Todo arrancó cuando el apoderado del Partido Justicialista, Jorge Landau, solicitó a la Cámara Nacional Electoral que la empresa Smartmatic "no intervenga en las elecciones", al considerar que el Gobierno la "contrató de forma discrecional" y "genera incertidumbre con vistas a los comicios", luego de un simulacro de transmisión de datos del escrutinio provisorio.
La palabra que no mencionó el referente del peronismo es “fraude”, la misma que todos dentro de ese espacio pronuncian por lo bajo.
En ese contexto, el colega Hugo Alconada Mon salió a aclarar que “no es posible el fraude electoral en la Argentina, desde hace décadas” (ver video al pie).
Al mismo respecto, el periodista sostuvo: “Tanto jueces como fiscales federales, como miembros de la Cámara Nacional Electoral, todos lo confirman en distintas circunstancias. Hay un matiz: lo que puede ocurrir es que, si la contienda electoral es demasiado pareja, mediante la carga de los telegramas o con delitos electorales (embarazar la urna, y demás), se pueda alterar un resultado que venía muy, muy parejo”.
Alconada explicó que oportunamente la Cámara Nacional Electoral le ordenó al Poder Ejecutivo ciertas pautas de transparencia que reclamaban los partidos políticos. “Estas pautas exigen que los partidos que quieran y que puedan, controlen toda la secuencia de la elección. Estamos hablando siempre del recuento provisorio, el que se hace rápido, la misma noche de la elección, y que no tiene validez legal (aunque sea el que vemos todos en los medios)”, añadió el colega.
Y agregó que el recuento provisorio está en manos del Poder Ejecutivo, “y este es un factor decisivo. Porque esta es una vieja disputa que tienen el Poder Ejecutivo y la Cámara Nacional Electoral. La Cámara plantea que, siendo el órgano más importante y quienes se ocupan del conteo legítimo, el Ejecutivo debería delegarles el conteo provisorio también”.
Finalmente, habló sobre la empresa sospechada por el PJ: “Esto se combina con algo más: el cambio de la empresa del conteo de votos. La empresa española Indra estaba desde 1997 encargada del recuento. Este año cambió por Smartmatic, una empresa venezolana en sus orígenes, que estuvo sospechada de vínculos con el chavismo, luego pasó a emprolijarse en Estados Unidos, y en, resumen, hace ruido en la Argentina porque uno de sus principales representantes/lobbistas es Jorge Born, hijo”.