“El holocausto no fue un acontecimiento singular sino una manifestación terrible pero puntual de un ‘barbarismo’ persistente…”. Z. Bauman en “Modernidad y Holocausto” (1997).

Tiempos de barbarie que para los griegos era el tiempo de los que balbuceaban y que en el idioma de ellos era el actual “bla-blá” de lo intrascendente y fatuo que nos domina. No solo era lo extranjero a lo griego y al latín sino que era el predominio de la violencia, el sin sentido apelando al “bla-blá” continuo. La “sarasa” que tanto predomina en nuestro medio y que parece tener poder sobre la manipulación de las conductas y los hábitos. Palabras sin sustento. Negación de las evidencias pero que igual se imponen. Pero también tiempos de Holocausto o sea de genocidios silenciados.

Escuchar a los pacientes y sus familias nos acerca a la “barbarie”. Tiempos de mutilación de existencias .Jóvenes que viven para drogarse .Padres que se drogan con sus hijos o con otros familiares (el 30 % tienen familiares directos y un 40 % indirectos como primos, tíos, etc. en la experiencia de Gradiva).

Me sorprende que en una Asamblea comunitaria de Gradiva un paciente confiesa que gana 45.000 pesos por mes y todo se lo lleva al “dealer” para asegurarle las dosis del mes; frente a eso pregunto cuántos otros hacían lo mismo y casi el 70% me responde positivamente. Otro solícitamente tenía un “peruano” amigo que en Villa Narco cerca de Chacarita le aseguraba un cuartito , drogas siempre y cuando le asegurara lo que trabajaba de “sol a sol” todos los días. Además le proveía comida. Afuera quedan hijos, compromisos familiares. Solo importa ese “polvo” que asegura un placer mortífero hasta el limite mismo del éxtasis que culminará con suerte en una sala de guardia.

Tiempos de compulsión y de compulsiones prestigiadas mientras el sin-sentido masivo de tipo existencial parece triunfar. Tiempos de negocios. Tiempos de clientes ya no de padecimientos o sea de pacientes. Tiempos de esclavitud. El nuevo holocausto.

Vivimos en época de barbarie. Hay barbaros que nos gobiernan pero no me refiero a gobiernos locales sino a contextos culturales que se imponen y son ya indiscutidos y tienen la fuerza de la dominación de las mentes e imponen modas y hábitos que en muchos casos precipitan anticipadamente al cementerio. Pero eso no parece importar. Esto se coloca “debajo de la alfombra”.

Estos nuevos bárbaros campean poderosos gracias a la alianza forjada en torno al individualismo sin límites, dirigido a la satisfacción de los impulsos más primarios de dinero, sexo, y hedonismo al servicio del Poder, como únicos fines que justifican una vida realizada.

Es la alianza de la élite cosmopolita y globalizadora que bajo el barniz progresista destroza a la vida familiar y condena a miles a la pobreza ya que está comprobado que el mejor antídoto a la misma es tener una red próxima de apoyo. Vida centrada en la química y no en los encuentros. Crisis de la Ley en el seno de lo que queda de las familias en nuestros pacientes (pensemos lo que puede significar que un hijo consuma con sus familiares) y en los propios territorios culturales. Se privilegia el Individuo por ende al Ego y queda afuera el Bien Común.

Estos nuevos bárbaros están liquidando las fuentes de nuestra cultura, su legado y tradición, y con ello han cercenado toda idea de virtud. Los narcos y los legisladores que promueven el consumo de drogas tienen un mercado apetecible de huérfanos de sentido y de “nadies” en donde el vacío los lleva de un lado a otro. Parece ser un “nuevo salvajismo de matriz progre”.

El mundo de los clientes

La clientela aumenta en esta nueva barbarie debido a tres factores:

A. la banalización del consumo de drogas y la aceptación social desde donde se montan nuevos intereses comerciales que entran en la carrera para captar esta población cautiva .Si para nosotros son pacientes para ellos son clientes y es una clientela apetecible y que genera mucha plusvalía ya que a los narcos se le suman estructuras farmacéuticas e industriales que pugnan para lograr cambios legales y ampliar la venta de productos cannabicos ,por ejemplo, como ya lo están logrando en Canadá, U.S.A. y Uruguay.

B. la crisis de los sistemas familiares de contención en estos pacientes con múltiples escoriaciones y ausencias por fallas de personajes representativos con abandonos, negligencias y en muchos casos abusos desde físicos hasta sexuales.

C. Y por último un sistema cultural y educativo de matriz “progre” que está triunfando en nuestro país en donde los valores de la salud y la calidad de vida como transmisión a los adolescentes se derrumba ante el individualismo y la promoción de un hedonismo insustancial. El capital institucional que representan las culturas educativas, barriales y espirituales se hallan en franca minoría cuantitativa y cualitativa ante las oleadas de una “sociedad líquida” y que promueve vacíos de contenidos éticos en los desarrollos humanos.

Sociedad desvinculada y negocios

El marketing del consumo, la imagen prestigiada de los que lo hacen y la promoción de la vida desde lo químico es la clave en esta sociedad desvinculada (Josep Miró i Ardèvol-filósofo español) que ha surgido en donde lo humano, la palabra, la Ley cede frente a los deseos individualistas y en una alabanza de la satisfacción como máximo logro y en donde tener o adquirir compromisos es una pérdida de la libertad. No hay ya más deber- ser…todo esto cede ante lo apetecible. Surge un mundo de “nadies” que circundan el vacío de sus existencias. Ahí la química da una respuesta fugaz pero que se va transformando en necesaria.

Ya entrada la marihuana en el mundo de los negocios legales entra la industria del alcohol a sumarse a este negocio de los “vacíos subjetivos” de millones. Los fabricantes de alcohol comprobaron que disminuyeron sus ventas en los distritos donde en las tiendas americanas y canadienses se vende marihuana. Entonces se unen empresas y los ingenieros químicos tendrán una nueva tarea. El acuerdo de Canopy Growth Corp. y el fabricante de la cerveza Corona hicieron subir más del doble el precio de las acciones del productor de marihuana. La producción de alcohol con cannabis sería un hecho en los próximos años. Tiempo de químicos para generar con un marketing adecuado nuevos territorios a cautivar y de cautiverio. Clientes hay.