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Las Fuerzas Armadas y la marcha de la mentira

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El kirchnerismo como verdadera y única amenaza a la democracia argentina
El kirchnerismo como verdadera y única amenaza a la democracia argentina

Tras el decreto de Mauricio Macri habilitando a las Fuerzas Armadas a brindar apoyo logístico (no a intervenir directamente) en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo (problemáticas por las que muchos inocentes mueren a diario en nuestro país), sectores de izquierda (hegemonizados por la extrema izquierda kirchnerista), marcharon denunciando el uso de la fuerza militar para una supuesta represión de la protesta social.

 

Se trató, lisa y llanamente, de una puesta en escena descaradamente mentirosa. En ningún momento ello se desprende del texto del decreto. Más aún, ya van tres décadas en que los militares argentinos no participan en política ni dan muestras de tener voluntad, capacidad ni consenso social para amenazar la democracia.

El único momento en que hubo un atisbo de autoritarismo castrense en los decenios recientes fue cuando Cristina Kirchner designó y sostuvo a César Milani al frente de las fuerzas. Éste se encontraba denunciado por terrorismo de Estado durante la dictadura, juró “por el proyecto nacional y popular” (denotando vocación partidista) y recibió una importante transferencia de recursos de parte del gobierno para montar una inteligencia militar paralela a la inteligencia civil y orientada al espionaje interno. Pero no se trató de una iniciativa proveniente del interior de las Fuerzas Armadas, sino que fue impuesta desde afuera por el kirchnerismo. No evidenciaba una voluntad autoritaria de una corporación castrense desbocada, sino un intento más del kirchnerismo de avanzar con su proyecto autoritario, esta vez subordinando ideológicamente y empleando partidariamente a los militares.

La mayor parte de los que marcharon (en particular, el kirchnerismo), son los mismos que callaron e incluso avalaron el autoritarismo y partidismo militar que pretendió imponer Cristina Fernández a través de Milani. Más aún, callaron y volvieron a callar frente a los exabruptos totalitarios de Luis D’Elía, quien recientemente convocó a “fusilar a Macri en Plaza de Mayo”, y quien ya tiempo antes había aconsejado a Maduro “fusilar” a Leopoldo López (lo que demuestra que no fue algo accidental). Son los mismos que callan frente a las atrocidades y abusos de la dictadura más larga y de la dictadura más nueva de nuestro continente, que son Cuba y Venezuela.

Lo único que políticamente amenaza a la democracia argentina hoy en día es la extrema izquierda, liderada y cohesionada por el kirchnerismo. Afortunadamente, la extrema derecha goza de muy mala prensa y virtualmente nula repercusión social desde las atrocidades cometidas por la última dictadura militar. Pero la extrema izquierda no cuenta con un repudio social unánime y contundente como ocurre con la extrema derecha, y como debería ocurrir con toda forma de extremismo autoritario.

En otras palabras, la amenaza a la democracia argentina no está en los militares, sino en el kirchnerismo de extrema izquierda. Los militares no gobiernan ni intentan gobernar desde hace 35 años. El kirchnerismo estuvo hasta hace poco en el gobierno y tiene capacidad para pelear por volver a ejercerlo. Los militares han carecido en las últimas décadas de cualquier tipo de actitud, indicio o declaraciones públicas de autoritarismo. En el kirchnerismo, han abundado las declaraciones públicas intolerantes e incluso totalitarias, como llamar a tomar los tribunales por la fuerza, a tumbar a un gobierno democráticamente elegido o, como puntualizamos antes, a fusilar al presidente en la plaza más emblemática y central del país.

La marcha contra Macri, y a través de Macri contra las Fuerzas Armadas, debió dirigirse, para ser coherente con su propia consigna de defender a la democracia contra sus amenazas, contra el propio kirchnerismo, que era el principal sector aglutinador y organizador de la marcha (es decir, debió dirigirse contra sí misma). Desde luego, semejante coherencia y autocrítica nunca va a tener lugar en los sectores que adhieran a alguna forma de extremismo, ya que se encuentran dominados y enceguecidos por el fanatismo. Por eso, no podemos pretender que el kirchnerismo cese su comportamiento antidemocrático. Es la sociedad la que debe obligarlo a ello. Y en “sociedad” se incluyen ciudadanos en general, pero especialmente líderes de opinión, como dirigentes sociales, líderes políticos, periodistas, etc.

En democracia, todas las posturas democráticas deben ser toleradas. La tolerancia no es la mera abstención de la agresión física. Consiste en crear un ambiente de respeto, en el que todos se sientan parte del debate. Implica, incluso, valorar la diversidad, que nos enriquece, porque incrementa la creatividad y reduce la probabilidad de error.

