Se puede ser cándido, aunque solo el necio puede persistir en su candidez. Con la siguiente nota intento dar continuidad al tema de dos artículos sobre pseudociencias que con los títulos “La anarquía de un buen negocio” y “Física Cuántica versus Destino Fatal”, y firmados por el colega Ladislao Vadas, se editaron en esta página. Ambos periodistas – Ladislao y yo – tratamos de alertar sobre la imposibilidad de que nadie puede predecir el futuro, ni por medio de las cartas, las líneas de las manos, la borra del te o los excrementos de palomas. Ni mucho menos mediante la astrología.
En este punto les recuerdo que Plutón, considerado pieza importante en la cartografía astrológica de los chantunes de turno, dejó de ser reconocido como planeta por reputados científicos de todo el mundo. Esto es que, al ser un pito que no llegó a corneta, carece de influencia en las llamadas “cartas astrales”. Es que desde su descubrimiento se sospechaba de que era un astro de tercera categoría y que por su tamaño – mucho menor que nuestra Luna lunera, la cascabelera – y la forma para nada ortodoxa de su órbita (su inclinación no es paralela a la de los ahora ocho planetas del Sistema Solar), Plutón sólo puede ser considerado como un pequeño cuerpo celeste y nada más. En una palabra, todo lo que se vaticinaba basado en su poderosa existencia como “noveno planeta” resultaba un sofisma. Claro, los charlatanes no sabían que estaban prediciendo eventos futuros sobre algo que era tan falso como ellos mismos. ¿Cómo se las arreglarán ahora que les birlaron un planeta? ¡Ingenuo de mí! El chanterío ya encontró una explicación al problema. Ahí está como ejemplo la opinión que tiene sobre Plutón la Licenciada (¿?) en Ciencias Ocultas, doña Mariana Joaquín. Sin hesitar sostiene que “a los planetas poco le importan lo que dicen los seres humanos; la connotación astrológica no tiene diferencias ante las fluctuaciones de opinión del ser humano”. ¡Aleluya, hermanos, por esa opinión tan clara y sesuda!
Lamentablemente, y pese a todo, la majadería seguirá teniendo cabida en los medios informativos más serios del país (léanse diarios, revistas, televisión y radios).
Evidencia uno: Blanca Curi
Haciendo zápping tropecé con un programa de chimentos, dirigido por un distinguido profesional. Junto a él, tres locutores periodistas seguían sus palabras con cortés atención. Es que el conductor del espacio estaba publicitando, con exagerada elocuencia, un libro de la nigromante Blanca Curi con predicciones sobre lo que sin duda ocurrirá en el transcurso del 2007.
El tratado de brujería -tiene las mismas características que los sesudos engendros de la Ludovico Squirru, Horangel, Achira y Lily Süllos- viene acompañado por un mazo de naipes de tarot (con instructivo, lógicamente) para que uno mismo pueda predecirse qué le acontecerá no bien ponga un pie fuera de la casa. Y de paso, cañazo: aprendiz de brujo aprovecha la bolada para cartearle el porvenir al resto de la familia, mascotas incluídas.
Horas más tarde, charlando con un vecino y analizando ese tipo de novelas de ficción, mi interlocutor me dijo: "Estas cosas suceden porque este es un país demasiado generoso...". Y yo le retruqué, enfático y cuasi grosero:"O porque hay gente demasiado bobalicona" (el adjetivo fue más duro). Examinábamos la inhabilidad manifiesta de doña Blanca para echar las cartas de tarot y sus erradas adivinaciones mediante la astrología psicológica (?) que practica, las que quedan expuestas cuando uno, como periodista curioso, se dedica a investigar con seriedad sus chocarreros pronósticos. ¿Cómo le encajará a doña Blanca el defenestrado Plutón en sus cartas astrales? Seguramente como a la arpía Mariana.
La inteligencia tiene límites, queridos amigos; lo que no tiene límites es la estupidez... Veamos por qué. Hace algunos años la revista "Satiricón", todos los eneros, demostraba que eran puras huevadas (perdón por el exabrupto) las profecías difundidas por los adivinos autóctonos, trece meses atrás. Nada de lo que habían pronosticado para el año fenecido fue acertado. Ni aún en las generalidades; ergo, se hablaba mucho sin puntualizar nada por si las moscas….
