Una de las "políticas de estado", por llamarlo de alguna manera, del kirchnerismo fue la de crear enemigos. Siempre, desde sus comienzos, tuvieron enemigos generados por ellos mismos. Desde los productores agropecuarios hasta —como es lógico en el caso de cualquier gobierno populista— el imperio yanki, pasando por el periodismo no obsecuente, la justicia, cuando esta no falló en su favor y, obviamente, cualquier sector político que no esté en sus filas. En este sentido, desde su aparición como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el enemigo preferido elegido por los K fue Mauricio Macri. Y es lógico, ¿quién mejor que Macri para representar en él al "enemigo del pueblo"?
Otra de las "políticas de estado" del kirchnerismo fue tratar siempre de invertir la carga de la prueba. Dicho esto de otra manera, siempre acusaron a los demás de lo que ellos mismos hicieron. O sea, acusar a otro de ser más delincuente que ellos como si esto los absolviera de su propia delincuencia.
Como reza el dicho popular, "el zorro pierde el pelo pero no las mañas", y hoy siguen haciendo exactamente lo mismo.
No quedan dudas, a esta altura de las circunstancias, de que el kirchnerismo fue el gobierno más corrupto de la historia. Pero fiel a su estilo, los kirchneristas, lejos de tratar de demostrar que no robaron (cosa que va a hacer más que difícil, imposible) se aferran al "Panamá papers" para demostrar que el Presidente Macri también es corrupto.
Vayamos por partes y analicemos de manera simple, fácil, sencilla, y sin tecnicismos, que ocurre, específicamente con las supuestas mal llamadas cuentas "off shore" de los Macri.
En primer lugar debemos aclarar que se trata de sociedades, no de cuentas. Segundo, están declaradas, o sea en blanco, y en este punto debemos decir algo tan obvio como que nadie en su sano juicio va a declarar una cuenta, o sociedad como es en este caso, "off shore" si piensa cometer algún ilícito. Tercero, las sociedades son de Franco Macri, y el hijo, o sea, Mauricio, figura solo en el directorio. Cuarto, fueron creadas mucho antes de que Mauricio Macri se dedique a la política, y estuvieron siempre inactivas. Quinto, las sociedades fueron creadas para hacer un negocio en Brasil, que finalmente no se realizó.
Para redondear, Mauricio Macri fue Director de una sociedad "off shore" (declarada, y que no es ilegal ya que son ilegales solo si lo son sus patrimonios) pero que además, esa empresa estuvo inactiva por años y su capital fue el de apertura, de U$s 5.500 dólares.
Otro detalle importantísimo es que Mauricio Macri no fue accionista ni recibió dividendos por su participación, por lo tanto no era obligación declararla.
Pero claro, el kirchnerismo no podía dejar pasar esto de ninguna manera y no solo salen algunos de sus representantes a decir incoherencias tales como que "la detención de Lázaro Báez fue un show para la gilada para tapar el escándalo del Panamá gate", como dijo la diputada Juliana Di Tullio, sino que bien al estilo K, fueron por más, y le piden la renuncia Macri.
Y aquí volvemos al principio, "el zorro pierde el pelo pero no las mañas", y otra vez aplican la táctica de tratar de invertir la carga de la prueba, y un fiscal, kirchnerista obviamente, imputó a Mauricio Macri por las sociedades "off shore" en las que figura.
¿Quién es este fiscal? Federico delgado, un personaje perteneciente a la agrupación kirchnerista "Justicia Legítima" que, entre otras cosas, impulsó una investigación contra funcionarios del Gobierno nacional por el acuerdo con los holdouts, se enfrentó al Juez Bonadío y desestimó una denuncia contra Gils Carbó.
Como podemos apreciar, el kirchnerismo morirá fiel a su estilo, embarrando la cancha, haciendo silencio sobre sus propios delitos y acusando a los demás de los mismos actos delictivos que ellos cometieron.