Cristóbal López, quien se entregó anoche ante la Justicia tras su procesamiento con prisión preventiva, fue uno de los empresarios más exitosos de la década kirchnerista. Cultor de un perfil bajo, ha rehuido el contacto con la prensa y negado ser testaferro del ex presidente Néstor Kirchner. Ha aclarado, incluso, que él ha sido exitoso, en su Comodoro Rivadavia natal, antes de conocerlo.
Ayer, el juez Julián Ercolini lo procesó, con prisión preventiva, por la evasión de 8.000 millones de pesos al fisco que utilizó para capitalizar a otras empresas de su grupo.
Las crónicas periodísticas sitúan la relación de Cristobal López con el ex presidente Néstor Kirchner a partir de 1998, cuando pidió al entonces gobernador de Santa Cruz que interceda para que su firma, la perforadora Almería Austral, no pierda contratos petroleros. A partir de entonces la relación entre ambos fue por demás fructífera.
Los rubros en los que incursionó pasaron por el manejo de los juegos de azar, la hotelería, el petróleo y los medios de comunicación, entre otros negocios. Es cierto que comenzó su actividad comercial antes de conocer a Kirchner, pero los acrecentó exponencialmente luego.
Comenzó dominando el juego en Comodoro Rivadavia, lo monopolizó en la Patagonia y lo extendió al país. En Buenos Aires, por ejemplo, obtuvo de Néstor Kirchner la explotación de los tragamonedas del Hipódromo de Palermo hasta el año 2032.
En el rubro hotelería, la diputada Margarita Stolbizer denunció que la firma Los Sauces, de la ex presidenta Cristina Kirchner, alquiló a empresas de Cristóbal López un departamento, una oficina y cinco cocheras.
En petróleo la empresa más grande del grupo de López es Oil Combustibles, que aportaba el 8 por ciento del combustible al mercado nacional. Durante el gobierno de Cristina Kirchner, retuvo indebidamente lo que, en calidad de agente de retención, recaudó en concepto de Impuesto a la Trasferencia de los Combustibles (ITC).
Fueron 8.000 millones de pesos los que debía girar a la AFIP, por entonces a cargo de Ricardo Echegaray, y no lo hizo, motivo por el cual hoy se disponía su traslado hacia el penal de Ezeiza, donde quedará alojado tras el procesamiento con prisión preventiva por presunto fraude contra el fisco dictado en su contra por el juez federal Julián Ercolini.
En el rubro de los medios de comunicación, el ahora detenido empresario del Grupo Indalo desembarcó en 2012, con inversiones que -según las investigaciones-, derivaron del monto que retuvo del impuesto a la transferencia de combustibles.
Eso le habría posibilitado -de acuerdo con la pesquisa- , comprar diarios, radios canales de noticias y productoras, que además recibieron una importante pauta del gobierno y se pusieron a disposición del oficialismo.
El Grupo Indalo operó también en los rubros bancario, financiero, la construcción y petróleo.
A pesar de su bajo perfil, Cristóbal López incursionó en el mundo de la farándula, con su noviazgo con la modelo misionera Ingrid Grudke. Antes, había estado casado con Muriel Lucía Sosa, sobrina del ex gobernador de Santa Cruz Sergio Acevedo, y, fruto de esa relación, tuvo dos hijos: Cristóbal Nazareno y Emiliano, ambos corredores del circuito TC pista de Comodoro Rivadavia.
Sus negocios comenzaron a andar mal con el cambio de gobierno. Entonces López comenzó a desprenderse de parte del holding, que quedó en manos de su amigo Fabián De Sousa, también detenido ayer en el marco de la causa por presunta defraudación contra la administración pública, en el mismo expediente que Cristóbal López.
Más de una decena de causas judiciales lo requieren, una de las más importantes es la multimillonaria evasión de impuestos.