Poco duraron las presiones sobre la Casa Rosada para que el presidente Alberto Fernández prolongara, por una semana más, las duras restricciones que aplicó durante 9 días para ver si puede aflojar el espectacular crecimiento de los contagios y las muertes por coronavirus.
Algunos infectólogos le aconsejaron continuar en esa línea al igual que el gobernador bonaerense Axel Kicillof y conspicuos exponentes del kirchnerismo más duro.
Sin embargo, Fernández optó por cumplir con la palabra dada en el último DNU luego de pensar en lo que todavía puede venir. Y en la posibilidad de tener que apelar a nuevas restricciones mucho más estrictas. En otras palabras, cuarentenas intermitentes en cuanto a su dureza.
Renovar la confianza con importantes sectores de la sociedad, que se sienten defraudados por la manera en que el gobierno se está moviendo en el medio de la pandemia, es una cuestión fundamental para el Presidente. Y no cumplir con lo prometido hubiese profundizado esa brecha.
También ayudo la necesidad de tenderles una mano a sectores del comercio y la industria, que están inmersos en una gravísima crisis producto de las distintas cuarentenas.
Pero no fueron los únicos que levantaron las manos. Aflojar por unos días también les permitirá a los gobernadores, y sobre todo a los intendentes bonaerenses, tomar un poco de oxígeno frente a las presiones que se dan en sus propios territorios por parte de aquellos que se ven perjudicados por el cierre de la actividad económica.
En el caso del conurbano, los jefes comunales aprendieron a ser tolerantes para distender el clima social, sin apartarse demasiado de los DNU presidenciales. Ellos también necesitan de las cuarentenas intermitentes.
Al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, también le conviene alternar los períodos de restricciones más duras, porque evita así que recrudezca el enfrentamiento con la Rosada, que tiene en las clases presenciales, el principal conflicto producto de la pandemia.
Con Kicillof es otra historia. El bonaerense, en sintonía con Cristina Kirchner, no afloja en sus constantes críticas al principal candidato presidencial que hoy tiene la oposición
De cualquier manera, Rodríguez Larreta ya avisó que no está dispuesto a pagar el costo político por la falta de vacunas. Ya lo dijo el viernes cuando descargó, por lo menos tres veces, la responsabilidad de lo que pueda ocurrir en el gobierno nacional.
El Presidente está convencido que una buena parte de las vacunas prometidas llegará en tiempo y forma, que esto contribuirá a cambiar el clima social, que se verá reflejado en una disminución de los casos y que, por lo tanto, mejorarán su imagen y su gestión.
Claro que, para eso, todavía habrá que atravesar por lo menos dos meses de cifras demasiado altas en contagios y muertes.
Por esa razón, las restricciones de Fase 1, como se denominan, volverán de manera alternada con otros días de un poco de alivio. Siempre y cuando se cumplan los pronósticos del gobierno.
Chile e Israel son los países a nivel MUNDIAL que más han vacunado y miren como estan, RÉCORD DE MUERTES Y "CONTAGIOS" EXPLIQUEN ESO.
EDGARDO ALFANO no nos interesa para nada lo que haga TU GOBIERNO, SON LA NADA MISMA.
Tambien la gente tienen que cumplir con las restricciones, no tiene que haber marchas, no es momento para salir a protestar, no tienen que juntarse a festejar el resultado de un partido de futbol, no tiene que haber reuniones ni fiestas clandestinas.-he visto en la TV testimonios que gente que estuvo internada entubada 40 d{ias y cuando se despiertan no pueden caminar, no pueden moverse por si solos, necesitan uno 30 dias mas de internacion en lugares de rehabilitacion. Algunos viven en un termo.-
Maria ¿Y quien son vos o el presidente para CONCULCAR LOS DERECHOS INALIENABLES DE LOS CIUDADANOS?