Nos criticaron, nos mandaron cartas documento, nos amenazaron con juicios penales y civiles. Todo por decir que detrás del escándalo Pfizer aparecía la figura del siempre polémico Hugo Sigman, aportante millonario de los K y dueño del laboratorio mAbxience que formula el principio activo de la vacuna de AstraZeneca en la Argentina.
Venimos contando hace muchos meses que el ex ministro de Salud Ginés González García trabajaba a las órdenes de Sigman. Que todos respondían a su mandato, como Juan Manzur, Pablo Yedlín, Carla Vizzotti y otros.
Y ahora, en medio de tanta desmentida, aparece la “foto del delito”, la prueba de los vínculos: el eyectado ministro de Salud junto al mismísimo Sigman, en Madrid, España.
¿Qué van a decir ahora? ¿Seguirán insistiendo con que no se conocen? ¿Dirán, como hasta ahora, que Sigman no es el dueño del millonario negocio de las vacunas antigripales? ¿Que no lo han ungido con el curro de la AstraZeneca?
Dicho sea de paso, nunca está de más recordar las presunciones que existen sobre la figura del empresario, referidas al siempre inquietante delito del narcotráfico. Dos veces lo “embocaron” con toneladas y toneladas de efedrina, que no era justamente para hacer remedios.
Tal la cualidad de la persona al cual el kirchnerismo le está regalando los negocios más rentables de la Argentina. Todos ellos, como no podía ser de otra manera, dependientes de la teta del Estado.