Alberto Fernández debe tener, entre otros defectos evidentes, una memoria corta.

Anteayer dijo que “la derecha siempre opera contra los gobiernos populares yendo al exterior a pedir que nos corten el crédito para hacerle más difícil las cosas al pueblo argentino y ahora lo están haciendo de nuevo”.

Nadie podría haber descripto mejor lo que él mismo hizo luego de ganar las PASO de 2019, incluso con un agregado: en ese pedido a los organismos internacionales de crédito agregó la advertencia que él no se haría cargo de devolver esos dineros cuando fuera presidente.

¿Será que además de autopercibirse chalchalero también se autopercibe de “derecha”? Quizás sí, porque cuando uno lo ve abrazado a Alberto Assef en la Alianza Nacionalista, puede llegar a encontrar una pista que lo confirme.

Este impresentable no conoce la vergüenza. No está dispuesto a hacerse cargo de nada del desastre inaudito en el que sumió al país. De todo tiene la culpa otro, no él. Macri, la pandemia, la guerra, la sequía y, ahora, la derecha. Un inútil sería más responsable que este imbécil.  

Cuando el dólar costaba $21,15 le pidió a Macri en un tweet que llamara a los bomberos. ¿Y ahora, Fernández, a quién habría que llamar según su propio sarcasmo?

También dijo que “la derecha instala rumores para provocar corridas y ganar dinero con eso”, olvidando, quizás, que el rumor de la devaluación (sugerida por quien era su propio jefe de asesores Antonio Aracre) lo hizo correr ese mismo funcionario que, al mismo tiempo, se autopostulaba para reemplazar a Massa. Ese fue el punto de partida de lo que está ocurriendo hoy. Entonces, ¿es “la derecha” o son ustedes?

En un giro directamente insoportable dijo luego que iban “a educar” a los que según ellos son los malos “para que dejen de lado sus negocios y no le hagan más daño al pueblo”.

¿Y quién sos vos para “educar” a alguien, Alberto? ¿De dónde saliste? ¿Qué te pensás que sos?

Sería mejor que se dedicaran a educar a los que roban, a los que utilizan los privilegios del Estado para enriquecerse y vivir una vida principesca usando los dineros públicos. A esos sí que habría que educar para que “no le hagan más daño al pueblo”.

El ministro de economía dijo que necesita entre 8 y 10 mil millones de dólares de aquí a las PASO. La pregunta es ¿con las PASO se resuelve todo? ¿Cómo piensa Massa llegar desde las PASO hasta diciembre?

El ministro cree que todo el problema radica en que Miguel Pesce no le responde. Fernández, a su vez, se niega a reemplazarlo. Ayer negoció dejarlo como una figura simbólica para que Lisandro Cleri, el vicepresidente del Banco, que le responde a él, se haga cargo del manejo de la mesa de dinero para poder intervenir en el mercado y bajar la cotización de los dólares financieros.

Esa intervención fue objetada por el FMI. El punto es que, el plan de Massa es pedirle adelantos al Fondo para usarlos en la intervención de esos mercados. Washington no dará el visto bueno a esa operatoria. El Fondo quiere que sus eventuales adelantos se usen para repagar los vencimientos no para llevar adelante una maniobra financiera que el propio Board desaconseja.

Por eso el gobierno habla de “rediscutir” los términos del acuerdo. Hay posibilidades de conversar pero no para hacer eso. Massa debería pensar otra cosa.

La liquidación de agrodólares por el programa Soja III ha sido un fracaso. Desde que se establecieron los $300 por dólar liquidado, la divisa norteamericana en la calle subió $100.

Son los momentos en que muchos recuerdan cuando la arrebatada Gabriela Cerruti bramaba en tweeter porque el dólar había crecido $1 en una semana: bajó el gobierno nac&pop está creciendo a razón de $30 por día. Pero, claro, como ahora no gobierna “la derecha” no vuelan piedras, no hay que llamar a los bomberos y no hay tweets de alarma.

A todo esto, la presidente de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau (la hija de quien niega la existencia de la casta política que denuncia Milei pero que tiene a toda su familia viviendo del Estado) dijo que muchos que “conocen al Massa que trabaja 16 horas por día”, ahora, que lo están “boludeando” lo iban a conocer como lo conocen ellos en la política. ¿Cómo interpretar eso? ¿Cómo una amenaza? Habría que recordarle a la señora que nunca el Estado le ganó una pulseara cambiaria al Estado.

La irresponsabilidad del peronismo es imperdonable. Ha incendiado al país para proteger la impunidad de su jefa, cuando en realidad, si estuviera del lado del pueblo -como dice- debería haber sido el primero en señalar su culpa y en reclamar la devolución del desfalco.

Ojalá la historia ponga a toda esta manga de delincuentes en su lugar. El país ya no aguanta su hipocresía, su falta de coraje para hacerse cargo de lo que hicieron y para oír sus mentiras culpando a otros de lo que no son otra cosa que sus propios desastres.