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MARADONA, DOS VECES DIEZ

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EN FÚTBOL Y EN DECIR ESTUPIDECES
EN FÚTBOL Y EN DECIR ESTUPIDECES

MARADONA

    No es ninguna novedad que los adictos sufren del célebre “síndrome de abstinencia”, así como no es ninguna novedad que Diego Maradona sufre de más de una adicción; una de ellas es, además de las ya “clásicas” en él —como las drogas y el alcohol—, cierta adicción a aparecer en los medios de difusión cuando pasa cierta cantidad de tiempo y no es noticia... entonces él mismo se encarga de generar, valga la redundancia, su propia noticia para que nos ocupemos de él.
     Tampoco es ninguna novedad que el “diez” abre la boca y emite opinión sobre cuanto tema se lo consulte, y en este punto, es necesario aclarar que todos tenemos derecho a opinar, eso sí... lo ideal sería que opinemos sobre temas que sean de nuestro conocimiento, cosa que podamos argumentar sobre lo que decimos y no emitir opinión sobre lo que sea, con tal de decir cualquier cosa.
     De todas formas, existe cierta complicidad implícita entre quien habla y quien le pone el micrófono y difunde sus expresiones.
     Pero Diego siempre se las arregla para llamar la atención... todo parecería haber comenzado luego de su suspensión del campeonato mundial de fútbol USA '94 a raíz de haber consumido sustancias ilícitas.


Un poco de historia

     La sanción ocurrida en 1994 determinó que, tanto las autoridades de los EEUU como de Japón no le permitieran ingresar a sus respectivos países, ya que la reglamentación de migraciones prohíbe la entrada a personas que hayan tenido problemas con drogas, y mal que nos pese, en estos países, las leyes se cumplen. Por más que Maradona sea Maradona, no tiene ningún tipo de concesiones. De hecho, el astro, no pudo asistir al campeonato mundial de Corea-Japón 2002 ni a las respectivas finales que jugó, precisamente en Japón, el club Boca Juniors.
     Aunque muchos no lo sepan, y/o los que lo saben no lo digan, este hecho fue el que determinó su inclinación al comunismo y el comienzo de sus interminables contradicciones.
     Pocos recuerdan que en ocasión de su preparación para el mundial USA 94 Maradona hacía un entrenamiento especial, en forma particular, en una estancia en La Pampa, pero el dato curioso es que en todas las fotos que se sacó en esa época, aparece con una camiseta del basketbolista Magic Johnson, quien en ese entonces era la máxima estrella estadounidense.
     Este hecho no era casualidad, por supuesto, sino que lo que pretendía era simpatizar con los yankis. Hasta aquí, Diego, jamás se había pronunciado ni en contra del "imperialismo", ni de los EEUU, ni tampoco a favor del comunismo y mucho menos del dictador cubano Fidel Castro.
    Fue recién después de la detección de efedrina en su control antidoping que Maradona comenzó a hablar contra el “imperio”. La primera declaración fue aquella tibia y casi tímida “me cortaron las piernas”... pero claro, eran los comienzos de un Maradona que se perfilaba a lo que es ahora, un incontinente verbal.
     Como ya dijimos, pocos saben o dicen que el hecho de prohibirle la entrada al “imperio” fue lo que determino su inclinación al socialismo y su simpatía hacia Fidel. El detonante fue haberle negado la posibilidad de ir a Disney World con sus hijas.
     Este fue el real motivo que desató la ira del “Dios del fútbol”, y por supuesto determinó crear un frente común con Fidel. Por supuesto, por carácter transitivo, los enemigos del líder cubano son sus enemigos, y los amigos, sus amigos, como Chávez, Evo morales y ahora el mesiánico Mahmud Ahmanidejad, Presidente de Irán.


