El macrismo deja un país devastado, con la mayor transferencia de ingresos de pobres a ricos de la historia. Un gobierno de ignorantes, con títulos de universidades deplorables, muy capaces en desfalcos, contrabandos, fugas de divisas, evasión impositiva y empresas off shore. Y con un inmenso odio al pueblo argentino. Coherente con estos negocios, el narcotráfico, al menos se duplicó en todos los ámbitos del país: ciudades y pueblos del interior, en las cuales no había casi estupefacientes, están inundadas de drogas y traficantes. Crecimientos similares, tuvieron los demás delitos complejos y aún los más simples.
En un sinnúmero de villas y barrios pobres de todo el país, se siguieron constituyendo territorios liberados, en los cuales no existe el estado, y el narco es la única ley y el único generador de empleos. Como bien menciona el futuro ministro Daniel Arroyo, el narco se transformó además en financista de los pobres. El paroxismo narco se da además en Santa Fe –provincia gobernada por gente que dice ser socialista- y la corrupción de las fuerzas de seguridad federales, se refleja al rojo vivo: un comisario federal detenido por narco, y otro herido por una colega, en un episodio que los medios nos vendieron, como una historia de amores despechados.
El gobierno que se va, no hizo nada contra el narcotráfico, salvo negocios y nos llenó de mentiras y “ventas de humo”. Las fotos de la ministra montonera arrepentida, vestida de verde oliva, acompañada por jefes policiales en supuestas capturas de estupefacientes, son el hazmerreir del mundo entero. Falsas capturas en las que no se demuestra, que se trate de cannabis o yuyos, y de clorhidrato de cocaína o bicarbonato de sodio. Esperemos que las nuevas autoridades, se aboquen a investigar las compras y demás “negocios”, que dicho personaje realizó con su concubino y asociados. Y que tenga que explicar, para que trajo a la DEA, gracias a la cual USA tiene más de 100 millones de adictos.
Merced a estos políticos, la corrupción de las jefaturas policiales y la pestilencia de juzgados y fiscalías federales, justamente se logró la duplicación del narcotráfico. El juez federal narco Reynoso detenido en Salta, es una buena muestra. Tanto como todo lo que ocurrió en Circo Py en este período: juicios orales pendientes hace 7 años, condenas irrisorias a importantes narcos peruanos de dos años y medio, procesamientos a simples consumidores o a indigentes que venden dos o tres dosis diarias. Con la gran participación de una treintena de abogados, especializados en defender y cobrarles a los narcos y con defensorías oficiales, dedicadas a obtener condenas a inocentes. Vuelvo a mencionar los dichos de “Luzbelito de Py”: “hay que dejar salir del edificio al personal de limpieza, al fiscal Delgado y colaboradores, cerrar con llave y arrojar la llave al río”. Parecería una exageración o no?
Más allá del excelente nombramiento de Daniel Arroyo como ministro, el futuro presidente nos comienza a asombrar, con un eventual nombramiento al frente del PAMI, de una mujer que no tiene la menor idea de temas sanitarios. Teniendo en cuenta que el PAMI, esencialmente debe garantizar la asistencia sanitaria de nuestros mayores, quienes tuvimos vínculo laboral con el mismo, tememos que continúen los “negocios” de prestadores y políticos sin escrúpulos, con nuestros viejitos como “botín de guerra”.
Pero el baile de las sillas ministeriales, se torna tragicómico respecto del Ministerio de Seguridad. Primero apareció aparentemente propuesto por Sergio Massa, Diego Gorgal con un nivel educativo del nivel de los macristas. En su paso por CABA hace unos años, está documentado que ignoró denuncias sobre narcos y comisarios corruptos. Sus antecedentes además lo ligan junto a su padre, con empresas off shore. Ambos labraron un acta, formando la empresa Realpolitik SRL, pretendiendo ignorar que con ese nombre, existe un multimedio periodístico registrado en el 2006. Por otra parte este personaje, tiene un vínculo laboral con el actual Ministerio de Seguridad.
El segundo baile de la silla de la seguridad, tiene que ver con la candidatura, de la antropóloga Sabrina Frederic graduada en la UBA y docente de Quilmes. No muy respetada por sus colegas y alumnos, la consideran una soberbia y mencionan, que realiza afirmaciones sin solvencia técnica. Tuvo un cargo de subsecretaria en Defensa en la gestión de Nilda Garré. Algunos trabajadores del ministerio afirman que era ñoqui, otros cuentan que iba cada tanto pero no hacía nada. Aparentemente sería sobrina de Horacio Verbitsky, cuestión que garantizaría el éxito laboral: Garré tuvo en Defensa y luego en Seguridad a una sobrina de este caballero, llamada Natalia Federman, ciudadana inglesa e hija de un espía de la corona británica. En 2013/4 denuncié penalmente, el maltrato que esta joyita, le prodigaba a policías federales que habían denunciado a jefes corruptos, y a brigadas de delincuentes de varias comisarías. Previamente se lo había comunicado en mi cargo de asesor a la ministra Garré. Por supuesto que la señora no tomó ninguna medida, coherente con toda su gestión, y con haber designado inútiles y pícaros, y a su hija psicóloga Paula Abal Medina, como jefa de asesores del Ministerio de Seguridad.
En el baile de las sillas, aparecen además distintas operaciones, nombrando al increíble Sergio Berni, con un cargo nacional o provincial. Sería apoteótico que el inventor de los gendarmes caranchos y pisador serial de escenas de crímenes, volviera a tener un cargo en el estado (varios ex jefes de fuerzas de seguridad federales, descorcharían champaña francesa, pensando retomar sus negocios). En el mismo sentido, no deberían ocupar cargos, ninguno de los funcionarios que acompañaron a Garré, ni a “Fragata” Puricelli, ni a Cecilia “la Muda” Rodríguez, en sus nefastas gestiones en el Ministerio de Seguridad: secretarios, sub secretarios y al menos directores nacionales, fueron copartícipes de los desastres, y eventualmente encubridores de distintos tipos de delitos de acción pública.
En los últimos seis meses, tuve varias reuniones con gente que ocupará cargos ejecutivos y legislativos. Muchos siguen con la cantinela falsa, de que somos un país de tránsito, simulando desconocer que en la Argentina hace más de quince años, se produce clorhidrato de cocaína, además de otros estupefacientes. Les hablé de Portugal, de la descriminalización de los estupefacientes en el 2011, y la baja de los delitos todos los años. Me dejó más que preocupado su supuesto desconocimiento, pero mucho más el lenguaje gestual, característico de personas que nos mienten en la cara. Porque quienes pretenden negar que Argentina es productora de estupefacientes, o son totales ignorantes o están pagados por los narcos para encubrir esa realidad. Esperemos que el presidente y quienes los rodean, tomen conciencia de la situación, que no sigan negando los negocios narcos de políticos, de jueces, de fiscales y de jefes policiales. Qué se den cuenta, que las mejores vacunas contra las adicciones, son la educación familiar y formal, como también el deporte. Qué el estado debe invertir en estas cuestiones, debe subsidiar clubes y sociedades de fomento, y qué descriminalizar significa, no tirarles por la cabeza a los adictos con el Código Penal, sino contar con un sistema sanitario científico, sin negocios, moderno y socialmente contenedor. Ojalá que el gobierno de Alberto Fernández, le ponga algún freno a la formación de este narco estado en la Argentina.