Como propuestas para tender fuertemente a reactivar la economía y reactivar el empleo, se exponen varias iniciativas, a pluma alzada sin orden predeterminado, las que sin duda podrán completarse con otras.
Algunas, como las de construcciones de viviendas, ya se han comenzado. Se tuvieron en cuenta acciones que sean fuertes demandantes de mano de obra, a la vez que las mismas tendrán efectos positivos en lo social, en lo económico y en lo estratégico, al mejorar la infraestructura en general y propender a la muy necesaria reindustrialización, tratando de dar prioridad a todo el extenso territorio por fuera del hiper poblado AMBA, para evitar que siga operando como polo desmesurado de concentración humana y de las actividades con mayores efectos multiplicadores, como las industriales y las tecnológicas, propendiendo a su difusión y fortalecimiento a lo largo y ancho de nuestra superficie nacional.
-Planes de construcciones de viviendas, con todos los servicios, en barrios nuevos y también mediante planes de tipo individual, como el PROCREAR; dando prioridad total a toda iniciativa fuera del AMBA.
-Construcciones de rutas nuevas o autovías, tratando de fraccionarlas en tramos de menores extensiones, para dar cabida a las muchas pequeñas empresas constructoras que hay en las provincias, evitándose que se concentren en las grandes empresas de tipo oligopólico; sobre todo las de “la patria contratista”, de lo cual “sabe” mucho el expresidente neoliberal.
-Para las dos iniciativas precedentes, y otras similares, exigir que las inversiones en equipamiento de las empresas deban ser de industria argentina, dando para ello facilidades financieras y exenciones impositivas, con preferente importancia a estimular las producciones nacionales de equipamientos pesados y de mediana o gran complejidad tecnológica.
-Tramitar factibles acuerdos de inversiones para volver a construir nuestra red ferroviaria, incluyendo trazados de orientaciones transversales, evitándose el diseño de embudo convergente hacia el AMBA, como lo era antes. En lo posible, reconstruir las trazas ferroviarias utilizando una sola trocha en todo el territorio, para facilitar las interconexiones. Hubo y seguramente hay, ofrecimientos de ese tipo de grandes inversiones, por parte de China, Rusia, y tal vez otras grandes potencias. Parte de todo el vasto equipamiento, puede ser de industria nacional, como los rieles, vagones, material eléctrico y electrónico u otros. Si los pagos se pudieran acordar en grandes volúmenes de materias primas, preferentemente con semi o total elaboración, eso tendrá un doble efecto multiplicador, pues las compras hechas por el Estado se pagarán en moneda nacional, incentivando las diversas producciones provinciales, y se evitará tener que gastar las escasas divisas de las que disponemos.
-Fomentar el desarrollo de la Hidrovía, estimulándose las construcciones de barcazas y remolcadores, en astilleros ubicados fuera del AMBA. Es de señalar que en su momento Corrientes tuvo astilleros, y en menor escala también Misiones.
-Refundar ELMA (Empresa Líneas Marítimas Argentinas), para lo cual las construcciones de nuevos buques puede y debe encargarse a los grandes astilleros, hoy casi inactivos, como Río Santiago. Los pagos de fletes marítimos son una sangría enorme de divisas, y una fuente laboral muy importante si se vuelve a nacionalizar la actividad.
-Manejar el comercio exterior, evitándose las maniobras de sub y sobre facturaciones, además de las retenciones de liquidaciones de divisas, lo cual es un tipo de operaciones que presionan a favor de grupos de poder afines a doctrinas e ideas apátridas.
-Volver a producir camiones medianos y pesados, equipos viales y similares; dando prioridad absoluta a ser adquiridos para todas las obras vinculadas con este conjunto de planes de inversiones; para lo cual se implementarán líneas de créditos especiales y facilidades impositivas, de modo de inducir las inversiones hacia equipos nacionales.
-Hacer un plan de reequipamiento de las FFAA y FFSS, potenciando y reconstituyendo el complejo tecnológico e industrial de Fabricaciones Militares; a la vez que dar participaciones a empresas productoras de automotores y maquinaria agrícola, para producir al menos tres modelos (liviano, mediano y pesado) de vehículos todo terreno, de diseños simples o readaptaciones de vehículos civiles, que cubran todas las necesidades de esas fuerzas. Se deberá hacer comprender a los cuadros de uniformados, la importancia de promover la industria argentina, con todo su valor estratégico y económico, no dependiendo de equipamientos e insumos importados. Como ejemplo y citando marcas para mejor precisión, es mejor disponer de varios miles de vehículos tipo Agrale (un todo terreno militar brasileño, más simple y económico que sus similares de EEUU, Rusia o China), pero producidos acá y de marca y/o modelo propio argentino; que unos cientos de Hammer, estos últimos además de altísimos costos operativos. Claro que en todo esto, hay que volver a crear la positiva mística de favorecer y estimular la Industria Argentina, hoy olvidada o degradada, tras años de inculcarse doctrina liberal entre los uniformados y pueblo en general.
-Fomentar la creación de Escuelas Técnicas, de Oficios y Agrarias (estas con el modelo de las EFA de Misiones, o similares). Eso incrementará la disposición de trabajadores calificados, tan valiosos para todo proceso de desarrollo.
-En vez de las ineficientes, no limpias y muy costosas energías solar y eólica, impulsar las usinas hidroeléctricas (hay varios proyectos muy factibles, incluso de mediano tamaño), y centrales nucleares.
El tema no se agota.