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Las cláusulas secretas del pacto entre Alberto y Cristina

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Política en off
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¿Por qué el presidente decidió inmolarse en la piedra sacrificial de Cristina Kirchner, su principal enemiga hasta hace muy poco? ¿Por qué misteriosa razón Alberto Fernández desdeñó una aprobación popular de más del 80% y una imagen positiva de 95% y dejó que el poder se le escapara como el agua entre los dedos?

 

¿Por qué, después de haber caído a un magro 37% de imagen positiva y un 48,5 de imagen negativa, profundiza en el discurso que lo demolió ante la opinión pública?

¿Por qué el presidente mira resignado cómo su imagen negativa hoy ya superó aquel 48% que obtuvo en las últimas elecciones? ¿Qué le ata las manos al presidente? Esta misma pregunta es la que le formuló el entonces presidente Néstor Kirchner a Daniel Scioli, a la sazón, gobernador de la Provincia de Buenos Aires.

Qué diga el señor gobernador quién le ata las manos”, bramó Kirchner cuando Scioli había dicho, momentos antes, que tenía las manos atadas para combatir la inseguridad. El gobernador bajó la cabeza y permaneció en silencio.

Si hubiese tenido el coraje necesario, debería haber contestado: “Usted, señor presidente, usted me ata las manos”. En efecto, los Kirchner siempre mantuvieron a Scioli en un estado de humillación permanente; jamás le giraron fondos suficientes en tiempo y forma para lidiar con la inseguridad, ni con los gremios docentes que todos los años lo amenazaban con no iniciar las clases.

El plan que Cristina ejecuta hoy sobre Alberto es el que había pergeñado para someter a Scioli en caso de que ganara las elecciones. Pero, otra vez, la pregunta es por qué Alberto se deja someter aún a expensas de hundir al país y hundirse él mismo en los sótanos de la historia entre los peores presidentes de la Argentina.

La Argentina se derrumba, se sumerge en un pantano de miseria, anomia, autoritarismo, enfermedad y muerte. Nuestro país quedó en el peor de los mundos. Después de burlarse de las políticas sanitarias de nuestros vecinos, el presidente pretendió darle lecciones de salud pública a Suecia.

Hoy las cifras de contagiados, enfermos y muertos supera holgadamente la de los países de los que el presidente se burló. El gobierno decidió detener por completo la rueda productiva del país para, como le gusta decir con su tono paternalista, “cuidar a los argentinos”.

El corazón de la Argentina se detuvo: los chicos no tienen clases por un capricho, por una inquina del presidente con el jefe de gobierno de la ciudad; las empresas más pujantes dejaron de producir, los empleadores no pueden decidir despidos, más del 20% de los comercios no volverán a levantar sus persianas, millones de personas dependen de una limosna estatal, los ciudadanos no pueden circular libremente por las rutas nacionales, ejércitos de pobres son utilizados por dirigentes políticos para que ocupen tierras, mientras la Argentina se precipita en el mayor proceso de favelización, el más vertiginoso de todo su historia.

Una vez más, ¿por qué el presidente no reacciona? Tal vez Alberto Fernández suponga que la relación de fuerzas no lo favorece, que en un enfrentamiento, Cristina lo destruiría ya que, supone, ella tiene más poder que él.

Pero ¿qué significa el poder, qué lo otorga? En las democracias ese poder lo otorga el ciudadano que vota en elecciones libres. Entonces, la siguiente pregunta es ¿Cristina concentraría más votos que Alberto?

Todas las encuestas dicen lo contrario: aún en su peor momento, el presidente tiene mejor consideración que su vice: el exiguo 37% de imagen positiva de Alberto es, aún así, mayor que el 28% de Cristina. Y, más aún, el 61% de imagen negativa de Cristina supera ampliamente el 48,5% de la imagen negativa de Alberto?

A la luz de estos números se torna inexplicable que una persona como Cristina, que tiene una pésima valoración popular, pueda someter a otra que es mejor valorada por el electorado.

