Estamos viendo a cada rato que un peligroso delincuente sea liberado, se está haciendo tan normal que ya casi no llama la atención, en 2020 liberaron 9.124 presos y en 2021 (hasta Abril) 2.472, es decir 11.596 delincuentes. En estos valores no se ha tenido en cuenta a aquellos que se detienen y salen libres en unos pocos días (puerta giratoria).
Estos delincuentes es obvio que no tienen trabajo y dejan de percibir el sueldo que este gobierno les paga por estar presos, mientras los niños de las etnias originarias pasan hambre o se mueren por causas evitables. Ahora los tenemos haciendo de las suyas, robando, matando, violando o secuestrando como forma de trabajo reconocida por “intelectuales del gobierno”.
En el caso del asesinato para robarle a un chico de 17 años su celular y la bicicleta, ¿quién tiene la culpa del hecho?, ¿los asesinos o el juez que los dejó en libertad unos meses antes?.
Este razonamiento se basa en que si el juez no los hubiera liberados, el chico de 17 años asesinado, hoy seguiría vivo y su familia no estaría destruida.
El juez es tan culpable como los delincuentes, pero según nuestro desgraciado sistema judicial y político, nada se le recrimina, se hace silencio para que pase la tormenta y todo se olvide.
En el poder judicial hay demasiados privilegios y absurdos abusos mientras son protegidos por políticos que no hacen nada gratuitamente y a la larga se tiene que pagar, en algunos países se le llama “corrupción encubierta”. Estos señores a los que les encanta que los llamen “Su Señoría” como si se tratasen de nobles y dueños de un señorío.
Definimos que los títulos nobiliarios son una dignidad otorgada por los Reyes (en nuestro caso gobierno) a una persona, ya sea ciudadano del país o extranjero, como reconocimiento por un trayectoria meritoria en cualquiera de los ámbitos de la vida. Nuestra constitución no reconoce dichos títulos, pero eso no quita que algunos se sientan un príncipe, duque, marqués, conde, barón o vizconde.
Si dejamos que esto continúe, se va a agravar y podremos llegar a un total despotismo del poder Judicial y del Legislativo que pretende lo mismo y ya han logrado que en algunos lugares la sucesión sea hereditaria o familiar.
Hay que cortar la cabeza del monstruo y responsabilizar al juez o al tribunal que libere asesinos que terminan matando a otras personas, como si se tratase de un plan para mantener el terror en la población, la forma de actuar no es muy complicada. 1) Ocurrido el hecho repudiable el juez o tribunal responsable deben ser separados del cargo y detenidos. 2) Juicio y condena con cárcel por los años que al delincuente le faltaba cumplir, más la pena de 10 a 15 años por el delito en el que son responsables, deben ser rápidos y no durar más de dos meses 3) Inhabilitación perpetua para ocupar cargos en el poder Judicial y 4) el embargo de todos sus viene para cubrir gastos e indemnizaciones.
De esta forma la liberación anticipada o por razones políticas, deberá ser pensada detenidamente y considerar que los “Tribunales Populares” son terribles ya que su justicia se llama Venganza.
No son una clase superior por más que algunos de ellos crean serlo.
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