"Quisimos juntarnos por puro egoísmo y el mismo egoísmo nos muestra distintos. ¿Para qué fingir?” (del tango “Paciencia”, de D’Arienzo y Gorrido, 1937).
Cristina Kirchner y su ala gobernante han echado con llamativa facilidad al ministro productivo Matías Kulfas y obligado a Alberto Fernández a importar con arancel cero del Mercosur al multifunción Daniel Scioli, pero al precio haber dañado aún más la marca FdT, tanto que si resulta la más votada en 2023 será a sabiendas del público de que está comprando un producto outlet y en liquidación hot sale.
Pero eso no es lo único: la celebración en Tecnópolis, no para ensalzar los 100 años de YPF sino el tramo desde la indemnización a Repsol hasta aquí, ha derivado en un strip tease de la licitación del Gasoducto presidente Néstor Kirchner (GNK), cuya obra todavía no comenzó a rodar, pero ya está envuelta en escándalos, emanados de la propia coalición oficial, que inquietan a la ciudadanía y preocupa a los atraídos por el negocio del gran caño nacional.
Podría decirse que CFK reina en un mundo de otras lógicas. Sus seguidores embelesados aplauden cuando trae al festejo de la petrolera al gurú Ernesto Laclau, por aquello de “vivir con las tensiones de los conflictos”, como un gran paradigma y motor de la gesta nacional. Justo lo que no necesitaría un país para prosperar, radicar capitales y dar bienestar a los hijos de esta tierra, a juicio de otras bibliotecas.
La prensa de este fin de semana es profusa en análisis sobre la anemia y anomia de Alberto, alimentado a bofetadas de su gran electora, pero vale detenerse en las cuentas al centavo que recoge el periodista Hernán Dobry en Desarrollo Energético que describen cómo se ha más que duplicado el presupuesto del GNK sin haberse por eso modificado ni la sección a Tratayén ni la que va a Saliqueló.
El fantasma de Skanska, el sonado caso por malversaciones y sobornos que llevó a los estrados a Julio De Vido y otros, sobrevuela nuevamente. Pero la Argentina, aún con esta Justicia que denosta el kirchnerismo, tiene pólizas de seguros sin franquicia y a todo riesgo para metidas de manos en latas ajenas. Por eso ha sido el único país de América Latina en el que no hubo Lava Jato/Odebrecht. La causa Cuadernos, al igual que Skanska, Río Turbio, los fondos de Santa Cruz por la privatización de YPF y tantos otros voluminosos montos se han desvanecido, mientras que los empresarios arrepentidos, a instancias del finado Claudio Bonadío, lamentan su apresuramiento. Al fin de estas historias y muchas más, el poncho no aparece, el dinero no está en las arcas públicas, habrá sido no evidencias contables sino la invención del “Lawfare contra los proyectos nacionales y populares” o del mago Fafa.
Opositores y periodistas indagan hoy en pesquisas exprés qué es lo que quisieron decir las denuncias Kulfas y su aparentemente torpe equipo de prensa que escribió un off the record violando todo manual a menos que se pretenda el deschave y la tarjeta roja directa, tal como ocurrió. ¿Se trataba de diámetros, de espesor? ¿Qué quiso evidenciar el retruque a CFK dejando un tufillo a que esta licitación, como tantas, son un traje a medida para el adjudicatario?
Es Enarsa estúpido, han dicho los idos de junio. Paolo Rocca, el gran magnate de Vaca Muerta, blanco de todos las iras, abrazos, mitos y leyendas del último medio siglo, estará droneando como la política se vuelve a llenar la boca con la saga de la todopoderosa Techint, desde los caños a Fortín de Piedra. Pero la chapa laminada brasilera, los US$ 200 MM que se pierde el país, y la lapicera de Cristina son al fin matices de una beligerancia de otras escala y geografías del poder.
Lo cierto es que, tras el portazo de Tony Pronsato, el líder devidista del proyecto del gran pipeline argentino, la construcción de la obra proyectada en tiempos records para el stress vuelve a quedar en en cuestión y a las puertas de la judicialización política. La demora complicará aún más las cuentas nacionales al punto que los operadores desafiarán con si lo que se quiere es velocidad o prolijidad/honestidad. Días magros para las efemérides de YPF, ya aturdida por la falta de gasoil y el imparable contrabando (El NOA se parece hoy a Táchira, cuando los convoyes bolivarianos se llevaban a Colombia el combustible para cobrarlo cinco veces más y en dólares).
El cementerio está lleno de imprescindibles, apenas conocida la renuncia obligada de Kulfas, a quien nunca digirió el Instituto Patria por las conocidas cuitas del pasado, el humo blanco ha sido para Scioli quien tiene varios masters hechos en cohabitación con el mundo ká. Deja las praias maravilhosas do Brasil, donde se exilió diplomáticamente con todo para ganar tras su derrota y aterriza en este infierno, donde aún se puede perder más.
Urge reagendar todo, Kulfas iba a subirse al avión con primera escala en Los Angeles y última en la gran cita de la exploración minera en Toronto. En una gira de más 50 reuniones, eventos y filminas para marketinear a la Argentina. Tras estos fuegos calcinantes, a los brokers que siguen a la Argentina, como cualquier latitud extranjera, sólo les interesa saber quién ganó.
-De nuevo ganó Cristina, una explicación imaginable.
-Ah, me lo imaginaba, respuesta idem.
Puertas adentro de Av. Julio A. Roca 651, el paso de las horas reacomodará un staff donde el jefe de gabinete Alejandro Sethman, dilecto de Kulfas, coordinaba la Unidad de Gabinete de Asesores (UGA) que expandió sus alfiles a secretarías y direcciones varias. Dos de ellos, por ejemplo, recién nombrados en Minería son el jovencísimo Matías Robles (22) como jefe de Gabinete, y Pamela Morales, como la secretaria de Desarrollo Minero. Ambos sin expertise en el metier geológico mineral pero fieles al dimitido.
Tal vez el más apto para sobrevivir al ramalazo sin acudir a padrinazgos políticos sea Ariel Schale, el secretario de Industria, por cuya continuidad pidieron ayer diversos referentes sectoriales.
Scioli, antes de perder con Mauricio Macri a fines de 2015 había tejido una red desde su Fundación DAR, nacida desde su gobierno en bonaerense, con mineros e industriales. Si llega a subirse al avión dirá que aquí no hay que temer las cosas que pasan en Perú y en Chile. El golpe palaciego de este finde suele ser un culebrón frecuente en Lima. En Santiago las formas son otras, pero la nueva Constitución es una Espada de Damocles sobre el clima de negocios.
Pero aquí estamos 24×24 los argentinos, capaces de convertir cada oportunidad en una crisis. “Paciencia, la vida es así”, como en el recordado tango de D’Arienzo.