“Pobreza cero”, era una de las más ambiciosas promesas de campaña de Cambiemos en las últimas elecciones presidenciales de 2015. Tan ambiciosa que parecía irresponsable.
La intelectual Beatriz Sarlo criticó en ese entonces al presidente Mauricio Macri por esa promesa y dijo que el concepto de "pobreza cero no existe, es como abrir una embajada en Júpiter".
Con el paso del tiempo, la afirmación se fue convirtiendo en un objetivo menos idealista: “‘Pobreza cero’ es un horizonte, es lo que nos guía, el rumbo hacia dónde vamos” dijo Macri frente a la Asamblea Legislativa el 1 de marzo de este año.
Luego, el propio presidente pidió en una entrevista a diario La Nación en 2016, que en 2019 su mandato sea juzgado por su desempeño para combatir la pobreza.
-«¿Por qué cifra le gustaría que sea juzgado su gobierno en 2019?»
-«Pobreza. Si cuando termino mi presidencia no bajé la pobreza, habré fracasado».
Un año antes, a través de Clarín, le pidió algo parecido: «Quiero que me juzguen por si fui capaz o no de reducir la pobreza».
Según la estimación de la Encuesta Permanente de Hogares, durante el segundo semestre de 2018 el porcentaje de personas debajo de la línea de pobreza fue del 32%.
Además, un 4.8% de los hogares está por debajo de la línea de Indigencia, es decir, no llega a cubrir con sus ingresos elementos para satisfacer necesidades básicas alimentarias.
Entre principios de 2018 y finales del mismo año, la pobreza aumentó casi 5 puntos.
A su vez, las niñas, niños y jóvenes son los más afectados: el 46.8% de les menores de 15 años vive en hogares pobres. Más de la mitad de los chicos argentinos.
Macri pidió un juicio de valor en base a la pobreza. El momento llegó. Es un incapaz.