“Quiere hablar de todo”. Dice contar con información sensible sobre corrupción del gobierno de Mauricio Macri. Mandó un mensaje al círculo de poder que rodea a Alberto Fernández y Cristina Kirchner a través de allegados al abogado de la familia Moyano, Daniel Llermanos.
A los pocos minutos de que publicase un tuit informando la situación, el propio abogado Llermanos negó la versión, vinculándola a los servicios de inteligencia, relacionó la misma a una denuncia que realizó contra colegas de América TV y continuó negando un encuentro que nunca fue informado. No se vieron cara a cara sino que hubo una persona que tiene libre acceso al Servicio Penitenciario Federal que ofició de mensajero.
“Se dio vuelta”, aseguran en su entorno. Tras el resultado de las PASO y los desplantes que recibió en los últimos meses de sus supuestos viejos amigos del gobierno nacional, D´alessio pretende negociar un acuerdo con el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla. “Ser el Fariña del kirchnerismo y recuperar la libertad” asegura.
Pero, ¿cuáles son sus objetivos? D´Alessio asegura tener carpetas con “pruebas e información sensible” sobre negociados realizados en el Ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich -no le perdona a la Ministra que lo haya tildado en televisión de “delirante”-. Habla de una millonaria estafa en la compra de chalecos antibalas en las fuerzas de seguridad.
También apuntará contra el ex secretario de Energía, Juan José Aranguren. La efímera relación con el ex hombre fuerte de la petrolera Shell fue errática. D´Alessio duró pocos días en ENARSA durante el macrismo. Según Aranguren, cuando conoció quién era, realmente, el falso abogado y que había trabajado para el Ministro Julio De Vido, lo echó. La versión de D´Alessio es distinta: me echaron pues sabía lo que estaban por hacer con el gas licuado.
“Al fiscal Carlos Stornelli no lo pensaba mencionar pero algo cambió y va contra él también”. Asegura contar con un registro telefónico de 38 llamadas efectuadas por el fiscal a su celular. ¿Cuál sería el delito? repregunta este periodista. “Lo va a mandar al frente por varios trabajos que el fiscal le pidió que hiciese”, explican en el entorno del detenido y procesado por delitos de extorsión.
Pero lo más grave que pretende declarar D´Alessio no es contra Patricia Bullrich o Aranguren sino contra la causa emblemática de corrupción del kirchnerismo: la causa de los cuadernos. Dirá que fue él quien fabricó los cuadernos y que sabe quiénes más realizaron ese trabajo “de inteligencia”.
A la fuente de estrecha relación con D´Alessio le recuerdo la investigación minuciosa de un periodista como Diego Cabot, del arrepentimiento del chofer Oscar Centeno, de los 30 empresarios de la Patria Contratista que aceptaron haber pagado coimas, de Ernesto Clarens y Carlos Wagner. La respuesta es categórica: “Él asegura saber cómo se armó la operación”.
Ofrecerá la fecha exacta y el lugar indicado en que habría existido un encuentro en un hotel céntrico con ex hombre fuerte de la AFI. Su apellido fue mencionado por gran parte del periodismo afín al kirchnerismo. “¿Cuál sería la novedad?”, replico.
“Paciencia, el año que viene, cambia todo”, aseguran quienes conocen al calvo ex experto en seguridad y narcotráfico. Hay un objetivo ideado por supuestos expertos en leyes, capaces de todo, y que pululan los juzgados federales: “Alberto Fernández no podrá pagar el costo político de una amnistía pero sí continuar erosionando mediática y judicialmente las causas que más preocupan a CFK y a su entorno”. ¿Y D´Alessio, un falso abogado, será su carta del triunfo?
¿Quién podrá creerle? cuestiono a mi interlocutor. Mientras tanto, hay 3 millones de dólares que se “recaudaron” para que D´Alessio concluya lo que prometió hacer: ir por sus supuestos amigos del macrismo y el periodismo argentino. Periodismo y punto