A fines del 2020, la Argentina firmó el primer contrato con el gobierno de Rusia para comprar 20 millones de dosis de la vacuna anti Covid-19 llamada Sputnik V. Ese acuerdo estipulaba que el país recibiría 10 millones de dosis para aplicar como primera inoculación; y otras 10 millones de vacunas más, diferentes a las primeras, ya que únicamente son efectivas y seguras como segundas inyecciones que complementan así lo que se identifica en el convenio como “tratamiento”.
El plazo de entrega estipulado era auspiciante aunque dejaba alguna potencial duda sobre su cumplimiento: se afirmaba en ese texto que las 20 millones de vacunas rusas podrían llegar a nuestro país el 28 de febrero de este año. No pasó.
Pero el dato que hoy debe reactualizarse de ese acuerdo sanitario-comercial es el que directamente adelantaba el futuro: “Durante ese plazo (desde diciembre del 2020 hasta el 28 de febrero del 2021) se podrían desincronizar los suministros de los tratamientos, para asegurar el suministro de dosis de Ad26 (primera inyección) como primera prioridad”.
Esa información, que ya había sido difundida en parte por TN.com.ar, indica que el Gobierno Nacional entró a conciencia en un laberinto de imprevisión en las compras seguras de vacunas.
El enredo se agrandó y complejizó en estos últimos meses.
A eso se suman declaraciones confusas de ministros nacionales sobre el rumbo de la vacunación. Más de seis millones de personas esperan su dosis 2 de la Sputnik V.
El Gobierno Nacional, incluida la actual ministra de Salud, Carla Vizzotti, sabía desde el día 1 de la compra de las Sputnik V que las segundas dosis de esas vacunas se podría discontinuar.
Habría retraso en su entrega. Las autoridades jamás se lo informaron a la sociedad. El Ministerio de Salud anunció compras de a millones de nuevas vacunas, sobre todo de las chinas Sinopharm y Cansino. Y promete que llegarán en los próximos días segundas dosis de la Sputnik V, a lo que se sumarían cientos de miles más que envasará en el país el Laboratorio Richmond.
Esa producción, una vez completada aquí, debe ser enviada a Moscú para que se garantice su seguridad. En Salud tampoco explicaron con claridad por qué se retrasó la entrega de las vacunas de Oxford-Astrazeneca que se fabricaron en muestro país y se envasaron, con problemas, en México.
Ese contrato afirmaba, aunque siempre con verbos en potencial, que la Argentina recibiría alrededor de 23 millones de vacunas. Hasta ahora, llegaron varios millones menos aunque el Estado pagó 80 millones de dólares por esa adquisición. Falta abonar aun el 40 por ciento del precio acordado.
Para dimensionar el volumen del retraso de éstas últimas vacunas basta con conocer que, al día de hoy, el propio Gobierno informa que desde que empezaron a negociar con laboratorios diversos las compras de sus productos contra el Covid-19 llegaron en total 25 millones de vacunas. Entre todas las “marcas” adquiridas.
Es decir, recién pasó la mitad del 2021 y apenas se cuenta con casi el mismo número de vacunas que Oxford-Astrazeneca había comprometido entregar casi a esta misma altura del año.
Mientras tanto, como se dijo, los especialistas independientes y los funcionarios nacionales, alertan sobre la posible llegada de la nueva cepa del virus que sería más contagiosa y podría generar más muertos: la llamada variante Delta.
Si se tomaran como guía a las declaraciones de los últimos días que hicieron los dos ministros que más conocen de cuestiones sanitarias y de la ciencia para vencer a enfermedades, entonces el Gobierno -y también la sociedad-, parecería perderse aun más en los caminos cruzados del laberinto de las vacunas.
Este sábado dijo en declaraciones radiales que era probable que en la Argentina haga falta una tercera dosis de vacunas para reforzar la potencial protección que dan las que hasta ahora se compraron y se aplicaron. Pero fue más allá y adelantó que también es posible que se deba “cambiar de sueros si se comprobara que alguno de los que se están aplicando no es efectivo”.
-
¿Entonces lo anunciado hasta ahora por el Ministerio de Salud es incorrecto o incompleto?
-
¿Tercera dosis cuando aun hay millones de personas sin vacunar y solo un 8 por ciento de los inoculados completaron las dos dosis requeridas por todos los tratamientos de inyecciones contra el Covid-19 a los que se pueden acceder en el país?
La ministra de Salud, Vizzotti, afirmó que “ninguna dosis de ninguna vacuna vence”. Y agregó: “La primera dosis genera casi el 80 por ciento de inmunidad (en promedio de las diferentes marcas) y la segunda dosis la completa y le da más duración”.
O sea: confirmó que si no se cumple el esquema de tiempo entre primeras y segundas dosis la inmunidad total y más duradera no se puede obtener. Usó tal vez una retórica más enrevesada.
La ministra Vizzotti aseguró que esta tercera variante de inoculacióm con dos vacunas de laboratorios distintos en realidad “es una posibilidad que se está evaluando desde el primer momento, no necesariamente por la dificultad en el acceso a las vacunas sino también para ampliar y clarificar la campaña de vacunación”. Sic.
En una entrevista con el diario Clarín, el ministro Salvarezza aceptó que el plan de vacunación nacional tuvo fallas: dijo que se confió demasiado en que los laboratorios cumplirían sus fechas de entrega de lotes de millones de vacunas.
Es un primer mea culpa sobre este punto en boca de un miembro del Gabinete: “Haber confiado (en los laboratorios) fue un tema porque las vacunas se fueron demorando y no se pudo tener el ritmo que uno hubiera querido en febrero y marzo. Fue el tema más importante de exhibición, de cara a la sociedad: haber esperado y que llegaran un poco después”, se sinceró.
Y luego fue más condescendiente con el ministerio de Salud: “Ahora bien, mirando la película completa, se terminó teniendo un desfasaje de dos meses. No mucho más”.
¿Dos meses de desfasaje en la vacunación en un país con más de 92 mil muertes?
Los argentinos, guiados por el poder político, siguen sin encontrar la salida al laberinto de las vacunas.
La Ministra de Salud CARLA VIZZOTI fue entrevistada en el Canal amigo de América por ROMINA MANGUEL. Que dijo: 1)Que los Ciudadanos tienen rabia, están enojados por el tema vacunas por culpa del Periodismo. 2) Que GINÉS GONZALEZ GARCIA es una excelente sanitarista que está en España dictando Clases y que tiene su propia Universidad. 3) Que el tema del vacunatorio VIP es una PAVADA. De ahí para abajo y para arriba diciendo cualquier cosa. Y es lo hay, lo que tenemos y quién en estos momentos maneja la Salud Pública Nacional.
El gobierno está avocado a conseguir la mayor cantidad de vacunas, en Córdoba ya se han vacunado 1.700.000 personas en una población de 3.000.000, mucha gente ya tiene la 2da. dosis. Por más que este periodista escriba pelotudeces, esta es la realidad.-
Decir que las vacunas "no se vencen" es una expresión aplicable a un yogurt. Es aplicable a la vacuna dentro del frasquito y conservando la temperatura. Lo que preocupa a la gente NO ES ESO, lo que preocupa es la protecciòn que brindan una vez aplicadas. La ministra dice eso con perfecto conocimiento de que se va a interpretar algo distinto a lo que se expresa, pero es evidente la intención de engañar a un pueblo ignorante que es el que los va a votar.