Es cuestión de tiempo, puede pasar de un momento a otro: el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional 3 de Morón está a punto de ser desalojado por “falta de pago”.

La historia es muy sencilla, como todo desalojo: quien alquila no paga lo que debe, el dueño hace juicio, y llega la debida orden judicial.

Es lo que pasó justamente en este caso, por la aparente inoperancia del administrador General del Poder Judicial de la Nación, Agustín Cinto, con el apoyo del titular del Consejo de la Magistratura, Miguel Piedecasas.

Según pudo saber Tribuna de Periodistas, el alquiler del predio se dejó de abonar en el año 2013. Dos años más tarde, cansado de no tener respuesta concreta, el dueño, Jorge Azariu, inició un juicio.

En ese contexto, los actores de la trama —el propio Azariu junto a Cinto y Piedecasas— fueron llamados a una audiencia conciliación, tal cual el documento que se puede ver a continuación.

Más allá del resultado de ese trámite, llama la atención que durante cinco años no se haya buscado una solución a lo que ahora parece inminente y que conmociona al Poder Judicial moronense.

¿Qué ocurriría si de golpe llega el desalojo? ¿Dónde se mudarán esos? En estas horas el futuro judicial de Morón se decide en una mesa conciliatoria. Un papelón a todas luces.