El gobierno del presidente Alberto Fernández relanzó el programa Precios Cuidados que comenzó en el mes de enero de 2014, por tres meses, y luego a su vencimiento se fue renovando.
Arrancó con 114 productos de la canasta básica de alimentos hasta que llegó el gobierno de Mauricio Macri, quien tomó el programa y lo fue renovando en vez de cada tres meses cada cuatro. En cada renovación siempre se agregaron y quitaron productos en función de lo que más se consume teniendo en cuenta las características de ese periodos. El gobierno en esta oportunidad redujo de 553 productos a 311.
Esta es una buena oportunidad para los consumidores, porque el programa de Precios Cuidados, en tanto y en cuanto sea bien controlado por las autoridades de la Secretaría de Comercio Interior, puede contribuir eficazmente a disminuir el proceso inflacionario que vive el país.
Volviendo a los nuevos Precios Cuidados, de los 311 productos que lo componen predominan las harinas con cinco productos; hay pañales descartables con 12 variedades, cuatro tipos de pastas dentales, cinco protectores solares, seis desodorantes, seis repelentes, siete tipo de toallas femeninas, tres suavizantes para ropa, seis yerbas mates, 14 tipos de yogures, cuatro cervezas, seis vinos y bebidas azucaradas. También hay cinco tipos de bebidas colas, a las que hay que agregarle gaseosa lima y naranja, dando un total de siete tipos de gaseosas. Hay muchas galletitas (seis tipos), muchos fideos (seis), pero en cambio hay pocas carnes ya que de carne vacuna sólo hay precio de referencia para la carne picada común, la tapa de asado de novillo, el espinazo de novillo, roast beef de novillo y medallones de carne. No son los cortes que más se consumen, no está el asado, el lomo, por ejemplo. En cuanto al pollo, incluye el pollo entre aditivado con menudos frescos o congelados, sin estar los cortes que más se consumen diferenciados. Respecto de las frutas solo hay manzana y por el lado de las verduras sólo hay cebolla, papa, lechuga y zapallo anco. El azúcar no está debido a que no se pusieron de acuerdo la autoridades nacionales con el grupo Ledesma, que en el año 2017 aumentó un cien por ciento el precio y ahora pretendía un aumento del orden del 25 por ciento y se consideró que no era un precio de referencia aceptable y quedó afuera. Siguiendo en lo que respecta a las carnes: no hay pescado ni carnes de cerdo, solamente fiambre. Para celíacos hay sólo tres productos y ninguno para diabéticos, que en general son los más caros.
En general, los productos que componen el programa actual, como los anteriores, carecen de nutrientes. Hay gaseosas, cervezas, galletitas dulces, harinas refinadas. postres y productos ultra procesados. Desde hace cinco años la Organización Mundial de la Salud advierte sobre los riesgos y peligros de las bebidas azucaradas y los productos ultra procesados, por ello sería bueno incluir productos agroecológicos y orgánicos.
Para garantizar el éxito de este programa en esta nueva etapa va a ser indispensable, reitero, que la Secretaría de Comercio Interior, en combinación y coordinación con las distintas áreas pertinentes de las provincias e incluso de los municipios saquen los inspectores para controlar a las grandes cadenas de supermercados. Porque una de las características fundamentales del programa es que la adhesión es voluntaria, ya que nadie obliga a un supermercado o a un negocio a adherirse al programa de Precios Cuidados, pero una vez que acordaron participar voluntariamente, el cumplimiento se transforma en obligatorio y si no hay causas que justifiquen la inexistencia de los productos en las góndolas de los supermercados que voluntariamente se adhirieron, hay que sancionarlos aplicando las leyes vigentes porque de lo contrario el programa se transforma en una especie de publicidad engañosa.
Desde Consumidores Libres, apoyamos la continuación del programa, pero también advertimos que el mismo requiere los controles pertinentes para que sea una herramienta efectiva y útil para la inmensa mayoría de los consumidores de nuestro país.