El periodismo en general, cuando comenzó la campaña electoral del 2019, salió -salimos- a manifestar preocupación por la entonces posibilidad de que gane la formula Fernández-Fernández ya que se notaba cierta tendencia a la intolerancia mediática por parte de quienes se encontraban peleando para conseguir la presidencia y la vicepresidencia.

Ello viene a cuento de una figura que se ha mostrado públicamente en contra del periodismo y hoy ocupa un sillón de alto rango en el Gobierno y una de las cajas más onerosas. Se trata de Alejandro Vanoli, hoy titular de la Anses.

Por caso, el viernes 5 de febrero del 2016, el juez federal Claudio Bonadio, titular del Juzgado Nacional Criminal y Correccional Federal Nº11, procesó al ex Secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno y al ex presidente del Banco Central Alejandro Vanoli por el delito de Abuso de Autoridad.

Se trata de una imputación por haber ideado una retahíla de maniobras perniciosas para distintas empresas del Grupo Clarín S.A. como parte de un plan para perjudicarlo. El accionar corresponde con el dictado de resoluciones arbitrarias contra Papel Prensa y Arte Gráfico Editorial Argentino S.A.

Entre las mencionadas resoluciones de la Comisión Nacional de Valores puede encontrarse la 16222/2009, la cual declara irregulares e ineficaces actos adoptados por el Directorio de Papel Prensa.

También puede hallarse la 16223/2009 que instruye el sumario a Papel Prensa y sus directores titulares como también a los miembros de la Comisión Fiscalizadora y del Consejo de Vigilancia.

La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal resolvió el 19 de mayo del 2016 no hacer lugar a las quejas presentadas por la defensa de Alejandro Vanoli y otros dos imputados homologando, de esta manera, la resolución de la Sala II DE LA Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, la cual había confirmado el procesamiento de los involucrados.

En el 2019, la defensa de Alejandro Vanoli Long Biocca, planteó la nulidad de la clausura de la instrucción y elevación a juicio de la causa.

El juzgado de primera instancia rechazó la petición. En consecuencia, la defensa presentó un recurso de Casación, el cual fue declarado inadmisible por la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal.

Contra aquella decisión, la defensa de Vanoli presentó un recurso extraordinario, cuya desestimación motivó la queja.

De esta manera se llegó al más alto Tribunal del país, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, quien, con la firma de Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti, desestimó el planteo en los términos del artículo 280 del Código procesal civil y Comercial de la Nación.

Más allá de que la presión al Grupo Clarín sea política, debe tenerse en cuenta que Vanoli no tuvo escrúpulos a la hora de avanzar contra la prensa.

Aquella es la más férrea muestra del avance contra la libertad de expresión que deben ostentar los hombres de prensa. Claro está que entonces, allá por el año 2009 cuando se supone que se dieron los hechos en cuestión, el kirchnerismo estaba en su auge socio-político y su única intención era silenciar medios que exteriorizaban una mala imagen del entonces oficialismo.

Si bien Alejandro Vanoli, hoy titular de la Anses, en ese momento era un funcionario trabajando a pedido de terceros, conformaba parte de la cadena que atentaba contra el periodismo.