Con la habilidad que le dan años de campañas, el diputado Mario Negri lanzó una frase que camino a las PASO se impuso como meta: “Estamos a siete bancas de que el kirchnerismo se quede con la República”. No es que con ese número fueran a llegar el Frente de Todos a 129 bancas, pero el cordobés aclaró entonces que tres diputados más los alcanza cualquier oficialismo para dar quórum y/o votar a favor. Como mínimo, le faltó decir.
Fue un llamado al resto de Juntos por el Cambio a mantenerse unidos antes y después de las PASO y sobre todo a la ciudadanía para tener en cuenta lo que quienes no quisieran que el kirchnerismo se afiance debían considerar en este recambio legislativo. Por eso es que en todos los cálculos preelectorales se analizó siempre cuánto podía llegar a acrecentar el oficialismo su tropa, habida cuenta por ejemplo que pone en juego menos bancas que la principal oposición.
Semanas antes del 12 de septiembre, en vísperas de presentar el decálogo de leyes que impulsarían cuando llegaran a sus bancas, la primer candidata de JxC en CABA, María Eugenia Vidal, cambió el eje de la campaña: ya no habló de las bancas que le faltarían al oficialismo para dominar la Cámara baja, sino de las que la principal oposición necesitaría para darle pelea en el Congreso. No mencionó al Senado, donde por entonces ningún opositor se hacía ilusiones de que el FdT fuera a perder el quórum propio, pero respecto de Diputados habló de la necesidad de llegar a tener una bancada de JxC de 120 miembros, de modo tal de lograr marcar la agenda legislativa y hacerse fuerte en ese Cuerpo como primera minoría.
No hablaba todavía de tratar de quedarse con la presidencia de la Cámara -en rigor, nadie en Juntos por el Cambio lo pensó nunca seriamente, ni alcanzarían los votos para tal objetivo-, pero sí de desplazar al bloque liderado por Máximo Kirchner y plantarse con mayores posibilidades para 2023 en el hipotético caso de que la actual oposición se convierta en oficialismo dentro de dos años.
Pero sobre lo de la exgobernadora bonaerense fue un intento por fidelizar el voto y apostar al “voto útil”, dándole un sentido al mismo de modo tal de que no fluya hacia Javier Milei. Esta debió ser la lectura: si querés dañar en serio al oficialismo, no busques terceras opciones.
La pregunta que vale hacer es si realmente Juntos por el Cambio puede llegar a ese número de diputados, e incluso si no puede terminar sucediendo que el Frente de Todos pueda dar vuelta el resultado que a priori anticiparía esta gran encuesta nacional que representan las PASO.
Como poder, claramente puede el oficialismo revertir lo sucedido el 12 de septiembre y mantenerse como primera minoría a partir del 10 de diciembre. Además, es Juntos por el Cambio el que más bancas expone: 60. El Frente de Todos, en cambio, pone en juego 52.
El tema es que conforme “la ola” que suele anticipar un resultado victorioso para la oposición como fue el de las primarias, sería de esperar que tuviera la posibilidad de lograr más votos en las elecciones generales.
En la actualidad, los 120 diputados que ansía tener Juntos por el Cambio son los que tiene el bloque oficialista, al haberse oficializado en tiempos recientes el pase de Eduardo “Bali” Bucca. Juntos por el Cambio mantiene 115 miembros. Si la foto de las PASO se replicara este domingo, la principal oposición estaría aventajando por tres al oficialismo: 118 a 115. A este dato hay que acotar que el presidente de la Cámara suma para el quórum, pero no vota, salvo en casos de desempate.
A cuántos podría llegar el Frente de Todos
La realidad indica que tranquilamente el oficialismo podría revertir los números que hoy le diagnostican un panorama oscuro en la Cámara baja. Alcanzaría con dar vuelta las elecciones en San Luis y La Pampa, donde se eligen tres diputados en cada una y el Frente de Todos perdió en septiembre. Si como los gobernadores Rodríguez Saá y Sergio Ziliotto y espera, “la dan vuelta” el domingo, el 1-2 se transformaría en 2-1, y con eso solo el oficialismo nacional pasaría de 115 a 117 diputados y JxC quedaría relegado a 116.
Madre de todas las batallas, en la provincia de Buenos Aires el resultado de las PASO estableció que Juntos por el Cambio sumaría 16 diputados y el Frente de Todos 14. Aun ganando la oposición, pero con un resultado más equilibrado, el conteo podría quedar 15 a 15. En cuyo caso, la distribución a nivel bancas nacionales pasaría a ser 118 a 115 a favor de la bancada oficialista.
Aun no ganando nada el Frente de Todos en Misiones, pero derrotando el Frente Renovador de la Concordia (aliado permanente del FdT) a Juntos por el Cambio, este último bajaría a 114 diputados. Siempre y cuando todos los resultados que estamos sugiriendo se concretaran al mismo tiempo.
El oficialismo nacional podría ilusionarse con mejorar su performance en provincias como Neuquén e incluso Tucumán, para sumar otros dos diputados a la cosecha general, pero ya estaríamos hablando de una ola positiva que no se percibe vaya a suceder. Así y todo entonces, en caso de alinearse los planetas el Gobierno nacional podría llegar a festejar el domingo aun perdiendo. No sería para descorchar champán tampoco, pues quedaría casi con el mismo número que hoy ostenta -pues no pudo contar nunca con José Ignacio de Mendiguren, por estar de licencia-, aun lejos del quórum, con iguales problemas que los actuales para aprobar las leyes y con menos aliados posibles… Pero al menos seguiría siendo primera minoría.