Los tratados quirománticos -especialmente los de Horangel, sobre quien me referiré en el Punto Dos- eran comprados con inocultable anhelo, leídos con mucho afán... aunque nunca cotejados al fin de la temporada. Para divertimento de sus lectores, los creadores de la publicación, Oskar Blotta y Andres Cascioli, sí lo hacían. Y exponían las monumentales metidas de patas, muchas de tal magnitud que no se llega aún a comprender cómo, después de tantos años de ser denunciados como verdaderos charlatanes, los nigromantes seguían como si nada hubiera ocurrido. Y los tontos continuaban (aún lo hacen) comprando ediciones con fábulas absurdas que ni los propios autores creían. Además de pagar groseras sumas por sesiones de adivinación a través de las barajas, la borra del café o te, el péndulo sobre sal fina, leyendo las líneas de las manos y otras paparruchadas. Y parafraseando al gran Discepolín, es acertado decir que "siempre ha habido chantas, adivinos y estafaos...".
Con relación a la promocionada Blanca Curi (o Curri, por Curro, como la rebautizó uno de mis hijos), existen pruebas sólidas de que su bla-bla-bla majadero sólo sirve para captar bobalicones. Incluso empresarios que la consultan a escondidas (¿será por vergüenza?) y la ayudan a poner en circulación sus mamotretos editoriales. Sólo me limitaré a dar dos ejemplos de su charlatanería, debidamente registrados e incontrovertibles. Uno es de carácter se diría que histórico... El otro tiene fecha del 12 de diciembre de 2006.
Como todos recordarán, el 20 de diciembre pasado se cumplieron cinco años del grave colapso socio-político-económico que llevó a la renuncia del presidente Fernando de la Rúa, y que en un corto lapso provocó que nuestro país tuviera cuatro presidentes. Algo realmente insólito, impensado y verdaderamente infausto, ya que en aquel diciembre de 2001 hubo un conato de rebelión cívica, con una represión policial tan dura que se contabilizaron muertos y heridos. Fue una verdadera masacre, al decir de todo el mundo. Entre el 18 y el 20 de aquel fatídico mes la Argentina colapsó en un caos que economistas y politólogos no pudieron mensurar ni muchos menos evitar. El doctor Domingo Cavallo, designado ministro de economía por De la Rúa para salvar su gestión, fue el detonador que provocó tamaño desbarajuste. Tan grave fue el perjuicio que causó que "jamás un ministro hizo tanto daño a tanta gente". Y Cavallo se "borro", pero no se fue al Uruguay como Casildo Herreras sino a los Estados Unidos, con sus amigos del Fondo... y llevándoles toda su mufa made in argentina.
Lo que sigue a continuación son las predicciones de Blanca Curi para todo el 2001, aparecidas en el suplemento Cash de Página/12 con fecha 31 de diciembre de 2000.
Se sugiere prestar atención a los vaticinios de la émula de Merlín. No tienen desperdicio porque son reveladores de su cuestionable monserga profética.
“En el transcurso del 2001 la Argentina comenzará a mostrar cambios paulatinos en el terreno de las definiciones políticas. El presidente De la Rúa, luego de varios cambios en el gabinete, encontrará algunas personas muy valiosas que ayudarán a mejorar la economía. Entonces comenzará un proceso de reactivación. La Alianza, concebida como la conocemos, desaparecerá. El ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, jugará un papel importante durante el año próximo dentro del Gobierno. Crecerá su imagen y será disputado por todos los partidos. El Presidente mantendrá a toda costa la Convertibilidad y difícilmente se llegue a la dolarización. El sindicalismo llevará adelante una oposición muy fuerte. La desocupación disminuirá. El proyecto de arancelamiento de las universidades avanzará, lo que va a provocar grandes protestas estudiantiles. Chacho Alvarez no volverá al Gobierno y se perfilará como candidato a presidente para el 2003, liderando una nueva alianza.”
Obviamente en diciembre del 2000 Blanca Curri tenía un mazo de tarot incompleto que no le posibilitó ver lo que realmente pasaría un año más tarde. También es posible que al tomar por planeta a un astro que no lo era, le fallara la consonancia...
Y ahora referiré lo que le pronosticó a Chiche Gelblung con sus naipes mágicos. Cuando el periodista-charlista-animador-panelista la desafió a que le dijera quién iba a ser campeón del Torneo Apertura 2006, no trepidó en afirmar: "¡Boca, sí o sí!". Previamente le había pedido a Chiche que cortara tres veces el mazo de cartas. Con cara de situación puso algunas cartulinas sobre la mesa, las examinó con cara de circunstancia y lanzó el grito pro xeneise. Lo que resultó más gracioso es el comentario que realizó el periodista Marcelo Hawrylciw:
"Una vez más - dijo don Marcelo - el destino le hizo pito catalán a la ‘mentalista’ Curi. Fue un fracaso más en su ‘exitosa’ carrera, donde a veces parece que algunos, a pesar de fracasar, pueden vivir muy bien de su derrota. ¿No será hora de que la señora Blanca deje de presentarse como mentalista y lo haga como ilusionista? Como dijo el ‘Cholo’ Simeone al finalizar el partido,’cuando se cree, se puede y es muy importante en un país donde la gente no cree en casi nada que crea que se puede’. Tal vez los culpables de la falta de fe de la gente la tengan todos esos que se presentan como la solución de nuestros problemas, ‘mentalistas’, ‘adivinos’, políticos y pastores, que ven lo que nadie ve, pero aún en sus fracasos ellos viven muy bien. Creamos más en nosotros mismos como esos muchachos de Estudiantes que jugaron con fe".
