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Acerca de la intentona de reabrir el sumario por el atentado montonero contra un centro policial en 1976

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El 22 de marzo de 2011, la Cámara Nacional de Casación Penal respaldó el fallo que exime a los Montoneros de tales culpas.
El 22 de marzo de 2011, la Cámara Nacional de Casación Penal respaldó el fallo que exime a los Montoneros de tales culpas.

Hasta la aprobación de la Convención Internacional contra las Desapariciones Forzadas en 2006, que repudia su realización por agentes de la fuerza pública y también los que “sean obra de personas o grupos de personas que actúen sin la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado”, Naciones Unidas había elaborado reglas vinculantes exclusivamente para los Estados.

 

La génesis de este cambio abreva en el Estatuto de la Corte Penal Internacional (CPI), adoptado en 1998, que al definir las desapariciones forzadas reprueba “la aprehensión (captura o arresto), la detención o el secuestro de personas por un Estado o una organización política, (…), seguido de la negativa a admitir tal privación de libertad o dar información sobre la suerte o el paradero de esas personas, con la intención de dejarlas fuera del amparo de la ley por un período prolongado”.

La CPI observa que las desapariciones forzadas pueden constituir crímenes de guerra y de lesa humanidad, es decir imprescriptibles, pero asimismo en equivalencia con prácticas de similares consecuencias de asesinato, esclavitud, encarcelamiento, deportación, exterminio, tortura, apartheid, persecuciones a colectivos con entidad propia y violación sexual.

Para que así lo sea, cada una de esas atrocidades, agrupadas o individualmente, deben ser «parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil”. Tendrá por consiguiente que demostrarse “la comisión múltiple de actos” de esa naturaleza, en “conformidad con la política de un Estado o de una organización de cometer ese ataque o para promover esa política”.

Por fuerza, una vez anuladas las leyes de punto final y obediencia debida, abolidas en 2003 por el gobierno de Néstor Kirchner, la Corte Suprema de Justicia de la Nación en Argentina (CSJN) dispuso que la dictadura militar (1976-1983) había incurrido en esos delitos imprescriptibles, por lo que se reiniciaron los juicios a lo largo y ancho del mapa nacional.

El 14 de marzo de 2008 la Cámara Federal de Buenos Aires valoró de manera análoga los ilícitos de las Tres A, aquellos paramilitares alentados por José López Rega, el superministro de la presidenta María Estela Isabel Martínez de Perón, previos al golpe de la Junta Militar del 24 de marzo de 1976, en un expediente donde se reunieron 681 hechos criminales sobre la base de tres criterios. Los actos fueron masivos, sistemáticos y se efectuaron al abrigo del Estado.

A tal respecto, pese a no reunir ninguno de esos tres elementos, la misma Cámara Federal de Buenos Aires había desestimado en 2007 que la voladura de una central policial en Buenos Aires, el 2 de julio de 1976, episodio “aberrante” que ocasionara “inconmensurable daño”, cobrándose 23 muertos y 60 heridos, pudiera permitir reprochar a los Montoneros haber consumado crímenes de lesa humanidad.

El 22 de marzo de 2011, la Cámara Nacional de Casación Penal respaldó el fallo que exime a los Montoneros de tales culpas, y por otra parte la jueza Arroyo Salgado lo confirmó el 24 de mayo de 2011 para con un secuestro extorsivo contra pago de rescate atribuido a los Montoneros sucedido en el tramo final de la presidencia de Isabel Perón. Al poco la decisión fue respaldada por un tramite de habeas corpus, revelando que la Corte Suprema había extendido la prescripción de las acciones violentas de los Montoneros más allá de la dictadura 1976-1983, al menos en cuanto al secuestro en cuestión, el del gerente de Mercedes Benz, Argentina, Heinrich Franz Metz, perpetrado el 23 de octubre de 1975, durante el gobierno peronista precedente, por el cual la multinacional alemana pagó un rescate de 4.000.000 U$A.

En línea con lo estipulado por el Código Penal y mal que le pese a los integristas de las dictaduras militares y a los fundamentalistas de la derecha del peronismo, que desencadenaran las hostilidades y todavía las reivindican, los delitos de la guerrilla fueron infracciones comunes y ordinarias que han prescripto, jamás violaciones graves de los derechos humanos. La advertencia es igualmente valida para los oportunistas de ahora, periodistas, magistrados, y activistas de la nostalgia genocida.

Por cierto, tampoco la violencia guerrillera podría significar un crimen de lesa humanidad, que por flagelar masivamente a las poblaciones civiles, requiere una capacidad de planificación y control del territorio que los guerrilleros argentinos nunca dispusieron. Es cierto que los Montoneros mataron, secuestraron y cometieron otras acciones violentas en el marco de un conflicto armado interno, particularmente antes y durante la dictadura militar 1976-1983, no obstante amnistiadas por el parlamento en 1973, considerados luego caducas y extinguidas por la Corte Suprema de la Nación, y otras instancias judiciales competentes.

