lleva doce mil garrotes verdes, ya lo critica.

Mire que el único que le está quedando incondicional es el bueno de Fernando Iglesias, que de tanto defenderlo absurdamente ya se está convirtiendo en el Luis D´elía amarillo...pobre muchacho.

Está muy lindo lo de las fotos con Obama, el glamour, y toda la kermesse, pero acá hay mucha gente que ya está pariendo, y el parto viene de culo.