Faltaban 9 días para las elecciones nacionales
y provinciales cuando Mario Barbieri, intendente de la ciudad de San Pedro (provincia de Buenos Aires) se conmocionó. Un grupo inversor extranjero concertó
una entrevista con él para informarle que había adquirido un terreno de más de
130 hectáreas del partido en U$S 1.000.000, y que allí construirían hoteles,
campos de golf, un casino y un parque temático. Pero esto último, más el monto
de la inversión, fueron lo que paralizaron a Barbieri: el parque en cuestión
sería un nuevo complejo de Walt Disney, y la suma total de la inversión
ascendería a los U$S1.000 millones de dólares con más de 600 puestos de trabajo
nuevos para la zona. La cara del proyecto era – más allá del desconocimiento del
intendente – un nuevo viejo conocido del ambiente argentino de negocios del
nuevo siglo: el jamaiquino Emile Maxime St. Patrick Higgins o, como a él le
gusta que lo llamen, Sir Max Higgins.
¿Conoces a Max Higgins?
Max Higgins tiene 34 años, DNI argentino y está casado con la argentina
Sandra Zapata, quien ocupa un cargo en su empresa multimedia. Quienes los
frecuentan aseguran que están esperando un hijo, el cual Higgins asegura desear
que sea argentino sí o sí. Por este tipo de cosas y muchas otras, como por
ejemplo la elección de Mar del Plata como centro de varias de sus actividades,
muchos otorgan en el mejor de los casos el mote de excéntrico al jamaiquino.
Desgarbado, de traje pero mal vestido y con muchas joyas hacen que su aspecto,
sumado a su conducta, lo asemejen más a un pastor en trance que a un empresario
tradicional.
Pero la sorpresa auténtica del intendente de San Pedro no se replicaba en
aquellos que conocían la breve pero agitada trayectoria de Higgins en Argentina.
Su debut mediático – paradójicamente – fue sin aparecer físicamente en los
medios: en agosto de este año la División Sustracción de Automotores de la
Policía Federal halló en el subsuelo de un edificio situado en la calle
Encarnación Ezcurra al 400 de Puerto Madero, en Capital Federal, un auto de lujo
Lamborghini Diablo modelo 1989 buscado desde hacia 6 meses. El dueño del mismo
era el representante de Lamborghini en Argentina, quien se lo cedió a Higgins en
comodato. Cumplido el plazo, y ante la falta de devolución del rodado valuado en U$S 350.000, su propietario hizo la denuncia que recayó en el Juzgado de
Instrucción número 26.
¿Para qué había alquilado el auto Higgins?. Muchos no terminaron de entenderlo,
pero aseguran que el jamaiquino había prometido como premio al joven que ganara
su "reality show" deportivo un suculento premio en dólares y el citado auto.
Obviamente esto último – cuanto menos - no era real. Su "reality show" se denomina
"World Football Idol" (ídolo mundial de fútbol) y a semejanza de un programa
similar realizado por la productora argentina Cuatro Cabezas busca consagrar
luego de varias etapas al joven futbolista más habilidoso del mundo.
La primera etapa de este concurso se realizó el 12 de mayo de este año en Mar
del Plata, en el estadio Mundialista de fútbol. Se estima que Higgins gastó
$65.000 sólo en el alquiler del estadio con capacidad para 42.000 espectadores y
terminaron asistiendo 300. Se montó un escenario como para la presentación de
una mega banda internacional, y terminaron tocando grupos argentinos haciendo
tributos a otras bandas. La competencia de los jóvenes futbolistas arrancó
varias horas más tarde de lo convenido, terminando la misma entrada la noche.
Cuando al otro día los marplatenses leyeron en el diario local el resultado
empezaron a desconfiar del evento: se veía una foto de Higgins consagrando al
mejor juvenil pero con luz... solar, a pleno día.
La segunda etapa tuvo lugar el 28 de julio en el estadio Mundialista de Mar del
Plata. A pesar de tener como animadores a Diego Maradona y Sergio Goycochea, y
los recitales de Gloria Gaynor y Sole Pastorutti asistieron gratis 4.500
personas. Cuando Higgins fue abordado por la prensa se refirió a los animadores
como "Diega Marradono y Segio Gocoché", provocando risas hilarantes iguales a
las de quienes lo veían saltar al lado de los ex futbolistas durante la
conducción del show: parecía un pastor poseído, o un niño excitado, recubierto
por un ridículo traje de emperador. Llamaron la atención los continuos
agradecimientos y loas que Maradona le dedicó toda la noche a Higgins: se sabe
que si hay algo que Diego no regala a los empresarios es su desinteresada
amistad.