No, si parece cosa e'Mandinga. Y sobre el libro de adivinatorio de doña Blanca, yo no salía de mi asombro sobre la enjundiosa promoción que se le brindaba a su aberración literaria. Fue como si se tratara de una obra maestra de la literatura criolla. En fin, para la producción del programa, bussines are bussines. La venta de buzones continuaba en la Argentina. Siempre se encuentran giles.
¡Ah!, olvidaba referir uno de los augures que ha quedado en la historia de las grandes chantadas. La Curi le vaticinó al actor Carlos Thompson una larga y feliz vida en este, su país, a poco de regresar a la Argentina. Lo tragicómico del caso es que lo hizo pocos días antes de que el viudo de Lily Palmer… se suicidara.
Evidencia dos: Horangel
Hablemos ahora de don Horangel (contracción de su nombre Horacio con el de su esposa Angela). En uno de sus mamotretos literarios editado por Atlántida, para el año 1997 aseguraba que: “El tránsito de Neptuno sobre Plutón, que figura en la carta natal de los Estados Unidos, perjudicará a este país a través de uno de los mas densos conflictos políticos y sociales de este siglo. Fantásticas utopías que al principio fascinarán a multitudes pronto conducirán al odio y el desencanto. Aparecerá el fantasma de la guerra. Los atentados masivos, la voladura de refinerías de petróleo, los posibles ataques del narcoterrorismo y de crecientes “ejércitos paralelos” desde las sombras pondrán en marcha una gran conspiración que tomará cuerpo a lo largo de 1997 Habrá una ola de versiones dirigidas a crear el pánico en centros turísticos, deportivos, trenes subterráneos, catedrales y dentro de determinadas congregaciones religiosas. Sectas secretas unirán sus fuerzas en pos de la llegada del ‘anticristo’ y el holocausto final”. ¡De no creer si no estuviera escrito!
Como se recordará, 1997 - sacando el affaire del presidente Bill Clinton enseñándole cómo se toca el saxofón a Mónica Lewinsky - fue uno de los años más que positivos para la Unión, con alto superávit fiscal, disminución del desempleo y un manejo muy hábil de la política doméstica e internacional. Lo cierto es que el anticristo sí llegó, pero recién en enero del 2000. Ese mes asumió como presidente George W. Bush quien ganó las elecciones de noviembre de 1999 por fraude en el Estado de la Florida. Solo resta aguardar el “holocausto” que se producirá si al cowboy tejano se le ocurre continuar su escalada bélica atacando a Irán.
Volviendo al tema de don Horangel, resulta más que interesante el párrafo que le dedicó a Plutón (¿cómo no profetizó que ese astro era un planetoide y carecía de fuerza vital para figurar en cualquier carta astral?).
Dice el augur sobre el planeta, considerado ahora como un cuerpo sideral que juega en tercera división: “El avance del lento Plutón por Sagitario influirá sobre la posición ética del hombre frente a los reclamos de la sociedad. Se formarán agrupaciones y comunidades de corte espiritualista. Nuevos líderes dotados de una fogosa oratoria encandilarán a las multitudes. Así como Plutón “bien aspectado” estimulará la ética y los elevados ideales, también se gestarán movimientos mesiánicos que desatarán un fanatismo místico-religioso que desencadenará reacciones belicosas entre grupos antagónicos. A partir de setiembre de 1997 se reavivará el tema de una “guerra santa”. Durante 1998 la Cuadratura entre Júpiter y Plutón coincidirá con atentados muy violentos a nivel mundial llevados a cabo por extremistas religiosos. Estados Unidos y Francia serán blanco de hechos sangrientos”. Nada más errado, aunque no me extrañaría que ahora dijera que en 1996 su reloj adelantaba cinco años.
Ya lo afirma Ladislao Vadas en una de sus notas: “Los fracasos de la astrología han sido resonantes, aunque pronto olvidados para volver a las andadas. Nostradamus, por ejemplo, ante la realidad actual quedaría reducido a un simple "chanta".
Por eso doña Curi y don Horangel (como tantos otros hechiceros mediáticos), gracias a la fragilidad de memoria de la gente, continuarán con sus andanzas de captar tontos para acumular riquezas… y evadir impuestos.
Y bueno, el vivo vive del tonto, y el tonto de su trabajo.