El año que viene serán ya 9 años desde el momento que me convocaron para ser el Defensor del Lector de Tribuna de Periodistas. Fue una movida arriesgada pero eficaz y acorde a los tiempos que venían, justo en el umbral del nacimiento de las redes sociales y el incipiente “empoderamiento” de los lectores.
Por eso, celebré que este portal se animara a ser uno de los únicos 2 medios argentinos que se atrevieran a dar ese paso, junto con diario Perfil.
Es cierto que más del 80% de mis columnas han sido duras contra TDP, pero han servido para mejorar la calidad de la información que se brinda. Al menos eso es lo que me dicen sus editores.
Por eso, cuando observo que finalmente este portal ha decidido incorporar la figura de la editora de Género, no puedo más que alegrarme, porque otra vez se adelanta a los tiempos que vienen.
Las mujeres han logrado hacerse escuchar en medio de un reclamo que lleva décadas de mirar hacia otro lado. En un mundo que ya no puede ser como era. La igualdad es inminente y el patriarcado debe ir mermando hasta desaparecer.
Y los medios tienen mucho que ver en ello. Porque son los que instalan ciertos prejuicios y afianzan una mirada innecesariamente machista. En un mundo que no tolera más la violencia contra la mujer, eso debe desaparecer.
Destaco a su vez la incorporación como editora de Género de Graciela Miriam Catalán, una excelente colega y una histórica redactora de Tribuna de Periodistas. Siempre preocupada por las cuestiones sociales que a pocos les importan.
La considero una amiga y, por eso, no seré objetivo a la hora de evaluar su desempeño. Solo me resta desearle lo mejor en su tarea, que es más importante de lo que muchos creen. Tiene la titánica tarea de tratar de equilibrar las cosas, de que haya más igualdad entre hombres y mujeres. Toda una prédica en el desierto.
Pero lo logrará, porque el sobra oficio y pasión. Me consta.