Este lunes, el ex presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez, cuestionó la gestión de Mauricio Macri por los resultados económicos negativos y afirmó que le "duele" haber sido "cómplice silencioso" de este Gobierno porque él militó para que el sector empresario acompañe al hoy Presidente de la Nación.
A ese respecto, el empresario sostuvo: "Yo me peleaba con el otro gobierno (de Cristina Kirchner). Tuve una relación tensa, por lo menos. Pero yo sabía lo que esperaba de ellos y ellos de mí. Yo dije que el proyecto de Macri era más serio que el de (Daniel) Scioli. Bueno, me equivoqué y me duele. Me duele haber sido cómplice silencioso de Macri".
En tal sentido, Méndez dijo que si bien hace un año rechazaba de plano poder apoyar a Cristina para que vuelva a ser presidenta, hoy eso "ya es posible, porque uno aprende a cualquier edad".
Al evaluar la situación de la economía de la Argentina, Méndez dijo que se está viviendo un momento "muy difícil, muy negro" y agregó: "El presente horrible y el futuro está lleno de incertidumbre".
El empresario descartó que la suba del indicador Riesgo País esté emparentada exclusivamente a la posible candidatura de Cristina Kirchner a la presidencia y afirmó que hay otros factores, como "la mala praxis" de la gestión Cambiemos para manejar la economía.
"El Gobierno no se va a hacer nunca cargo. Este es un país en el que la culpa siempre la tiene el otro, como decía Tato Bores", afirmó el ex presidente de la UIA en declaraciones a la radio Futurock.
En esa línea vaticinó que el plan oficial "Precios Esenciales" que congeló 64 productos por seis meses "no se va a mantener" porque con la suba del 7% del dólar registrada en la última semana "no se puede mantener ningún precio".
El empresario consideró además que la Argentina es hoy "un barco sin conducción, porque no hay nadie que lleve el timón hacia un determinado rumbo".
Según Méndez, "no hay razón que justifique que estos resultados eran los que la gente querían" dado que la situación económica es "muy muy grave" y la gente está "muy muy entristecida" al punto que hasta se ha perdido cualquier "síntoma de festejo o alegría" en las calles.