El primer año de gobierno del futuro presidente Alberto Fernández terminará probablemente con más recesión e inflación que 2019, en la medida que se insista en hacer “más de lo mismo” y se eluda la decisión de realizar reformas estructurales, con una baja del gasto que permita, a su vez, una reducción de la carga impositiva.

Ese es el pronóstico de la consultora Economía & Regiones, que aseguró que el Frente de Todos incurre en el mismo error que Cambiemos en 2015, al no diseñar un plan económico integral y recurrir -según se desprende de declaraciones de Fernández y economistas cercanos al presidente electo- a la continuidad del cepo cambiario y a la políticas fiscales y monetarias expansivas, que llevarán a un “recrudecimiento” de la inflación.

La consultora dirigida por Diego Giacomini pronosticó que “los efectos del actual cepo” que se prevé que proseguirá con el próximo gobierno, “serán más nocivos que los del 2012/2015”, debido a que no solo es “más duro” en sus restricciones sino porque su punto de partida “es mucho más complicado que el contexto del anterior” y como es probable que los desequilibrios aumenten se puede caer en “la errónea tentación” de endurecerlo aún más.

E&R prevé que el Banco Central va a “echar nafta al fuego” con una mayor emisión de pesos, que a su vez “retroalimentará y potenciará aún más la caída de la demanda de dinero, con lo cual el desequilibrio, la convalidación monetaria, la pérdida del poder adquisitivo del peso y el proceso inflacionario recrudecerá”.

Por otra parte, más allá del propósito expresado de bajar la tasa de interés, E&R advirtió que “el exceso de oferta en el mercado de bonos hace que el precio de los bonos caiga y el costo de capital suba”.

“Esta suba de la tasa de interés deprimirá aún más la inversión, contrayendo todavía más la oferta agregada, destrozando (aún) más el nivel de actividad económica. De seguirse por esta senda, los números ‘reales’ del próximo año serán marcadamente peores”, aseguró.

En el análisis de la consultora, esa situación llevará a un mayor deterioro social, por lo que “no sería descabellado” pensar que el próximo gobierno aumentará la asistencia y los subsidios, pero como “no tocará el gasto” esas medidas se financiarán con “más impuestos y/o más emisión monetaria”.

“Ambas cosas son veneno para la salud macroeconómica, estimulando más caída de la demanda de dinero, más inflación y peor nivel de actividad”, indicó.

En cuanto a las decisiones de Fernández y sus colaboradores después de las elecciones del 27 de octubre, E&R señaló que “nadie se ha puesto a trabajar todavía en un plan económico”, ya que “a lo sumo, hay referentes económicos que, cada uno por su cuenta, están desarrollando (algunas) medidas económicas aisladas delineadas dentro de un marco de equilibrio parcial, y pensadas en función a su impacto sobre un grupo particular y en el corto plazo”, como “Cambiemos hacia finales de 2015”.

Al plantear el “incorrecto diagnóstico de la problemática macroeconómica” de parte de los posibles integrantes del futuro equipo económico, indicó que “en la esfera monetaria se desconoce por completo el principal problema de la economía argentina, que es la caída de la demanda de dinero”.

“En este marco, se entiende que ninguno de los referentes económicos se proclame contra el cepo”, completó.

En cuanto al propósito de Fernández de “poner dinero en el bolsillo de la gente” y “bajar la tasa de interés” con emisión monetaria, E&R advirtió que eso “terminará en mayores desequilibrios cambiarios y monetarios”, con lo que “la tasa de inflación se acelerará y con cepo el dólar paralelo y la brecha cambiaria subirán”.

“Lo más probable es que 2020 sea más difícil que 2019” con un peor nivel de actividad y una inflación mayor a la de este año, concluyó (Con información de Agencia NP).