Alguna vez, se lo preguntamos al propio Carlos Telleldín y no supo responder con claridad. No insistimos. Supusimos que tenía algún tipo de acuerdo con alguien puntual —no imaginamos quién— para tragarse el verso de la camioneta bomba que presuntamente explotó en la puerta de la AMIA el 18 de julio de 1994.
La aclaración viene a cuento del inicio del juicio oral en contra del otrora reducidor de autos, por el “chiste” de la Trafic que él habría aportado a los terroristas que atentaron contra la mutual judía y por el cual la fiscalía pide 20 años de prisión en su contra.
Pero hay un detalle: jamás existió camioneta bomba alguna, tal cual se ha demostrado de manera científica. No es materia opinable, es un dato concluyente que incluso fue desarrollado en nuestro libro “AMIA, la gran mentira oficial”.
No fuimos los únicos: Gabriel Levinas, nieto de uno de los fundadores de la AMIA, fue contratado en 1997 por la DAIA para informatizar la causa y supervisar la investigación”. De ese trabajo periodístico surgió la publicación del libro AMIA, La Ley bajo los escombros, en el cual Levinas impugnó la existencia de aquel vehículo bomba.
Según el periodista, las maniobras con “varias camionetas Traffic” constituyeron un "bluff" pergeñado por los terroristas, a fin de que obrase como señuelo distractorio o “cortina de humo” para que no se investigara el verdadero modo en que se cometió el atentado.
“El investigador denunció en muchas oportunidades que tanto Galeano como el propio abogado de la AMIA, Luis Dobniewski, sostuvieron esta falsa coartada para no inculpar a quienes pusieron un volquete frente a la puerta de la mutual judía escasos minutos antes de su voladura, a causa de las íntimas relaciones que éstos tenían con el poder”, según cuenta un artículo de Juan Salinas.
Mantenido a rajatabla por el TOF 3, el cuento persa de la Traffic pasa de leyenda urbana a dogma de fe. Así lo manifestó en la semana del juicio el mencionado Salinas:
“Hace ya muchos años que en largas conversaciones con los fiscales Mullen y Barbaccia éstos me explicaron detalladamente que en el expediente no había una Traffic sino tan sólo un (pedazo de block de) motor, y que era la numeración de ese motor que había llevado a Telleldín. Como determinó el tribunal, el acta de hallazgo de ese pedazo de motor es falsa”.
Para que el juicio no se desplomara, Israel envió al general Zeev Livne, jefe de los socorristas israelíes, quien aseguró que fueron sus hombres quienes encontraron ese pedazo de motor luego del anochecer del lunes 25 de julio de 1994.
Sin embargo, y según coincidieron en declarar ante el tribunal quienes fueron jefe y subjefe de los bomberos encargados de las tareas de rescate (el comisario mayor Roberto Oscar Corsetti, entonces director general de Servicios Especiales interinamente a cargo de la Dirección de Protección Urbana, y el actual comisario general retirado Omar Rago, entonces jefe del cuerpo de Bomberos de la Capital y hoy coordinador de Defensa Civil) coincidieron en señalar que ese pedazo de block de motor apareció el mismo 18 de julio o como muy tarde el 19 de julio por la mañana.
Es decir, que apareció por primera vez por lo menos 24 horas antes de que los socorristas israelíes iniciaran, el miércoles 20, su trabajo. Rago y Corsetti agregaron que les consta que dicho pedazo de block de motor fue exhibido en el Departamento Central de Policía el miércoles 20 y el jueves 21.
Que a despecho de la falsificación de la correspondiente acta de hallazgo creer que ese motor haya sido encontrado por vez primera el lunes 25 por la noche es un acto de fe... en un general israelí.
Y, por cierto, es un acto de fe en un general israelí ya pescado en flagrante mentira. Porque al mediodía de aquel lunes 25 de julio, horas antes del supuesto hallazgo, el general Livne anunció haber encontrado entre los escombros de la AMIA restos del supuesto coche bomba “con un cadáver totalmente destrozado adentro” que, dijo, “posiblemente sea el suicida que lo conducía”, tal como publicó el diario La Prensa. Un bolazo del tamaño del Maracaná.
Ante la evidencia de que el edificio de la AMIA se había desplomado a causa de una explosión interna, el general Livne también inventó que la supuesta Traffic bomba debía haber ingresado al hall de entrada sin pedir permiso.
“Acá había problemas para estacionar, pero no para pasar. Pienso que el auto se puso de frente y subió hasta el edificio. Allí explotó”, sugirió.
Los dichos de Corsetti y Rago coinciden con el hecho de que el juez Galeano ordenó intervenir los teléfonos de Telleldín el lunes 25 por la mañana, lo que indica claramente que su supuesto hallazgo ese día por la noche es una crasa mentira y, para el caso, es igual que la diga un oficial de Explosivos de la Federal o un general israelí.
Hasta ahora, uno conocía algunos misterios de la fe contrarios al raciocinio y la lógica sensible como la Santísima Trinidad y la transubstanciación, pero ahora se añade un misterio específicamente judío, diríase que procedente del Antiguo Testamento: el de la ubicuidad de una camioneta bomba que, de la misma manera que Dios preexiste a su creación, preexiste a la supuesta obra destructiva, la voladura de la AMIA.