Ahora bien, las posturas no democráticas no deben ser toleradas, porque ellas ponen en riesgo la tolerancia misma. “La intolerancia es lo único intolerable”, sentenció Voltaire en el siglo XVIII. Karl Popper, por su parte, llamó a esto “la paradoja de la tolerancia”. En La sociedad abierta y sus enemigos (1945), expresó que: “La tolerancia ilimitada debe conducir a la desaparición de la tolerancia. Si extendemos la tolerancia ilimitada aún a aquéllos que son intolerantes; si no nos hallamos preparados para defender una sociedad tolerante contra las tropelías de los intolerantes, el resultado será la destrucción de los tolerantes y, junto con ellos, de la tolerancia”.

Desde luego, la intolerancia contra los intolerantes no consiste en una intolerancia penal o policial, sino meramente social y pacífica. Darle al Estado el poder de controlar el pensamiento o las ideas sería un autoritarismo tan grande que atentaría contra la democracia misma, incluso aunque lo que se pretenda perseguir sean ideas autoritarias. Esto quedó demostrado, una vez más, en la famosa “caza de brujas” macarthista contra los comunistas en Estados Unidos al inicio de la Guerra Fría. Sin embargo, hablando de condena social, las ideologías y posturas autoritarias deben ser repudiadas rotunda y unánimemente por los ciudadanos, sean de izquierda o de derecha. Las acciones y declaraciones autoritarias o intolerantes no deben pasar desapercibidas ni gozar de un clima de impunidad si pretendemos sostener, fortalecer y perfeccionar nuestro joven pero prometedor sistema democrático.

 
 

12 comentarios Dejá tu comentario

  1. María, mononeural, vos le crees a Cris y a Nestor, a Maduro y a Chavez, al Che y a los Castro, por las dudas los Tres Reyes Magos no existen ...............

  2. Pero esto ya lo hizo el kirchnerismo en septiembre del 2013. Y también fue promesa de campaña del Tajaí de Massa. Lo mando por esta misma cta.en Twitter. No sean caraduras!

  3. ¡Je,je! “Están allí donde no llega el Estado –reflexionó–, esta lucha tiene dos frentes: uno MILITAR y otro político, social y económico.” ¿Quién dijo ESTO? Pues la ex presidente Cristina Fernandez de Kirchner al referirse a la PRESENCIA DEL NARCOTRAFICO, en oportunidad del lanzamiento del operativo ESCUDO NORTE. Ademàs de INCLUIR a las FUERZAS ARMADAS dijo que se aportaría ademàs de la logistica, EQUIPOS DE INTELIGENCIA TACTICA DEL EJERCITO. Como este es un sitio de Periodistas, es correcto FUNDAMENTAR lo expuesto, para ello que mejor que acudir a un medio "serio y confiable" como el Pagina 12 que desarrollaba la nota de los expuesto: https://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-172726-2011-07-21.html . Lo notable es que entonces no se recuerda la resistencia encarnizada de los grupos de izquierda como de DDHH como sucede ahora. ¿Cuál era la diferencia si las fuerzas son las mismas? ¿O se interpretaba que las FUERZAS ARMADAS HASTA EL 2015 ERA "EL PUEBLO EN UNIFORME" y ahora son las TROPAS DE LAGARDE?. ¡Cuanto farsante por Dios! Papa Francisco, "lluvia de rosarios" sobre el pueblo Argentino ya que tiene muchos de sus "seguidores" enchastrando la PAZ SOCIAL.

  4. La gran mayoria de participantes de esa marcha no tenia ni la menor idea de que se trataba por que no leyeron el decreto,pero fueron arreados como borregos al matadero por una tilingada de una izquierda imbecil y por el justicialismo kristinista que jamas leyo algo mas que no fuera el libro que le hicieron creer que lo escribio Eva Peron,asi funciona el populismo moviendo masas de gente con muy pocos conocimientos y de muy baja intelectualidad,diria casi nula

  5. El zurdaje argento miente descaradamente por conviccion o por conveniencia. Lo unico que son capaces, ya que no saben como ganar elecciones, es organizar marchas para indignacion del ciudadano que debe ir a trabajar, y contenerse ante los piquetes. Pero ellos siguen, apoyados ademas por algunos " conductores de TV " que lamentablemente existen. Como decia aquel experimentado periodista, son los que " tiran la mierda y se lavan las manos ". Lo que nos queda a los atormentados espectadores, es cambiar de canal. Pero podriamos hacer mas: darnos cuenta de quien es el anunciante, y no consumir esos productos, o servicios ofrecidos. Por ejemplo, para graficar, Mauro Viale y su pedorro programa, si tenes un accidente, no llames nunca al anunciante, buscate un abogado decente, que los hay, y si te preguntan " porque ? " contales, Uds. patrocinan a un chanta, amarillero, y decir todas las adjetivaciones del caso.

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