El objetivo opositor
¿Y si los planetas se alinearan en favor de Juntos por el Cambio? Muchos opinan que así le fuera aun mejor a Juntos por el Cambio este domingo, no es tanto más lo que puede llegar a sumar.
Ni tanto, ni tan poco…
Cierto es que en la provincia de Buenos Aires 16 diputados propios y dos de ventaja respecto del Frente de Todos es una marca suficiente como para ambicionar más. Pero donde sí esperan, ansían y deberían mejorar es en la Ciudad de Buenos Aires, donde según las PASO Juntos por el Cambio estaría perdiendo nada menos que tres diputados respecto de los 10 que arriesga. De mínima, se conformarían con sumar un escaño más en ese distrito, con lo que llegarían a 119 diputados nacionales, sin que variara la composición oficialista.
La provincia de Córdoba, donde tan bien suele irle a la oposición -llámese Cambiemos o Juntos por el Cambio-, es un objetivo especial para este domingo. Si se repitieran los resultados de las PASO, estaría renovando las cinco bancas que expone. Ahora va por la sexta. Un número perfectamente alcanzable para ese espacio, pues ya lo consiguió en las elecciones recientes de 2019 que perdió a nivel nacional, pero en las que en la docta alcanzó un 51,32%. Esa vez el Frente de Todos tuvo un 22,31% y Hacemos por Córdoba 17 puntos.
En las PASO 2021, la sumatoria de Juntos por el Cambio superó el 47%, Hacemos por Córdoba consiguió un 24,56% y el Frente de Todos apenas 10 puntos. Algunas encuestas sugieren que JxC puede llegar a hacer una elección histórica, de 60 puntos. Con superar el 50% accederá a una sexta banca. Con eso solo, podría llegar a los 120 diputados propios con los que se ilusiona María Eugenia Vidal.
Algunos se ilusionan con ganar en Formosa, a partir de la unión de la oposición; ese eventual triunfo no serviría salvo para los efectos simbólicos, pues este año son dos las bancas en juego, por lo que el reparto equilibrado está garantizado. Más debería esforzarse en Jujuy, donde Juntos por el Cambio renueva dos bancas y se coló la izquierda, repartiéndose las tres en discusión entre JxC, el Frente de Todos y el FIT.
Cambia Jujuy sumó en las PASO, con lista única, 46,42 puntos; el Frente de Todos 28 y la izquierda, con dos listas, 23 puntos. Lo que tendría que hacer en principio el oficialismo provincial es superar el 50%, como en 2015 y 2017, y esperar que sus rivales bajen un poco, en cuyo caso se quedaría con dos bancas.
La Rioja es uno de los distritos donde Juntos por el Cambio debería mejorar sustancialmente. En las PASO, el Frente de Todos sumó el 52% y Juntos por el Cambio/Cambia La Rioja 23,33, con lo que si esto se repitiera el domingo las dos bancas en disputa quedarían para el FdT. El tema es que JxC fue dividido, pues el presidente del Pro, el actual diputado Julio Sahad, compitió por separado y sacó casi 11 puntos. Atento a ello bajó su candidatura para mejorar las chances de Juntos por el Cambio: si sus votos fueran a nutrir los de la otra lista, alcanzaría para un reparto equitativo de bancas.
En caso de que se conjugaran todos esos resultados, Juntos por el Cambio podría llegar a ser primera minoría, con un interbloque de 122 diputados. Ese es prácticamente el techo que podría alcanzar, pero bien distanciado de un oficialismo que quedaría en ese caso con unos siete diputados menos.
Cuestión de ver el domingo de qué lado cae la moneda.
N puedo creer DI MAURO que usted tenga esperanzas en éste GOBIERNO. Debe ser PERONISTA por lógica.
Hay que votar a los que puedan conseguir el numero suficiente en las camaras, para poner realmente un freno.Como en cada eleccion hay opciones nuevas que quieran o no terminan siendo funcionales,al restarle votos al verdadero opositor.Ejemplos sobran Lavagna,Espert,Gomez Centurion..Y ahora la historia se repite.,Milei,nuevamente Espert,Cynthia Hotton, que con su magro 1% algo resta..Se juega mucho como dilapidar el sufragio.
Estoy de acuerdo.,creo que doleria mas que cambiemos sea la primera minoria,que la presencia de Milei
ni hay verdaderos opositores, ni unos, ni otros. Larreta tiuene de amigo a Massa....Fernandez al hijo de Alfonsin, que es embajador ese lumpe....Martín Lousteau , es intimo de el monge negro del radicalismo?? Ni hablar de otros tantos....Negro,,,, se olvido del caso EPER de cordoba.....se acuerdan?? Dejen de joder!!
Con o sin mayoría, al gobierno le espera algo peor. Desarmar la enorme crisis auto generada que amanaza con hace volar todo por los aires. Victorias pírricas que le dicen si acaso llega a conservar el quorum.