El diputado nacional Eduardo Valdés afirmó que el presidente Alberto Fernández está sufriendo “hostigamiento mediático”, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero cuestionó las “falsas noticias” difundidas durante la pandemia, el propio jefe de Estado ha sido hostil con la prensa, antes y después de ser electo.
Son cuestiones que, por alguna razón sin explicación elocuente, no dejan de sorprender ¿Por qué? Si siempre hubo un encontronazo entre el kirchnerismo y el periodismo.
El hecho de que sectores duros que responden a la hoy vicepresidenta mientras se encontraba al frente del Ejecutivo nacional hayan promocionado el escupitajo a fotos de periodistas da cuenta de ello.
Pero al margen, no puede olvidarse cuando desde ese mismo sector se culpaba al periodismo por las causas de corrupción que pesan sobre Cristina Fernández.
De hecho, grupos “periodísticos” que son la voz del Gobierno en general –y de Cristina en particular-, llegaron a culpar a puntuales periodistas de cosas realmente graves. Ese es el caso de Roberto Navarro, quien dirige El Destape web, y quien llegó a decir que al ex secretario de CFK, Fabián Gutiérrez, lo habían matado por culpa de Jorge Lanata.
Su análisis concluía en que la causa denominada “Ruta del Dnero K” era una mentira inventada por el colega y que a Fabián Gutierrez lo mataron buscando la plata de la política que, según Navarro, nunca existió.
De más está decir que los archivos, videos, declaraciones y todas las medidas de prueba adoptadas y luego explayadas en el expediente, son realmente convincentes. De paso, es dable invitar al vocero periodístico de Cristina a consultarlo.
También es necesario referirse a las palabras evocadas por Cafiero 3º redactadas más arriba ya que habla de las mentiras del periodismo. ¿Se refería a aquel acto de corrupción que protagonizó el ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo al hacer una compra con precios faraónicos?
La pregunta va referida a la explicación que luego brindó Alberto Fernández, en la que principalmente culpó a los empresarios y dignificó la figura de Arroyo.
Pero al margen de ello, las fake news en muchísimos casos son impulsadas desde el Gobierno, A veces de manera autónoma y a veces a través de la prensa.
De forma autónoma se puede mencionar, por ejemplo cuando Alberto dijo que no endurecería el Cepo, el ministro de Economía Martín Guzmán lo ratificó poco más de una semana después. Falso de falsedad absoluta. Sólo 3 días después el presidente del Banco Central Miguel Ángel Pesce resolvió en contramano.
Si la noticia falsa se lleva a cabo con el “permiso” de los medios, la operación tiene dos mecánicas diferentes: La primera es mediante fuentes oficiales.
Es sabido que gran parte de lo que se publica en los medios proviene de información que desliza el propio Gobierno y, en muchos de estos casos, los datos compartidos son imparciales, tergiversados o hasta falsos.
La segunda es mediante medios afines, lo antes mencionado sobre Roberto Navarro evita continuar explayando sobre esta mecánica.
Ciertamente no se puede ser necio, no se puede decir que dentro del ámbito periodístico no existen las operaciones de prensa y las fake news sin participación gubernamental alguna, pero ni todos los medios participan ni todos los periodistas son prebendarios.
Con esa lógica de meter a todos en una misma bolsa, habría que contestarle a Cafierito nieto que todos los políticos son corruptos y no es así.
Pero, al margen de ello, un funcionario no puede culpar a la prensa por cuestiones que su propio Gobierno genera, como es el caso de las fake news.
En cuanto a lo que dijo Eduardo Valdés, sólo resta comprender que no entendió aun lo que está pasando, dicho sea de paso, los grandes medios periodísticos lo tienen a Alberto como un buen tipo, las lanzas apuntan hacia su vice.
Entonces, Eduardo…. La culpa de que Alberto se la pase mandándose macanas es de él, no de los medios.
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