La tercera etapa también se hará en la denominada Ciudad Felíz el 24 de
noviembre, con un concierto del conocido grupo inglés Duran Duran. Al
adolescente ganador final del reality se le darían U$S 100.000 al cumplir 21
años, y U$S 20.000 para que done a la institución que elija. Torneos similares
se publicitan en otros países como España y Alemania.
Por mis enemigos me conocerás
Max Higgins se declara dueño de Higgins Warner Group. Desde su página
web anuncia varias ramas de negocios del grupo: Higgins Warner Pictures, Higgins
Warner Records, etcétera. Nada tiene en relación con la estadounidense Warner
Bros, al igual que luego haría con Disney el jamaiquino pega su apellido al
nombre de una empresa reconocida para aprovechar beneficios de la confusión.
El terreno adquirido en San Pedro es parte de una estancia antigua llamada
Antares, en el kilómetro 9 del Camino Vuelta de Obligado. Al frente del mismo
hay un cartel gigante con la figura del empresario anunciando la instalación de
un enorme complejo del grupo Walt Disney Mundo SA Inc.. Al explotar en los
medios la noticia del multimillonario emprendimiento la empresa Walt Disney
reaccionó indignada, desligándose del proyecto e intimando a Higgins a
retractarse antes de enfrentar acciones judiciales. Como en el caso de Warner,
la empresa del parque de entretenimientos del jamaiquino se llama casi igual
pero distinta: con el agregado de "Mundo" al final. Otro detalle en teoría
incongruente es la denominación de la empresa como SA ( tributaría en Argentina
) e Inc ( tributaría en EE.UU) a la vez; pero el misterio Higgins no es ingenuo:
SA no describe "Sociedad Anónima", sino es un simple agregado al nombre de
fantasía.
Fiel a su política comprometida con la sociedad ( accionaria propia ) el grupo
Clarín fue el que más publicitó el caso, haciendo hincapié en lo extravagante
del proyecto sampedrino. La razón de este compromiso investigativo se origina en
el tendal de deudores que Higgins dejó a su paso: con motivo de la primera etapa
de su reality show Higgins pagó con cheques sin fondos de cuentas de EE.UU. e
Islas Vírgenes publicidad en los diarios Clarín y Olé, y en Radio Mitre. Se
conoce que a la radio y a Clarín les adeuda $50.000 a cada uno. Otras víctimas
de sus andanzas son los propietarios del estadio Luna Park, y en el hotel 5
estrellas que paró en Buenos Aires directamente optaron por retenerle sus
maletas y laptop ante la falta de pago. Como el cantante Roberto Carlos, Higgins
también quiere tener un millón de amigos...
¿Requiem de un farsante?
Todo lo vinculado a Higgins es contradictorio. En su página web llama a
invertir en su grupo a todos aquellos que posean U$S 1.000.000 prometiendo
rendimientos de 20 % anual; es decir, es aún más agradecido que Argentina con la plata
prestada por la causa bolivariana de Chávez. Cuando algún desprevenido
llama para averiguar, estos terminan aceptando manejar montos desde U$S 5.000 con tal que le
confíen dinero ajeno.
En su "reality show" futbolístico postula invertir U$S 25.000.000, y tener
sponsors de primera línea como Nike, los cuales nunca se ven. A pesar de tener en esta
condición al banco HSBC, y de centrar sus actividades en su oficina de Puerto
Madero en Buenos Aires, Higgins indica a sus desprevenidos inversores depositar
su dinero en una cuenta común del HSBC pero de la sucursal Villa del Parque
situada en Cuenca 3479. Otro detalle es que declara ser propietario de su
oficina 301 situada en Alicia Moreau de Justo 1150, 3° piso , cuando dicho lugar
es propiedad de Madero Bussiness Center.
Nadie de los oponentes al intendente de San Pedro pudieron vincular
electoralmente el anuncio del millonario proyecto con la cercanía de las
elecciones. Ni Barbieri pudo reaccionar ante la sorpresa de la inversión
desmedida, como tampoco de las formas vinculadas a Higgins. Al intendente lo
citó por mail en el terreno adquirido, dejándolo perplejo al descender de 3
helicópteros junto a presuntos inversores de Europa y Dubai. En esa ocasión
aseguró que el parque temático recaudaría U$S 20.000.000 anuales, cuando el
parque EuroDisney de París recauda U$S 12.000.000 en el mismo lapso.
Ante el rechazo de los medios Max Higgins se indignó, acusándolos de ser
anti-argentinos por no entender que un extranjero quiera invertir y radicarse en
el país. De paso aprovechó para declararse discriminado por ser de raza negra.
Los habitantes de San Pedro dan fe de una sola cosa: el jamaiquino parece tener
plata, por ahora. Habrá que esperar las próximas noticias para saber si es un
empresario modelo extranjero, o la versión del kirchnerato de un nuevo Monzer Al
Kassar.
Tomás Ryan
Ver página Higgins: http://www.higginswarner.com/