La prohibición de ingreso al recinto del Concejo Deliberante local hacia a mi persona y tres colegas más el jueves 23 de agosto, donde se trataba la remoción del busto de Néstor Kirchner de la plaza central, motivó nuestra denuncia penal en una fiscalía de Morón. Esta censura y discriminación es un eslabón más de la larga cadena de restricciones de parte de la administración del intendente Ramiro Tagliaferro hacia los periodistas independientes.
Esta nueva lesión a la libertad de prensa tiene responsables: la presidenta del Concejo Deliberante local, Concejal Analía Zapulla (GEN), su secretario Gonzalo Ortiz, Andrea Morales (HCD), Carolina Bartel y Santiago Salinas, subsecretarios de comunicación institucional municipal.
Con el pretexto de que hay que acreditarse previamente, lo cual es falso (ya que no invitan a una serie de periodistas que integramos la lista negra) y con la excusa de la falta de espacio físico (otra falacia) ese día “prensa” del Concejo Deliberante nos impidió el ingreso a una sesión donde se trataba un tema candente; además fuimos hostilizados por personal de seguridad municipal y policial apostados como una guardia pretoriana frente a la puerta de la secretaría de prensa y también dentro de los pasillos.
Junto a mis colegas Hernán Cardo (periódico Quinto Poder Conurbano) y Matías Martínez (FM en Tránsito), no sólo presentamos la denuncia penal por censura y discriminación ante la justicia local, sino que denunciamos públicamente este nuevo acto que atenta contra el derecho a la información de la gente, ya que queríamos cubrir los pormenores de la sesión.
Lo grave es que estas autoridades suelen prohibir la entrada a una media docena de periodistas críticos y autorizan a ingresar a medios pautados y también a comunicadores mercenarios o empleados del PRO, cuyas operaciones de prensa y propaganda negra sobre opositores son bien conocidas en nuestros círculos.
Desde el comienzo el gobierno local de Cambiemos se les niega a muchos medios la pauta publicitaria que corresponde por decreto municipal, o bien se la reparte discrecionalmente, sea por cifras irrisorias como castigo o exorbitantes como premio.
Estos hechos no son aislados, sino que responden a la política neoliberal de medios hegemónicos que suprimen con el apagón informativo la censura, el desfinanciamiento y la persecución ideológica a medios y colegas díscolos.
Quienes, hace décadas, trabajamos en los medios observamos que a Tagliaferro sólo le importan los medios nacionales y algunos pocos locales que ofician de mercenarios mediáticos, listos para difundir partes oficiales o defenestrar a rivales políticos con total impunidad.
Buena parte de los medios locales hacen de lacayos informativos de Cambiemos, difundiendo falsedades acerca de los logros del gobierno a través de pasquines locales o micrófonos cómplices.
Denuncio que todo esto ocurre en Morón de forma permanente y creciente, y que son claras señales de que la oligarquía blanca necesita acólitos en los Medios, domesticados y disponibles para operaciones de prensa contra opositores.
El gobierno de Tagliaferro desprecia y odia al periodismo independiente y se presta a desmontarlo totalmente para establecer un discurso único en línea con la estrategia gubernamental, y legitimando este régimen antipopular y clasista; y así crear realidades virtuales mediáticas para consumo del Establishment, su target electoral.
La prensa libre de Morón resiste y dará batalla, un periodista debe ser no sólo objetivo, sino imprevisible como el viento salvaje y crítico al Sistema injusto, estamos preparados y de pie. Ni un paso atrás.