 
 

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  1. "EL DIALOGO" libro- DOCUMENTO, escrito y filmado por Graciela Fernández Meijide y Hector Ricardo Leis. Este MONTONERO, en uno de sus libros supo decir: "No puedo arrepentirme por lo que hice porque lo hice queriendo y empujado por el espíritu de época. Pero sí pido perdón por el sufrimiento causado por mis acciones, lo nuestro fue una locura que fue al encuentro de otra locura", También Leis tuvo el coraje de denunciar que los atentados de la guerrilla durante la breve democracia de 1973 a 1976 precipitaron la irrupción de la dictadura (1976-1983) y su 'guerra sucia' contra los guerrilleros y la oposición, consistente en secuestros, desaparecidos, y robo de bebés. Es decir impulsaron lo que se conoce como "causa y efecto". Para él, Hector Leis, la cúpula dirigente de "Montoneros", encabezada por Mario Firmenich, que en la dictadura se exilió dejando desamparados a sus subordinados y actualmente es profesor de Economía en la Universidad de Barcelona, "sólo sabía usar la violencia con fines políticos, que es la mejor definición de terrorismo que existe". Este tipo de "confesiones" deben tener su correlato en la JUSTICIA no para "satisfacer" a un tribunal o a un "aparato judicial", sino para DARLE PAZ AL ESPIRITU DE UNA NACION, mutilada y saqueada por VIVIDORES DE LA CARROÑA HUMANA disfrazada de "ideología liberalizadora de los pueblos". ¡Ah! Y los que fuimos coetaneos de aquellos tiempos, también la tenemos clara y no hay "prescripcción" que valga para ninguno de los "dos demonios".¡EXIGIMOS QUE SE INVESTIGUE TOOODO COMO SE HIZO CON LAS JUNTAS Y TAMBIEN CON LOS ASESINOS PSEUDO IDEALISTAS!

  2. Cuándo los forristas aprendan la diferencia sustantiva entre un delincuente y un genocida, tal vez no estén tan dispuestos a escribir pelotudeces supinas. Da bronca pero un delincuente puede ser juzgado de acuerdo al código penal. El genocida cree que él es el Estado y que puede punir por fuera de la ley. A propósito: que pena que no se hayan metido aún con Isabelita...tendría mucho por decir y explicar. Y no ella sola.

  3. Después de leer esta basura, decidí no dejarme llevar por emociones y mientras me enfriaba, investigue un poco para ver quién es este sujeto. Descubro que se reconoce como montonero, que en enero de 1977 su esposa, Mónica Jáuregui, obviamente también militante, fue asesinada en su departamento y él fue secuestrado y conducido a la Escuela de Mecánica de la Armada donde permaneció detenido durante 20 meses. En 1980 pudo obtener la opción de salir del país y se radicó en Suiza. Se le abrió una causa por la cual recibió el indulto presidencial otorgado por el traidor carlos menem. Hasta el día de hoy sigue viviendo en Suiza, desde allí escribe basuras como esta, que publica en twitter y en un blog de internet donde promociona sus libros. La justicia española lo está investigando por una denuncia promovida por el economista chileno radicado en España Ignacio Purcell Mena, por reiteradas publicaciones difamatorias contra su persona. Parase ser que desde hace 10 años lleva adelante una campaña ilegítima de difamación virtual, por medio de la publicación en sitios virtuales de notas y pseudos artículos de investigación que sólo tienen como objetivo generar una imagen negativa de Purcell Mena. El problema es que ya se fue de mambo y evidentemente ha realizado tareas de espionaje porque ha revelado datos muy personales, publicando los documentos de toda la familia, la tarjeta de crédito, pasaporte y DNI…A donde quiero llegar: “el tipo es un sorete, que formo parte de una asociación de asesinos, secuestradores, delincuentes, terroristas, como fue montoneros y no está arrepentido, al contrario se siente orgulloso, los militares malos le mataron a su inocente esposa, el zafo y “por algo zafó”. Por supuesto que la noticia de reapertura de la causa no le va a caer bien, ¡¡¡a joderse!!! Está dolido y… ¡¡¡¡Que se puede esperar de un tipo así!!!! Hay que tomarlo como de quien viene. Lo que no entiendo es ¿cómo TDP publica notas de un asesino terrorista? No se trata de “me gusta o no me gusta lo que escribe”, “hay una cuestión moral”¡Que decepción! o es que no se pueden negar por la libertad de expresión? o lo publican porque están de acuerdo? O acaso se les paso porque no se fijan quien lo escribe o no les importa?...Sabrán ustedes, yo espero que esta sea la última de este delincuente,

  4. Escondido de la vista de todos, elige aparecer cuando le parece, clamando que es justo, asesinando mujeres y niños. HUYE CUANDO DEBE PAGAR. Miedoso de las consecuencias de sus actos, reaparece cuando casi es olvidado, sueña con un mundo en paz, sin embargo causas dolor y destrucción como parte de tus actos.

  5. Gasparini es parte interesada así que sus comentarios deben verse desde allí. Además describe ciertos hechos que configurarían, a su entender, los crímenes de lesa humanidad sin destacar que el accionar de Montoneros y ERP se encuadra allí. Por ejemplo, el asesinato de Rucci fue planificado por Montoneros cuando sus funcionarios ocupaban cargos en el gobierno nacional. O el intendente de San Martín, Alberto Campos, en diciembre de 1975. O la toma de cuarteles como el de Formosa por el que murieron 12 conscriptos. O la "venganza" del ERP, tras la catástrofe que tuvieron en sus filas cuando atacaron el cuartel en Catamarca, cuando salieron a cazar militares y policías (en el caso de capital Viola matando a hijita de 3 años). Eso es una clara muestra de un accionar sistemático. Y si además consideramos las bombas y atentados en el que murieron muchos civiles, caemos en la cuenta que cumplen con el requisito que querer aterrorizar a una población. Los tiempos están cambiando, los viejos fósiles comunistoides se dan su pétreo rostro contra la realidad y caen en la cuenta que las nuevas generaciones se disponen a meterles un boleo en el medio del orto.

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