Puntuales analistas comienzan a observar que la recesión estaría llegando a su piso en la Argentina, aunque todavía quedaría un par de meses de indicadores en caída, en rubros claves como la construcción.
En ese escenario, ponderan que el Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI), que se discute en el Senado, puede contribuir a una reactivación rápida, sobre todo en rubros claves como la energía y la minería.
Dante Sica, titular de la consultora ABECEB y exministro de Industria, apoyó el RIGI y sostuvo que “el gran aliado del programa de estabilización va a ser la inversión privada”
“Estamos entrando al segundo trimestre de la recesión donde pensamos que vamos a estar encontrando el piso. Venimos de un último trimestre de 2023 donde empezó el proceso de desaceleración”, dijo Sica.
Sostuvo que “el primer trimestre fue más duro entre enero y febrero. Nos da la sensación de que en este trimestre casi todas las actividades están encontrando el piso. Lo que viene por delante es un proceso de recuperación”.
En declaraciones radiales recogidas por Agencia NA, Sica consideró que se está frente a una “recesión típica de Argentina, con dos o tres trimestre de caída y ahí empieza a dar la recuperación”.
Pero advirtió que “los que más van a tardar en recuperar, y ahí el gran responsable van a ser los bancos y el crédito, son los bienes durables: autos, motos, electrónica, que fueron refugio de valor a la salida de la post pandemia y de alguna manera se van a acostumbrar a un nuevo piso en lo que es el consumo”.
“Vemos que a partir del mes que viene, los salarios le empiezan a ganar a la inflación, por lo que se generará un proceso de recuperación en las paritarias”, destacó.
“El gran aliado del programa de estabilización de este Gobierno va a ser la inversión privada, no va a ser la recuperación del consumo. Por eso hay que mirar las reformas estructurales como la laboral o el RIGI”, explicó Sica.
Para este economista, “los grandes incentivos para la inversión van a estar dados por el proceso de desregulación. Hemos generado un sector público que asfixia a la iniciativa privada. Argentina es el único país de América Latina donde el siglo XXI destruyó su sistema financiero, pasó de tener 30 puntos de depósitos en el PBI a tener 10”.
Dijo que la Argentina “viene de un estancamiento de 15 años, donde cada día somos más pobres. El gran aliado será la inversión privada que generará más productividad, aumento genuino y tracciona a los demás sectores. Hay que acelerar el proceso de cambio de normas. El RIGI es muy importante porque la política industrial en el mundo es atracción de inversión”.
Sostuvo que hay cuatro sectores que “van a ser los grandes tractores de la economía en la próxima década: el sector agropecuario con la cadena alimenticia, hidrocarburos, minería y servicios basados en conocimiento. Los tres primeros requieren grandes inversiones de capital. En Argentina somos defaultadores seriales. Tenemos que tener un instrumento que de alguna manera genere y de condiciones, y que sea muy abierto, para volver a recuperar la confianza”.
Señaló que el RIGI y todos los cambios generan “señales fuertes para muchos capitales externos y algunos locales. Todo lo que son los cambios estructurales generan mejoras en la competitividad que de alguna manera va a arrancar a partir del año que viene. Lo que va a empujar este año es más el sector externo que el consumo interno. En el corto plazo el sector agropecuario exportará casi 10 mil millones de dólares más que el año pasado”.