El pasado martes, Emiliano Ayerdi Funes (21) aportó información relevante ante la fiscal Betina Lacki sobre la plata negra del financiamiento político de la Legislatura bonaerense y que se descubrió a raíz del caso Chocolate Rigau.
Horas después, rompió el silencio en una extensa entrevista en la que no se guardó nada. El rol del poder político de Buenos Aires, la justicia, los aprietes, el Frente Renovador.
“Mientras los Albini estén en cárceles de la provincia no hablarán porque tienen miedo”, dijo el joven. También declaró que el mecanismo sigue funcionando y que cada noche en la Ciudad de La Plata, una persona recorre los cajeros para retirar dinero como siempre. Los Albini, Rubén Eslaiman y Carlos Manzi, algunos de los nombres.
Agencia Noticias Argentinas – ¿Cuándo declaraste?
Emiliano Ayerdi Funes – El martes pasado declaré ante la fiscal Betina Lacki. Previamente había ido la semana pasada pero no pude hacerlo y me terminé presentando el pasado martes a las 8 de la mañana. Declaré todo lo que sabía y estaba pendiente. Conté lo que no me habían dejado decir. Todo lo que había visto.
– ¿Y qué habías visto?
– A Facundo Albini recibiendo plata de Julio “Chocolate” Rigau.
– ¿Por qué no contaste esto antes en la justicia?
– El día que salta el escándalo de Chocolate estaba en el cierre del acto de Javier Milei en La Plata. Cuando sale mi nombre en público, ellos me esconden.
– ¿Quiénes son ellos?
– La gente que no quería que apuntase hacia arriba de Albini y Chocolate.
– ¿Y qué pasó?
– Me llevan a la ciudad de Mar del Plata. Allí me hicieron mandar una carta documento a la periodista de TN que se había contactado conmigo para evitar que eso saliese al aire. Mi familia quería evitar que saliese esa nota. Le mandé cartas documento a los dueños del canal y a la periodista. Argumentaban que lo que había dicho era porque estaba mal psiquiátricamente y porque tenía odio por culpa de los medios y por lo que se veía en la televisión.
– ¿Y cuál es tu relación con las drogas?
– Sí, tengo una adicción pero no soy incompetente para declarar y no miento. No estoy imposibilitado de decir la verdad. Ellos frenaron mi declaración y la difusión de la misma. Al volver a La Plata, cuando se calma todo, vuelvo y me presento en el acto de Milei. Ahí empieza el operativo que me hicieron, incluido mi abogado, para declararme incompetente. Presentaban papeles en mi contra. Decían que no podía declarar. Pero la fiscal creía que algo sabía y que podía aportar información. Pidió que me presente en la justicia. La fiscal estuvo muy bien pero el abogado que tenía mío me preparó para decir otra cosa.
– ¿Quién era tu abogado?
– El abogado es común y no tiene nada que ver. Se llama Gabriel Tartaruga y me preparan para que no diga ni aporte nada. No podía declarar lo que sabía porque estaban metidos dos jueces que jugaban para ellos. Eran Alejandro Villordo y Juan Benavidez –en un polémico fallo habían fallado a favor de Rigau-. Me traban la segunda declaración y finalmente admito que di falso testimonio. Tenía a mi familia presionada.
– ¿De qué manera la presionaron?
– No puedo contarlo por respeto a mi familia. No quiero exponerlos. Ellos son gente de trabajo. Nada más. Pero la gente que está detrás es pesada. Mi familia es honesta. Lo que yo podía decir era un peligro para todos.
– ¿Cuánta plata se maneja en política y de dónde viene?
– La Unidad Básica de los Albini valía, en ese momento –se refiere al año 2022-4 millones de pesos. Ellos compraron un Peugeot 208 que se pagó con esa plata. No sólo eso. La cartelería que se imprimía salía de plata negra. Sergio Massa no pasó plata para la campaña 2023. Fue muy pobre. Todo se financiaba con las tarjetas.
– ¿Las tarjetas de quién?
– Las tarjetas como las de Chocolate Rigau. En una sola calle había dos millones de pesos en cartelería. La financiación que ellos agarraban era propia, se autofinancian. No necesitaban de Massa. Pero la plata no termina en los Albini. Lo de los Albini es un vuelto. La verdadera plata está arriba de ellos.
– ¿En quién?
– Facundo Albini le rendía a Claudio y, algunas veces, a Rubén Eslaiman. Claudio Albini le rendía a Eslaiman.
– ¿Tanto poder tiene Eslaiman?
– Tiene tanto poder y mucho más. Es el que representa en la provincia de Buenos Aires al Frente Renovador. Hay otras figuras pero no se muestran. Es la cabeza. Es el vicepresidente de la Cámara de Diputados y otro que maneja la plata es Carlos Menzi, que es platense, y lavó guita con su financiera. El día que cerraron la financiera fue para que se pierda el rastro. Esa financiera de ellos la marqué en la justicia para que se investigue. Pero esa gente tiene comprado hasta jueces como los que te nombré antes. Está arreglado todo para que caguen a los argentinos.
– ¿Tenes miedo?
– Sí, pero no voy a correr. No tengo miedo que me crucen un patrullero y me armen una causa. Eso sucede en La Plata. Tengo miedo pero ya no me importa nada. No me conviene ni saco nada al hablar. Pero imprimieron Santa María Dios en Plata y así estamos.
– ¿Crees que Chocolate hablará?
– Llamé a la alcaldía Pettinato por este tema pero no es Rigau quien debería hablar. Se los tiene que sacar del Sistema Penitenciario Bonaerense porque es cómodo tener gente que sabe de tu gobierno en tus cárceles. Hay que darles una oportunidad de que hablen, que se arrepientan. Hay que ofrecerles protección. Mientras estén en cárceles bonaerenses no hablarán porque tienen miedo. Están desprotegidos. Ellos son peones del verdadero poder.