El vencimiento del plazo operado para pagar al Club de París marca el inicio de un período de gracia de dos meses, para hacer efectivo el incumplimiento de esa obligación. Ni la gira del Presidente Fernández ni las estériles gestiones del ministro Guzmán pudieron cambiar el rumbo de un final anunciado.

La pésima gestión económica de la administración de los Fernández es la causa de los incumplimientos con el Club de París y con el FMI. La pretensión de querer cambiar los estatutos y las normas de ambos nucleamientos, no quedó más que en un panfleto declamativo del Frente de Todos y finalmente, la Argentina deberá presentar un programa de ajustes económicos si es que quiere refinanciar la deuda que tiene con ambos organismos.

Para refinanciar la deuda con el FMI, la Argentina tiene que acordar un programa económico con el organismo que requiere de ajustes fiscales. No hay alternativa. Y para refinanciar la deuda con el Club de París, la Argentina debe arribar a un acuerdo con el FMI. No hay alternativa. Todo lo demás, es panfleto proselitista del Frente de Todos. Lo único que vale es un acuerdo con el FMI.

¿Qué exige el FMI? Lo mismo que suele rechazar el Frente de Todos. Palabras más o menos, ajuste en las cuentas fiscales, reformas estructurales y terminar con la inflación. Algo de eso también planteó hoy en un documento, la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE), una suerte de club de países con alto nivel de vida.

En su informe anual consideró que “los desequilibrios macroeconómicos persistentes y las nuevas restricciones de movilidad pesarán sobre la demanda interna y limitarán la recuperación. La monetización continua del déficit fiscal mantendrá la inflación elevada y la creación de empleo se recuperará lentamente, pero la alta informalidad seguirá siendo motivo de preocupación”.

Más adelante, la OCDE recomendó “trazar un camino a mediano plazo hacia la sostenibilidad fiscal, para reforzar la confianza y reforzar la inversión” y sostuvo que “mejoras en la eficiencia del gasto público y revisión de exenciones en el sistema tributario, presentan un amplio margen para el ahorro fiscal”.

Y luego remató con lo siguiente: “El desempleo, el estancamiento de los salarios y la creciente informalidad erosionan el poder adquisitivo de los argentinos, especialmente para hogares de bajos ingresos. La aceleración del proceso de vacunación ayudaría a limitar los retrocesos en la lucha contra el Covid-19 y reducir los desequilibrios macroeconómicos serán clave para reavivar la confianza, lo cual requerirá políticas fiscales prudentes con menor financiamiento monetario del déficit, fortaleciendo la credibilidad e independencia del banco central, y, finalmente, la eliminación de los controles cambiarios”.