Los corrillos políticos de la Argentina cuentan que en un sector de la UCR cayó mal el video de Patricia Bullrich en el que muestra la maqueta de una cárcel de súper-seguridad especialmente pensada para narcotraficantes, corruptos, asesinos y violadores peligrosos. Solo a manera de apunte les recuerdo aquí que la UCR forma parte de JxC.
Que una de las pocas cosas que, al menos a nivel proyecto, parece estar dirigida a apuntar directamente a uno de los cánceres más importantes que tiene la Argentina (esto es, que el país cuente con una unidad sellada donde encerrar a las lacras más lacerantes de la sociedad) haya levantado las críticas de un sector de uno de los dos partidos más importantes que tiene la coalición que lleva a Patricia Bullrich como candidata a la presidencia no puede menos que encender una muy seria señal de alarma.
Si uno se pone a pensar que lo que resulta inexplicable es que la Argentina NO CUENTE YA con una cárcel de ese tipo y que, en todo este tiempo, nadie haya pensado en proponerla, imaginen lo que impacta el hecho de enterarnos que una parte del partido político que integra la fórmula presidencial aportando el candidato a vicepresidente, no comparte esa idea porque le parece “un peligroso acercamiento a ‘lo Bukele’”.
O sea, si JxC cree que puede especular con ganar las elecciones con este tipo de mariconeadas frente a lo que es, sino la principal preocupación argentina, una de las principales, francamente uno tiene que concluir que están navegando en las nubes de Úbeda.
Cuando por fin, nada menos que SU candidata a presidente rompe el molde de lo que ayer llamábamos “corrección política” y presenta una idea fuerte para arremeter contra una de las podredumbres más profundas que tiene la Argentina y que tiene a todo el mundo viviendo una vida de mierda (porque no hay nada peor que vivir con miedo), entonces aparece la inefable UCR (o una parte de ella) para manifestar su preocupación porque esa cárcel le trae reminiscencias a Bukele ¡Pero se puede ser tan idiota, por Dios! Cuando uno escucha estas cosas se siente tentado a creer que todas esas dudas sobre la convicción de JxC para hacer ciertas cosas, de sus vacilaciones y de sus “blanduras” vienen, justamente, de la UCR (o de una parte de ella).
La gente clama por ver a los asesinos a sangre fría, a los violadores, a los narcos, a los corruptos y a todo delincuente que asuela la vida apacible de las familias y de los barrios (en especial de los más pobres) en una cárcel inexpugnable. Es más, para mucha de esa gente, una cárcel de ese tipo es demasiado premio para esas lacras, a las que en muchos casos (digamos las cosas como son y cómo se hablan en las calles) querrían ver muertas.
En ese contexto aparece Bullrich y explica que proyecta un futuro de aislamiento total para esas pestes, una fortaleza que les impida seguir planeado crímenes desde sus lugares de detención y en donde lo que el sentido común indica (esto es, que esas personas estén bien encerradas para que no puedan hacer más daño del que ya causaron) se haga finalmente realidad. ¿Y que recibe como respuesta de parte de un sector de uno de los partidos que teóricamente la apoya?: una objeción de alarma porque todo aquello le parece muy duro ¡Pero se puede ser tan pusilánime, tan insistidor serial en las mismas boludeces de siempre!
¿Qué tiene que pasar en la Argentina para que la corrección política de esta parte de la UCR no se sienta ofendida porque un asesino malandra vaya a parar a la sombra para siempre? ¿Es posible que frente a las desgracias que han sufrido miles de argentinos; que frente a los corruptos que han robado miles de millones; que frente a narcos que matan por las calles de Rosario a cientos por año; que frente a bandas que tienen en vilo al conurbano (en donde es casi una aventura fatal salir a la calle) todavía haya políticos que crean que construir una cárcel de máxima seguridad es “peligroso”?
Lo peligroso es que el país no tenga AÚN una cárcel de máxima seguridad. Eso es lo peligroso. Lo peligroso es que los delincuentes planeen asesinatos desde sus celdas de hoy que, más que celdas, parecen ser, al contrario, madrigueras seguras en donde tienen todas las comodidades incluso para reproducirse reclutando nuevos malandras entre los presos de “menor rango”.
Y no es la primera vez que la UCR (o parte de ella) protagoniza estas agachadas. Ayer mismo, aparecía el inefable gobernador Morales a los aplausos y a las risotadas con Massa, dando pasto a los rumores que dicen que sería nada más y nada menos que uno de los ministros de un gobierno presidido por el hoy ministro de economía, el que llevó al país al 140% de inflación y al 50% de pobreza.
Por el fiel de la balanza de la UCR pasan muchas de las “indefiniciones” de JxC; muchos de los “frenos de mano” por los que la coalición se parece a esos autos que “ratean” porque no consiguen tener un andar fluido.
La vergonzante postura de la UCR frente a la dureza de lo que hay que hacer, no solo en materia de seguridad, sino frente a muchos de los problemas que aquejan a la Argentina, esa especie de prurito idiota, de flojedad endeble e insegura típica del que tiene miedo de ofender a alguien, ya cansa, aburre.
La dramaticidad que alcanza la mayoría de los problemas argentinos no se puede enfrentar con mano blanda, ni con dudas, ni con miedos, ni con culpas idiotas: se debe enfrentar con decisión. Y una vez que las decisiones están tomadas se las debe sostener con fortaleza y con autoridad, sin complejos infantiles y sin correcciones políticas que ya le han causado al país suficiente sufrimiento.
Es hora de que TODA la UCR tome conciencia de que lo que se enfrenta es un tsunami de desastres, muchos de ellos causados por el mismo tipo de pusilanimidades que ahora surgen con la cuestión de la cárcel. Frente a esa topadora que viene desde el mar no se puede estar en la playa esperándola con un baldecito, un par de rastrillitos y una palita. Se debe ser fuerte y oponerle un maremoto igual pero de sentido inverso. Todo el que no esté subido a ese barco de bravura, debería bajarse ahora e identificarse claramente como tal, para que un eventual triunfo del tsunami los tenga a ellos como uno de sus principales cómplices.