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Peronismo, pedofilia y pirañas

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El misterio de la bella joven que acompañaba a Perón
El misterio de la bella joven que acompañaba a Perón

La semana pasada hablamos de la relación, al inicio inmejorable, de Perón con la Iglesia, un matrimonio que terminó en tragedia con la quema de iglesias y el criminal bombardeo de la Plaza de Mayo por aviones de la armada que llevaban la leyenda “Cristo vence”.

 

También hablamos de aspectos poco conocidos de la vida íntima de Perón, como la costumbre de invitar grupos de adolescentes de la UES a la quinta de Olivos, hecho que la oposición miraba con espanto y cuyo impactante corolario fue la relación entre un sesentón Juan Domingo Perón con un jovensísima adolescente de 14 años: Nelly Rivas.

Al pasar, mencioné un romance anterior que Perón había tenido con una adolescente. El sobrenombre resultó tan particular que recibí muchos mensajes preguntando quién era esa tal Piraña. Viajemos 12 años más atrás de ese trágico 1955.

En 1943 Perón era secretario de Trabajo y Previsión. Ideólogo en las sombras del GOU, ya era sin embargo uno de los nombres más mentados y se perfilaba como uno de los más influyentes del gobierno militar.

El 16 de diciembre fue invitado al ciclo «Estampas porteñas», que se emitía por Radio Belgrano. El grupo de periodistas y actores que participaban del programa esperaban su llegada con ansiedad. Minutos antes de que la audición saliera al aire, estacionó en la puerta de la radio un Cadillac negro y, para sorpresa de todos, asomó tras la puerta del auto un par de piernas torneadas de pantorrillas firmes. Perón ayudó a descender del auto a la mujer y luego avanzaron por el corredor central de la radio tomados del brazo. Ella era muy joven, esbelta. Tenía el porte de una actriz.

Todos sabían que Perón era viudo. Ante el silencio desconcertado de los anfitriones, por si fuese poco el asombro, Perón presentó a la joven:

—Ella es María Cecilia… —hizo una pausa estudiada y completó—: mi hija.

Alejandro Berrutti, José Antonio Saldías y las actrices Blanquita del Prado y Mary Lewis no atinaban a emitir palabra. Nadie sabía que el notorio secretario de Trabajo tenía descendencia. La noticia corrió como un reguero de pólvora y al día siguiente las revistas comentaron: «La hija del coronel, de nomás de quince años, fue homenajeada por Mary Lewis».

Algunos días más tarde, un periodista solicitó una entrevista a Perón, queriendo indagar sobre la misteriosa hija nunca antes mencionada. Pero el coronel, con la ambigüedad que habría de caracterizarlo, preguntó al periodista:

—¿Qué hija? ¿Se refiere a «la Piraña»?

—¿Qué Piraña? —interrogó el periodista, sin entender.

—Y si no sabe, para qué pregunta… —concluyó Perón, evitando las explicaciones por el absurdo.

Nadie sabía en realidad quién era exactamente esa muchacha que acompañaba a Perón a todas partes, ni qué vínculo los unía. En otra oportunidad, en una reunión, ante la visible curiosidad de los presentes, el coronel la presentó con un gesto ampuloso:

—Les presento a María Cecilia, mi querida sobrina.

Otras veces, cuando recibía visitas en su casa de la calle Posadas, Perón ni siquiera la presentaba y, ante sus camaradas del GOU, se dirigía a ella como si fuese una empleada doméstica pidiéndole que sirviera café.

Durante largo tiempo María Cecilia, apodada a veces «la Piraña» y otras «la Pilonga», fue un verdadero misterio.

Llegó a hablarse de una relación perversa y hasta sugerirse un vínculo incestuoso.

¿Quién era en realidad esta jovencita, objeto de tantas habladurías?

Según puede reconstruirse, a su regreso de Italia Perón fue destinado al Centro de Instrucción de Montaña, en Mendoza. Fue allí donde la conoció.

En este punto la historia vuelve a abrir dos senderos: de acuerdo con una de las versiones, María Cecilia Yurbel era hija de un peón rural viudo que no podía mantener a sus hijos. El coronel, encandilado por la belleza de la muchacha, aceptó «desembarazar» al hombre de la carga que significaba su hija. Así, la joven pasó a ser una suerte de «criada» del solitario militar viudo. Es decir, le daba el sustento y, a cambio, recibía todos los «servicios» que requería un hombre.

Otra versión, acaso más presentable pero menos verosímil, señalaba que se conocieron en el acto de inauguración del Instituto Nacional Sanmartiniano de Mendoza.

María Cecilia Yurbel nació en Mendoza el 11 de febrero de 1924. Treinta años menor que Perón, María renunció a todo lo que la unía a su familia y a su provincia para marcharse junto a él.

Así la definían en un artículo de El Laborista: «Era una joven de expresión desenfadada, esbeltas piernas y mórbidas caderas».

A juzgar por la belleza de María Cecilia, muchos se preguntaban por qué Perón la apodaba la Piraña. Algunos autores lo atribuyen a su buen apetito, aunque no aclaran exactamente a qué voracidad se refieren. Todo indica que la relación de Perón con su Piraña era de la más pura carnalidad.

La forma en que el entonces secretario de Trabajo manejaba la información sobre su vida privada no era muy diferente del manejo que hacía de la información pública; era muy frecuente que Perón inventara noticias estentóreas para mantener otros hechos en secreto. Muchos se preguntaban por qué mintió públicamente acerca de la paternidad sobre María Cecilia.

Perón sonreía cuando sus íntimos le recriminaban la ligereza. La risa de Perón tenía un motivo: con su maniobra distractiva había logrado que nadie descubriera que esa muchacha menor de edad, le había sido «entregada» de manera dudosamente legal.

 
 

7 comentarios Dejá tu comentario

  1. ¡Aburrido! Andahazi es buen cuenta cuentos pero su anti-peronismo ya es militante. Peron fue un problema para el pais pero su movimiento es un sintoma y no la causa de las cosas que pasan. Y si una mujer joven libremente se asocio con el no hay nada que decir. Distinto es que sea contra su voluntad, con engaños u sometimiento. Andahazi fue pescado por el comentarista de arriba queriendo agregarle una mancha al tigre como si le faltaran.

  2. La columna chimento del día, la próxima esperamos leer los artículos de rial, polino, ventura, baby etchecopard y beto casella..¿que buscan con esto muchachos, tapar y distraer el hecho de que la economía anda para el OGT?

  3. los aviones decian Cristo Vence??? y seguro la idea fue de ISAAC Rojas... contate otra!!! aprendiz de marrano farsante.

  4. Isaac rojas, menendez y demás ralea, mientras cientos de calles y avenidas llevan los nombres de peron y evita los terroristas autoritarios del golpe bochornoso, antipatria y criminal del 55 pasaron a ocupar el tacho de basura de nuestra historia, nadie los recuerda ni conmemora sus fechorías, la sociedad les dio el sitio que merecen.

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