➢ fue una abducción; bueno, abducsión podría decirse en rigor de verdad, algo ritual, típico y propio de esa "especie", sin saña, es parte de la esencia, de su "naturaleza", son así y punto, ni buenos ni malos, simplemente INCORREGIBLES (si sabrá el Tata, el Tata "TATA", o sea!)... aunque, razonándolo desde un punto de vista más "terrenal" tampoco habría que descartar a "los originarios" y sus "costumbres", es decir, la indiada de los Kaingang con sus famosas "ofrendas", o sea, digamos, más "política" y REALISTA la cosa, con sospechosísimas conexiones (no conecSIONes) religiosas armadoras de "lío", esteeeeeee, ¿lo dejamos ahí?... "SHÒ VI DESDE PUNTA CON MIS BINOKULARES CUANDO SE CHUPABAN AL BEPI", será la próxima rimbombante declareishon del "contactado" Karles Perciavale, sí, si algo no debe faltar nunca es el SHOW, lo demás poco importa................. ¡¿si la gente se cree que "Biden" es el presidente y que "este Biden" es BIDEN, buéh, la chusma se traga cualquier cosa!? go on go on !!

Esto dejó de ser un accidente cuando encubrieron la muerte del chico esto es asesinato si es que es verdad quizás están mintiendo para encubrir la venta de chicos

Vaya, que la abuelita santurrona tiene 8 sepulcros en el fondo de su terreno. Segun se dice, familiares que en sus tiempos fueron muriendo. Es legal tener tantos entierros donde uno vive? La abuelita tenia un montón de teléfonos. Para mi sigue siendo la sospechosa numero uno. Y ciertamente, ante su visible pobreza , como le hizo para comprar toda esa comida para un almuerzo de mas de 8 personas? Con botellas de gaseosas y vinos, a mas de pollo, tallarines y asado.? Hoy esa comilona no se la pueden dar en gasto ni familias de clase media, con tantos invitados. Y si se conocían todos de antes. Hay fotos. Todos mienten, todos esconden mugre. Lo cierto es que este caso es el que destapará el comercio-negocio de la trata, con venta de niños y jovencitos para todo tipo de explotación.

Periodista cabal el Sr. Gasulla, cuya idoneidad y sentido profesional quedaron acreditadas al exponer el "negocio de los derechos humanos" a cargo del empresariado nacional del rubro (Bonafini Pérez Esquivel, Carloto y muchos otros). En ésta nota, su opinión se basa en hechos. Respecto del sedicente "accidente de tránsito", opino que el que ahora aparece como causa de la desaparición del niño Loan), es un burdo intento de atenuar el feroz delito cometido. La pena de 5 años de prisión para quien mata con un vehículo a otra persona no existe en éste país. Cualquier asesino al volante será beneficiado con "condicional", "domiciliaria" y demás definiciones de los encargados de "hacer justicia".. Los autores del horrendo crimen contra ésta criatura intentan lo que menos les cueste en sus cuerpos y bienes, según la concepción de los ineptos y corruptos tribunales, legisladores, ministros, genios del derecho como el regente de prostíbulos llamado Eugenio Zaffaroni y demás adherentes de semejante inmundicia.

El caso les pasó por arriba a todos los que se creyeron el cuentito simplista del accidente. Laudelina venía siendo el Lagomarsino del caso Loan; porque de ser ignorada en el grupo primario de sospechosos pasó a pretender dictar las verdades y resolver el caso. Es vergonzoso que unos cuantos periodistas salieron a tirar esa versión incluso antes que la propia Laudelina, y que después su abogado, amigo del Gobernador, la instruyó para declarar entre gallos y medianoche esa fábula tranquilizadora de las instituciones. Pero el papelón ya está hecho, Laudelina es uno de los sospechosos primarios, estuvo quince días sin siquiera ser citada a declarar; el encubrimiento del Comisario incluyendo el ataque y la difamación de los que reclamaban con aquello de la "psicosis digital"; los interminables "rastrillajes" todos parciales; los allanamientos multitudinarios tan torpes como fallidos; y el seguimiento de "hipótesis" en vez de actuar a partir de lo que se conoce. Lo más grave es la impericia y falta de capacidad de la justicia y la policía, pero la cosa empieza por las leyes dictadas por "instituciones" y "organizaciones" que hacen lobby pero no saben nada de leyes ni de su aplicación y consecuencias. Para muestra basta un botón: Existen incontables organizaciones dedicadas a "combatir" la trata de personas, existen "protocolos" por todas partes, existen leyes contra la trata y cuando son aplicadas por la "justicia" resultan en mamarrachos como buscar una instancia de "captación" de un pibe de cinco años. Es evidente que nuestros legisladores y especialistas cometen las mismas equivocaciones que las maestras en la escuela, tienden a magnificar el delito o la falta y eso resulta en la inacción, la negligencia y la impunidad. Hay mucho que hacer inmediatamente para cumplir cada uno con sus obligaciones; pero cualquier cosa se diluye en un laberinto indemostrable e impune cuando convierten las faltas en "conflictos", o el robo de patrimonio público en "lavado de dinero"; o los secuestros en "trata de personas". Por eso las leyes deberían ser lo más generales y menos específicas que sea posible. Lo importante y urgente ante una desaparición es la posibildiad de un secuestro. Lo primero es enfrentar las circunstancias y los medios posibles, y resolver el secuestro. Si el secuestro es planeado u oportunista, o si hay un móvil ritual, sexual, perverso, político o económico, son determinaciones que corresponden a una instancia posterior. Este caso dejó al descubierto las limitaciones legales y funcionales de la justicia y de la policía provincial y federal. Jueces y fiscales que se dejan manipular misteriosamente por policías y testigos que deberían ser sospechosos; se evalúan o se siguen "hipótesis" con frecuencia antojadizas, pero no se consideran todas las posibildiades y las facilidades como en este caso la sustracción por parte de alguien aún no identificado con la complicidad o resignación de algunos de los presentes. Periodistas como Moranzoni, han puesto en evidencia lo trucho que es el mundo de la justicia y la policía en gran parte del país, y la facilidad con que se manifiestan algunas complicidades "institucionales" más perversas y vergonzosas, sean espontáneas o estructurales. Lo más lamentable es que la justicia no sigue la evidencia sino las teorías. El intento de probar una organización de tráfico de personas es tan infructuoso como el intento de probar la existencia de cualquier otra asociación ilícita, especialmente con una legislación hecha por imbeciles que para probar su existencia, esperan que una asociación ilícita tenga un estatuto, un organigrama, y para cada integrante una descripción del puesto y el recibo de sueldo en blanco.