El 10 de enero del año 49 antes de Cristo (A.C), Julio César tomó una de las decisiones más trascendente de su vida y, desoyendo al Senado romano, cruzó el río Rubicón, ingresando en Roma, acompañado por a un grupo de legionarios.
Luego de cruzar el estrecho cause, Julio César giró y le dijo a sus soldados: “Alea iacta est”, una frase que suele traducirse como “la suerte está echada”. Había desafiado al Senado, y se dirigía a Roma para ser Emperador.
Algo de esto deberá enfrentar en las próximas 72 horas Mauricio Macri con (contra) el presidente Javier Milei. El ex mandatario, que dio su apoyo explícito para el libertario llegue a la Casa Rosada, ahora deberá desafiarlo y, junto con sus Senadores y Diputados, decidir si apoya a no el veto a la Ley de Financiamiento Universitario.
Ya lo apoyó una vez cuando impidió que la Cámara de Diputados rechazara el veto presidencial a la Ley de Movilidad Jubilatoria. En ese momento podía esgrimir algunas razones como, por ejemplo, el hecho de tener de que la iniciativa obligaba a pagar todas las deudas previsionales que se postergaron durante el gobierno de Alberto Fernández y que ahora debería enfrentar la nueva administración.
Pero en este caso es distinto. La erogación no llega al 0,14% del PBI, y más allá de si las universidades “rinden cuenta” de sus gastos – algo que podrían hacer a partir de ahora,- o que deban pagar “los inmigrantes”, lo cierto es que los salarios de docentes, investigadores y personal no docente, han quedado retrasados.
Pero más allá de si es justo o no el reclamo, (algo no menor) hay un componente político, el mismo que lo llevó a Macri a tener una reunión “a las disparadas” el viernes con Santiago Caputo, el hombre de confianza de Milei, y es que a pesar de todo su apoyo, el ex presidente no ha conseguido nada, o casi nada del líder libertario.
Milei ha llevado adelante la agenda que quiso llevar adelante Macri, es cierto, pero el apoyo del ex mandatario no ha tenido réditos.
Para peor, Javier Milei “amaga” con quedarse con una fracción importante del PRO, dejando a su creador con la imagen de aquel que no supo, no quiso o no pudo, llevar adelante la revolución libertaria “que necesita el país”.
Macri se entrevistó con Caputo el viernes. El miércoles, se reúne la Cámara de Diputados para avalar o rechazar, necesita los dos tercios de los presentes, el veto presidencial…¿se animará Macrí a cruzar el Rubicón” y dando una señal de autoridad no avalar el veto?