Todo, a su vez, comenzó a adquirir sus fantasmagóricos contornos en el preciso instante en que la SIDE filmó al agregado cultural iraní, Moshen Rabbani, mientras preguntaba el precio de una Traffic en un negocio de la avenida Juan B. Justo.
Si la fe mueve montañas, ¿Cómo no podría mover y hacer explotar una simple Traffic?
Porque sin la camioneta bomba, se hubiera caído en poco tiempo la trama del encubrimiento.
Porque tantos años utiliza la JUSTICIA para investigar algo. Pasan los años y en temas sobre la AMIA como lo de nosotros ,de lo que ocurrió en Río Tercero con las explosiones , aún MENEN no fue citado a declarar. Cuantos años tiene, si no se apuran no va a llegar a declarar.
Telleldín no existe.
Telleldin, se hace el dolobu con respecto al falso coche-bomba de la AMIA, porque su existencia o no a él no le cambia su situación procesal, ya que sea que los terroristas le compraran su Trafic para hacer un coche-bomba o lo hicieran para fabricar uno trucho, a él lo acusan del absurdo de "saber" el uso que estos le iban a dar, no de venderlo. En el bochornoso juicio oral AMIA 2001-2004 tanto Telleldin como Ribelli y a través de él los otros polis bonaerenses acusados al dope en ese juicio, negociaron con los sionistas NO TIRARSE CONTRA EL COCHE-BOMBA, y así fue que en los alegatos finales, que es donde lo deberían haber planteado, el único de los 33 abogados defensores que lo hizo fue García Dietze el abogado del mecanico Nitzcaner(que armó la Trafic que vendió Telleldin a los terroristas) y no lo hizo con sólidos argumentos, lo que le dio pie a los jueces del TOF3, a los que también habían presionado para que aceptaran el falso-coche, que lo hicieran en su fallo. Pero dejó para el que siguiera la instrucción, el CHORRAZO SUICIDA Nisman para que salvara las incongruencias de la hipótesis disparatada de Galeano, de que Telleldin ¡PARA DESPISTAR! había mellizado 2 Trafic en simultáneo los primeros días de julio de 1994, pero fue tan mal "despitador" Telleldin que según esa hipótesis trucha, "de las 2 Trafics" le "entregó", a los terroristas la Trafic que tenía el motor de la siniestrada comprada a su nombre(y sin borrarle en Nº de motor) y una carrocería de origen "desconocido"(obvio todavía lo es), e hizo desaparecer(por supuesto sigue sin aparecer) la que le mellizó Nitzcaner con el motor de la siniestrada y una carrocería de una robada a un disc-jockey. Telleldin y todos sus secuaces siempre juraron y perjuraron que ésta fue la que le vendió a los terroristas y que no hubo otra Trafic mellizada esos días(lo que está archi-probado a esta altura). La hipótesis de "las 2 Trafics" que todavía los sionistas sostuvieron ayer en su alegado, la fabricó Galeano los primeros días cuando recibió el informe de Renault de que entre los restos carrocería presentados como hallados en la zona de la explosión NO LOS HABÍA DE LA TRAFIC QUE TELLEDIN VENDIÓ A LOS TERRORISTAS. Solo el pequeño trozo de block era de ésta, que es fácil probar fue plantado por los "rescatistas israelíes" el 25 J al atardecer, al otro día se volvieron a Israel. Esto sólo es prueba concluyente de que los restos de Trafics fueron plantados, porque es un absurdo pensar que los terroristas fueran a cambiar la carrocería. Fueron MAL PLANTADOS, porque los prlantadores con contaron con que en 1990 Renault iba a cambiar el tratamiento de pre-pintura de sus Trafics y esto iban a poner en evidencia el plantamiento. Pero es al dope alegar la verdad porque el sionismo está detrás de la instalación de esta mentira y del falso coche-bomba, y no para beneficiar a "los sirios" u algún otro perpetrador, sino para protegerse a ellos mismos, los verdaderos perpetradores y únicos beneficiarios de ese bombazos y su similar en la emba de Israel.
Claudia, la voladura del DEPÓSITO del arsenal de Río III(sólo éste voló de la planta) tuvo un juicio oral con condenas probadas: los directivos del Arsenal que lo perpetraron para blanquear los faltantes de armas y explosivos que habían sido vendidos clandestinamente en los Balcanes. Nada que ver con los 2 bombazos en Baires en 1992 y 1994, que tuvieron otros perpetradores y otros motivos. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.
G, si que existe Telleldin y por presión sionista sobre "nuestra"(in)justicia flan lo tuvieron preso al dope durante más de 10 años, sometiéndolo a todo tipo de vejámenes, tanto a él como a familiares y allegados para que se declarara culpable o que acusara a otros. Lo que no existe en el caso de los 2 bombazos en Baires en 1992 y 1994 es una investigación en serio, porque si la hubiera habido rápidamente se hubiera llegado a que no fueron Irán/hezbollah los perpetradores, sino que fueron los que acusaron FALSA E INSTANTÁNEAMENTE a estos: los gobiernos de Israel y USAl.