“El sistema no castiga a sus hombres: los premia. No encarcela a sus verdugos: los mantiene”. Quién mató a Rosendo. Rodolfo Walsh.
Otra vez el ecosistema judicial se debate en torno a la suerte del juez federal Rodolfo Canicoba Corral. Un juez siempre controvertido. Por estas horas, el Consejo de la Magistratura debate si los cargos contra el magistrado serán rechazados o si se iniciara el proceso para removerlo.
Canicoba Corral fue noticias muchas veces. Por estos días, se recuerda que sobreseyó en tiempo record a Gustavo Arribas que había sido denunciado por Elisa Carrió, con la ayuda del ex Fiscal General Germán Moldes que permitió que esa sentencia quedase firme. Pero la historia del juez es más densa. Por ello merece una reflexión desde otro lugar.
En efecto, el gran público conoció a Rodolfo Canicoba Corral el 22 de diciembre de 1995 porque protagonizó una fiesta de fin de año en Comodoro Py que terminó en un escándalo. Luego, ya a principios de 1997, integró la famosa servilleta que Domingo Cavallo atribuyó al ex ministro del interior menemista Carlos Corach y que contenía el listado de jueces supuestamente adictos al gobierno. En julio de ese año, Canicoba Corral condenó a Domingo Cavallo por el delito de injurias y el ex ministro lo denunció por sus lazos con el empresario Alfredo Yabrán, con quien Cavallo mantuvo un intenso combate.
Un poco más cerca en el tiempo, en la edición del 15 de marzo de 2015, el diario La Nación publicó un reportaje que le realizó el colega Hugo Alconada Mon quien le preguntó puntualmente por sus vínculos con el gobierno. Canicoba Corral los negó, pero cuando Alconada le preguntó si se había beneficiado por la ruptura entre el gobierno y el ex espía Jaime Stiuso, el juez respondió “vos queres que yo le toque los pelos a los bigotes del tigre”. Finalmente, remató: “Ya he visto pasar a siete presidentes y voy a ver pasar la octava”.
La enumeración es arbitraria, como todas las enumeraciones. Pero tiene la ventaja de que es muy rica para comprender el debate que por estas horas estresa a los miembros del Consejo de la Magistratura. El caso de Rodolfo Canicoba Corral expresa de una manera muy clara los vínculos entre el poder judicial y la dirigencia en su conjunto y sirve para medir la distancia que separa a una parte de la justicia federal de la función que le asignó la Constitución.
Esos vínculos trascienden a la persona del juez y de quienes actualmente definen su futuro como consejeros, porque se trata de relaciones de beneficios recíprocos en los que ambas partes, por decirlo de algún modo, intercambian tranquilidad.
Esto no equivale a decir que todo el trabajo del juez fue malo. Sino que en muchos procesos, como él mismo reconoció, sus límites fueron los bigotes del tigre. Quizás en esta respuesta muchas personas encuentran la explicación al interrogante sobre el eterno oficialismo de algunos jueces.
Es que un sector de la justicia federal aprendió que la supervivencia de un magistrado se juega no solamente por su buena conducta como dice la Constitución, sino también por respetar cuál pelo pertenece al bigote del tigre. Allí está el secreto para ver pasar a muchos presidentes. Canicoba Corral sumó uno más a su cuenta.
Por ello, la decisión del Consejo que se espera con mucha ansiedad en algunas oficinas es crucial. No tanto por el efecto que tenga en relación con el caso del juez, ya que ese aspecto es bastante limitada. Su importancia estriba, en cambio, en que tiene la posibilidad de iniciar el camino hacia un nuevo contrato moral entre la justicia y la dirigencia política y económica. Un contrato moral que debe incluir el compromiso por el respeto a las leyes vigentes, pero también a la ética de la función pública.
Justamente esta militonta hablando de mafiosos???????
Otro "escelentísimo sr." que va a engrosar las filas de mafia que arma la Ladrona de Tolosa...y van...
Como siempre en este Blog..apuntando a los K. Se olvidan que la justicia va para donde soplan los vientos o que en los últimos 4 años fue captada por la MAFIA encabezada por MACRI, aprovechándose que El Poder Judicial en este país es un NIDO DE RATAS INCLUIDO LA CORTE SUPREMA, y los del consejo de la Magistratura donde se cubrieron con los suyos.
El kirchnerismo tiene por costumbre proteger a delincuentes y a corruptos. Ya lo hizo con Oyarbide, sostenido en su momento por la estalinista y fomentadora del "Cristina eterna" Diana Conti, gestos que fueron recompensados largamente por ese personaje oscuro al que "le apretaban el cogote". Por otro lado, la secta alienta a los trasnochados que dicen ser "legítimos de la Justicia", dispuestos a cumplir con lo que el fascista Laclau alentaba desde la comodidad burguesa de Londres: un poder judicial destinado a hacer realidad los deseos, las necesidades y las exigencias del poder ejecutivo.
Esta lacra fue un operador de Macri en la intervención del SOMU Y su obra social de la q se alimento el PRO O una de.las cajas q se apodero ,y ahora seguro va a operar en favor de los k asi q eso habla de que eso de que "LA JUSTICIA ES INDEPENDIENTE ES PARA TONTOS"