Las primeras contradicciones y las últimas

     Lamentablemente, Maradona es una persona enferma, y evidentemente su adicción a las drogas ha repercutido, como lo señalan todos los especialistas en adicciones, en sus neuronas. Indiscutiblemente, su sistema nervioso se habrá visto sensiblemente deteriorado, y tal vez esa sea la razón que empuja al ídolo a hacer y/o decir tantas contradicciones o a cometer hechos irracionales como aquel patético episodio donde agredió a periodistas en su quinta de la localidad de Moreno.
     Podemos citar como algunas de sus contradicciones más célebres: el hecho de haberse auto calificado como "duhaldista", y luego decirse "menemista". Después, cuando tuvo que tratarse por su adicción a las drogas, y no poder hacerlo en EE UU, no le quedó más remedio que recalar en el “paraíso cubano”. Lógicamente, el dueño de la isla, Fidel, no dejaría pasar tan tentadora oportunidad, y aprovechar un hecho tan “marketinero” de tratar con su famoso sistema de salud al más grande, aunque dicho sea de paso, quedó evidenciado que el fracaso médico fue rotundo, ya que dicho tratamiento no sirvió absolutamente para nada.
     Este hecho generó una amistad por conveniencia para ambos, ya que Fidel podría, a través de Diego, decir cuanta estupidez se le ocurriese. Y Diego podía destilar su “calentura” contra los yankis, los únicos que se animaron a decirle que no a sus caprichos de diva hollywoodense.
     Aquí comenzó una de sus más importantes contradicciones, la de su autocalificación de “comunista”. ¿Cómo se puede ser comunista cuando todo lo que es se lo debe a un sistema que es el liberal, que le permitió desarrollar su actividad como futbolista donde quiso y ganar los millones de dólares que quiso? Habría que avisarle que si hubiese sido cubano no podría haber salido de la isla ni haber facturado lo que facturó, o en tal caso, todo lo que hubiese ganado se lo tendría que haber dado a quien él magnifica, a Fidel.
     Otra contradicción significativa es que él es un perfecto empresario, como quedó demostrado cuando realizó su programa “La noche del Diez” o como lo hace hoy regenteando el “showbol”; cosa que es totalmente lícita y meritoria. Lo que no es lógico es que se llame comunista y actúe como el mejor empresario capitalista.
    Siguiendo con sus contradicciones, al contrario de lo que proclama, cada cosa que hace la factura: no hace absolutamente nada gratis. Un claro ejemplo es que su aparición en el acto "anticumbre" que organizó Hugo Chávez en Mar del Plata le costó a los organizadores 100.000 dólares, y el motivo de su ausencia en el acto en Ferro fue no haber llegado a un acuerdo económico; ¿eso es ser comunista? 
    Podríamos seguir enumerando tantas contradicciones de Maradona como jugadas maravillosas dentro de una cancha, pero realmente sería muy extenso y tedioso, por lo que pasaremos a la última: haber expresado su simpatía hacia el mesiánico presidente de Irán,  Mahmud Ahmanidejad y querer sacarse una foto con él. Realmente no vale la pena agregar mucho más sobre esto, ya que el hecho de haber dicho semejante estupidez y querer conocer a un desquiciado que quiere borrar a un país del mapa, es más que suficiente.


Concluyendo

     Lamentablemente, los que admiramos a Maradona como futbolista —en especial los italianos y por supuesto los argentinos— le hicimos creer que es Dios, y lo peor es que él mismo está convencido de ello.
    Esto determinó que se crea con la autoridad suficiente de decir y hacer lo que se le ocurra, desde el hecho totalmente reprochable de renegar de sus hijos extramatrimoniales hasta "demonizar" a todo aquel que no lo endiose.
     Todo lo que es Maradona, absolutamente todo, es producto de su única habilidad, que es la de manejar como nadie su pie izquierdo; todo es fruto de ese maravilloso pie que nos dio tantas alegrías como futbolista. Pero parecería que cuando razona también lo hace con la única parte hábil de su cuerpo, en esa donde se resume toda su capacidad intelectual, su pie izquierdo, que evidentemente sirve para jugar al fútbol pero no para pensar.

 

Pablo Dócimo

 

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