Todo futbolista apunta siempre a lo más alto. Y más si es considerado uno de los mejores de la historia. En el ámbito del fútbol mundial a nivel de clubes la Champions League es sin duda el trofeo que más sueños provoca en los futbolistas y en los hinchas, que quieren ver a su equipo levantar la Orejona y gritar su felicidad al cielo. La edición 2018-19 ya presenta una serie de candidatos que no quieren desperdiciar otra ocasión para alcanzar la gloria.

Y entre ellos se halla Lionel Messi, nuevo capitán del Barça y número 10 del equipo blaugrana que ha hecho patente su deseo de volver a ganar esta competición en su discurso de principio de temporada. “Tenemos la espina clava de la Champions”, admitió el rosarino  a 'Catalunya Radio', al que todavía le escuece la eliminación de la temporada pasada contra la Roma, algo muy difícil de aceptar tras ganar el partido de ida por 4 a 1 en el Camp Nou.

Así pues, mientras el Barça ha empezado muy bien la temporada en la liga nacional ganando los tres primeros partidos, ahora los blaugranas quieren comenzar con buen pie también en la Champions, en la que tendrán como primer test el choque contra el PSV Eindhoven en el Camp Nou. En este partido el Barça es el claro favorito debido a una abismal diferencia entre los dos planteles a disposición de cada equipo. El poder del ataque blaugrana, en el que además de Messi están Coutinho, Suárez y Dembelé, todos elementos desequilibrantes, es sin duda el arma principal del técnico Ernesto Valverde, que sabe cómo hacer convivir a varios cracks de carácter ofensivo en su equipo. Tras la pérdida de Iniesta, que verá su lugar ocupado por Coutinho, el Barça hará hincapié en Arthur, un centrocampista con el ritmo de juego típico de la Masía, y sobre todo en las ganas de Messi de volver a comerse el mundo. El rosarino viene de un mundial opaco con Argentina y su deseo de dejar, al menos por el momento, la Selección, hace que pueda concentrarse exclusivamente en su equipo de siempre, del que ahora es capitán y con el que quiere asumir nuevos retos.

La de la Champions es sin duda una obsesión para Messi, que ha ganado tres como protagonista pero también ha quedado eliminado en cuartos de final en las últimas tres ediciones, que para más inri han visto imponerse al Real Madrid, el rival histórico.

El grupo del Barça es sin duda uno de los más complicados, ya que los blaugranas tendrán que enfrentarse no solamente al PSV, un equipo con experiencia internacional, sino que también deberán verse las caras con el Tottenham, que tiene uno de los juegos más rápidos del continente, y con el Inter, histórico equipo italiano que ha protagonizado un buen mercado de fichajes.

El camino para la final del Wanda Metropolitano, que tendrá lugar el 1 de junio próximo, va a ser largo. Y lleno de dificultades, hasta para un crack como Messi.