Tras la investigación de la distribución de las 47 toneladas de efedrina que ingresaron a la Argentina para ser utilizadas en la producción y exportación de MDMA, sobreviene como resultado de la pesquisa llevada adelante por Gerardo Pollicita y Servini de Cubría, la nada absoluta.
Todo obedece al reparto de niños a familias de militares a fines de los años 70 por la entonces jueza de menores María Romilda Servini de Cubría, cuya información completa tiene a buen resguardo el SIDE/AFI Jaime Stiuso.
Las 47 toneladas de efedrina ingresaron al país gracias a una aduana manejada por Ricardo Echegaray que sabía cumplir órdenes a ciegas de Aníbal Fernández, quien se movía a las órdenes de Stiuso como sucede en las logias masónicas.
José Ramón Granero y Gabriel Abboud denunciaron todos los movimientos extraños de efedrina en la justicia federal y gracias a esas denuncias se pudo detener, entre otros, al “Rey de la Efedrina”, Mario Segovia.
Sin embargo, Servini de Cubría, por orden de Stiuso, procesó a los funcionarios de SEDRONAR enemigos de Aníbal y los introdujo en la misma causa donde están los denunciados por Granero y Abboud.
Hoy, a pasos del juicio oral, quienes llevan la causa se encuentran en un atolladero al no tener a los responsables directos del ingreso de efedrina a la Argentina y carecen de este elemento fundamental debido a que la dueña del Juzgado Federal 1, ha recibido la orden de no llamar ni a Echegaray ni a Aníbal, responsables del ingreso de efedrina a Argentina y lo único que tiene son supuestos partícipes necesarios, que en realidad son denunciantes del contrabando.
El 29 de agosto de 2014, la jueza Federal amenazó mediáticamente con hacer un allanamiento en la Casa Rosada, desde donde salían y entraban llamadas que estaban vinculadas al ingreso de efedrina al país, pero como de costumbre, sus amenazas solo fueron eso.
La casualidad judicial deja como saldo el ocultamiento de los verdaderos dueños de la efedrina y procesa a quienes denunciaron la maniobra, quienes llegarán a un juicio oral sin condenados.
Debemos recordar que el tema efedrina tiene 7 años de investigación, que sirvieron para ocultar a los culpables y responsables del ingreso a la Argentina de éste precursor químico utilizado para fabricar éxtasis y crístal dentro de nuestro país y exportar a Sinaloa, México a través de pistas clandestinas en Chaco.
Si bien esta sustancia tiene en su haber tres muertos en la localidad de Gral. Rodríguez y algunos detenidos que afirman que el jefe de las operaciones es el exministro del Interior, exministro de Justicia y exjefe de Gabinete de Ministros —Aníbal Fernández—, jamás se lo llamó a declarar por una supuesta falta de elementos.
Es la misma justicia que según Platón, condenó a Sócrates a tomar cicuta, la misma que detuvo, flageló y crucificó a Jesús de Nazaret y la que condenó a Mandela a 30 años de cárcel. Los culpables libres sin reproche judicial alguno y los denunciantes procesados.
Esta justicia es la que condena a policías por combatir la venta de drogas y cobija a funcionarios judiciales que hacen un enorme esfuerzo por no ver los espacios de venta de drogas y soslayar la actividad de los grandes narcotraficantes.