Esta semana, en pleno debate por los allanamientos a su domicilio, Cristina Kirchner aseguró que será la primera senadora allanada en la historia.
En el mismo sentido, remarcó que el juez Claudio Bonadío es un títere de un poder judicial que se "utiliza para proscribir a persecución y proscripción de dirigente populares".
La expresidenta sostuvo que estas persecuciones “les pasan a lo que, con errores y con aciertos, creemos en algo y lo defendemos. Creo en lo que hice como presidenta, creo en la redistribución del ingreso, en el empoderamiento de derechos, en las universidades públicas, en la ciencia y la tecnología, en el desendeudamiento”.
Y añadió: “No me van a hacer arrepentir si creen que con los bonadíos, con los desafueros me voy a arrepentir, no, no me arrepiento de nada de lo que hice".
Finalmente, sin darse cuenta se autoincriminó en la trama de las coimas en la obra pública: "¿Creen que la patria contratista y la cartelización de la obra pública empezó el 25 de mayo del 2003?".
Cuando pases una luz roja y te pares frente al controlador decile “Usted cree que las infracciones empezaron bajo mi contemporaneidad?” y entrégale un escrito con las condiciones que impones para pagar la multa.
— WW (@WolffWaldo) 23 de agosto de 2018
Pone cara de perseguide.
Tened buen día plebeyos.