Cuando creí haber visto todo en cuestión de conductas humanas delirantes, una fiesta familiar – que tiene que ser intimista y de festejo por la vida de la agasajada –, la misma se vistió de ideología política totalitaria que traspasa fronteras y el mal gusto: Morena, la hija de los actores “militantes” Pablo Echarri y Nancy Dupláa, festejó su cumpleaños de 15 con una teatralización épica de su compromiso con el feminismo extremo (léase ideología de género): un cotillón de guerra relativista, donde el puño en alto cerrado abrazado por un pañuelo verde (símbolo de la tercera ola del llamado feminismo post-estructuralista), fue la frutilla del postre. Cabe destacar que entre los invitados de honor, contó con la presencia del grupo de Actrices Argentinas. De fiesta, a farsa de entronización de fanatismo extremo y propaganda populista. Joseph Goebbels, ministro de Información y Propaganda del Tercer Reich, sostenía: “Hay que hablar del tema hasta en el tranvía”. Es decir, no importa que sea verdad. Hay que tirar y tirar falacias. La posverdad es hija aventajada del populismo de izquierda.
Las personas tienen la libertad de festejar como más les plazca, pero utilizar el cumpleaños de 15 de una hija para provocar e instalar tópicos de una ideología totalitaria es torpe, indignante y peligroso. La señora Dupláa manifestó en su cuenta oficial de Twitter: “Mi hija es activista, muy de su pañuelo verde a todos lados y se aguanta los trapos. Tiene una adrenalina parecida a la de Pablo” / “Es una piba que ante la violencia se activa, una cosa rarísima” / “Está a pleno con eso, súper combativa y comprometida” / “Fue una noche mágica” / “La torta deliciosa y significativa”. Claro está, la violencia y la reacción de los que no queremos que se nos diga como pensar, eso para la "militante" no es violencia. ¿No son acaso los padres los responsables de la educación de sus hijos?
Echarri y Dupláa, son dos actores con escasos recursos dramáticos. El arte escénico no es el fuerte de la pareja de dogmáticos alcahuetes K. Con todo, Echarri es dirigente ejecutivo de la SAGAI (Sociedad Argentina de Gestión de Actores e Intérpretes), que ha tenido más de un dolor de cabeza con la justicia de España por la ley de reciprocidad (regalías). Es el tesorero y maneja la caja chica de una ONG que tuvo en Néstor Kirchner, a su mentor supremo. El dueto Echarri- Dupláa vive del acting y toda teatralización disfrazada de “compromiso” social. Es pura propaganda populista berreta, que disfrutó las miles del poder kirchnerista del ayer y hoy – sin pauta y contratos millonarios–, se victimizan. El “viejo truco” de cacarear por izquierda y cobrar por derecha.
En fin, sugiero ante la expuesta psicopatología política para el próximo festejo: “una torta donde CFK rechace la ley del aborto por dos períodos de gobierno y ahora apoya con desfachatez el snobismo verde”; “un bizcochuelo con Lázaro Báez”; “Los bolsos de 9 millones de dólares de José López”; “Néstor Kirchner abrazado a una caja fuerte con éxtasis”; “Los cuadernos de la coimas de Oscar Centeno”; “los 36 mil millones de dólares de las coimas y retornos del dinero K”. Así hasta el fin del universo, si es que el universo tiene un fin. Por tales motivos, los informes de Transparencia Internacional (TI) colocó a nuestro país como uno de los más corruptos del mundo. ¿Qué hermosa torta de cumpleaños “militante” se podrá hacer verdad? El relato colapsó. Ya lo dijo el Gran Corso hablando de la educación de los hijos: “La educación de un niño comienza veinte años antes de su nacimiento, con la educación de sus padres” (Napoleón Bonaparte).
El dueto Echarri- Dupláa que vive del acting y toda teatralización disfrazada de “compromiso” social. Cuando la psicopatología política adoctrina, y es espejo de sus propias limitaciones intelectuales.
Gustavo Contarelli