Entonces estamos frente a una nueva pregunta: ¿Cuáles son las cláusulas secretas del contrato electoral que firmaron Cristina y Alberto? ¿Por qué Alberto procede como si estuviese secuestrado por Cristina? En cualquier acuerdo, por intrascendente que fuera, existen garantías.

En un contrato de alquiler queda una propiedad en garantía. En un crédito hipotecario, el bien es el propio reaseguro. No existe pacto no se asegure el complimiento por medio de una garantía.

¿Cuál es la garantía que debió poner Alberto para que Cristina, desconfiada como es, accediera a legarle el poder? ¿Qué haría Cristina Kirchner si Alberto decidiera independizarse? ¿Qué daño le provocaría Cristina no ya a Alberto, sino a la Argentina?

Es hora de que Alberto conteste la pregunta que no se atrevió a responder Daniel Scioli: “Qué diga quién le tiene las manos atadas”. Acaso no le falten ganas de contestar, pero otra advertencia resuena desde el interior de su cabeza; aquella que dice: “Sólo hay que tenerle miedo a Dios. Y un poquito a mí”.

 
 

10 comentarios Dejá tu comentario

  1. Devolvé los 10 palos que salieron de nuestros impuestos andahazi! Sos onanista que sabés las claúsulas secretas? O con estos se te cortó el chorro que te daba el delincuente de Lombardi? Tan básicos son que creen lo que dice éste ensobrado?

  2. No, Juanjo, no se equivoque, no lo dice Andahazi, que por cierto escribe lindo. Lo dice POR LO MENOS, el 61% del país. Y el 39% restante muy probablemente también lo sepa, pero como Scioli se calla porque le conviene. Y en cuanto a las características de los kirchner, que bien muestra el texto y que recordamos los que tenemos memoria, ambos han sido y ella aún es narcisista y con claras tendencias psicopáticas, cada vez más estridentes y obvias. El sistema democrático le permitió a estos dos acceder a una posición que les permite infligir un severo daño a nuestro país.

  3. ¡No existen CLAUSULAS! Solo está la presencia de CRISTINA Y NADA MAS. Alberto tiene la BANDA PRESIDENCIAL y con eso ya está.....¡TODO PAGO! Ambos se conocen de momento álgidos y se conocen respecto a las AMBICIONES DE UNO/A Y OTRO/A. ¿Acaso alguién cree que Alberto se va a animar a INCUMPLIRLE A CRISTINA? Seguramente Cristina le debe haber regalado un celular con un ringtong que suena con su voz mas encendida, diciendo: "SOLO HAY QUE TEMERLE A DIOS.....Y A MI"

  4. Primero lo sedujo con la presidencia, que para un ex secretario, y en su momento profesor de derecho penal fue más que suficiente, no solo para aceptar la fórmula presidencial, sino además para salir por todos los medios a retractarse de todas las acusaciones "mediáticas" que manifestó, que por cierto fueron todas probadas con anterioridad. Una vez metido en el nuevo personaje de "candidato" empezaron las negociaciones más importante, sutiles, ya perfectamente maquinada por la nefasta, y perversa "señora". Las cláusulas pueden ser diversas, por un lado "el profe de la UBA" pasa a ser la cara de un país (aunque se Argentina) dándole prestigio, y quedando en los anales de la historia.....(para el secretario sobrepasaba sus aspiraciones ampliamente) Ella involucrando todo su aparato en lugares claves, grandes "cajas" en distintas entidades públicas, seguramente como ultima alternativa hasta un indulto firmado con sangre, y hasta me atrevería especular en favores sexules,(de parte de la señora) anque ella está en clara retirada de estas prácticas, para el profe de la UBA es el éxtasis mismo, fiestas y opulencias extravagantes, etc.Sí! así me lo imagino, capaces de cualquier cosa, y a las pruebas me remito....

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